El Espacio Cultural San Lázaro inauguró el curso en línea “Análisis de la imagen, Francisco Villa a través del cine”


Boletín No. 4673




• Conmemorar el centenario luctuoso de Doroteo Arango es uno de los objetivos de esta actividad


El Espacio Cultural San Lázaro inauguró el curso en línea “Análisis de la imagen, Francisco Villa a través del cine”, para conmemorar, este 20 de julio, el centenario luctuoso del Centauro del Norte, uno de los principales jefes de la Revolución mexicana.

Esta actividad forma parte de las Jornadas Villistas que realiza la Cámara de Diputados, a través del Museo Legislativo “Sentimientos de la Nación”.

Edalid Mendoza Ávila, directora del Museo Legislativo “Sentimientos de la Nación”, apuntó que el curso busca entretejer en cuatro sesiones en línea la historia real de Doroteo Arango con esta otra historia alterada, inventada, recreada por el cine nacional mediante un Villa cinematográfico.

El Centauro del Norte se presenta como una figura compleja usada a modo, según los intereses de los gobiernos en turno. “Un mito necesario para alimentar el patriotismo y los valores morales que es retomado por el cine en diversos grados de veracidad”, consideró. 

Destacó que en 1959 se efectuó por vez primera la conmemoración del aniversario luctuoso del general Villa. Uno de los héroes nacionales que más difusión ha tenido en la construcción de imaginarios populares a través del cine es la figura del líder norteño, consideró. 

Doroteo Arango firmó un contrato el 5 enero de 1914 con la compañía Mutual Film Company de D. W. Griffith, en el que se acordó filmar escenas reales de batallas de los ejércitos villistas con el propio Francisco Villa como protagonista, refirió.

En la primera sesión del curso en línea, impartida por el profesor Miguel Ángel Rosas, doctor en Historia del Arte y curador del Museo Legislativo “Sentimientos de la Nación”, comentó que se trata de un recorrido por los diferentes momentos de Francisco Villa en el cine mediante dos grandes vertientes: películas mexicanas y extranjeras que han tenido el interés de representar a Pancho Villa.

Invitó a abrir la noción del cine para construir una representación del caudillo norteño a partir del análisis de la imagen durante las cuatro sesiones del curso en línea, a fin de ver detalles de su vida que no están en los libros ni han sido abordadas por los autores que han escrito en torno a este líder revolucionario.

Consideró que es imposible pensar en la Revolución sin incluir a Villa o cualquier caudillo que participó porque necesitamos de ellos para construir la idea de nación. “No es el hombre, sino el hombre resucitado lo que hace posible este enfoque a través de las diferentes expresiones cinematográficas del Centauro del Norte”.

Recordó que el nombre del general Francisco Villa ingresó al Muro de Honor de la Cámara de Diputados el 23 de noviembre de 1966, fecha en que va a tener una historia oficial y lo vamos a ver como prócer de la patria hasta la actualidad.

La idea de la ausencia es fundamental para entender la construcción simbólica de este personaje, sobre todo porque la reconstrucción de Villa fue sustituida por el mito. Doroteo Arango, en su necesidad de huir al matar a quien violó a su hermana, adquiere el papel de villano que lo extrapola entre el mito y la realidad del cine.

Los personajes ausentes van a tener una otredad en la construcción de la idea de nación, ese momento lo hizo Francisco Villa, quien tendrá diferentes momentos de inserción en la historia vinculados a intereses muy específicos del poder. Figuras como Villa son fundamentales porque se les hace revivir mediante una serie de presencias y pasan a una historia oficial dentro de una otredad. 


Señaló que personajes como Villa se convierten en necesarios para construir ideologías políticas, más cuando su nombre se inserta en letras de oro en el Muro de Honor de la Cámara de Diputados, porque a partir de ahí los personajes, ausentes de su corporalidad, adquieren un nuevo rostro y presencia.


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