Realizan foro “Economía y cultura: La relevancia de la economía creativa e industrias culturales”


Boletín No. 6579


• Participaron especialistas y académicos 


En la Cámara de Diputados se realizó el foro “Economía y cultura: La relevancia de la economía creativa e industrias culturales”, en donde especialistas, académicos y representantes de la sociedad civil compartieron sus visiones, experiencias y propuestas en la materia.  


La vicepresidenta de la Mesa Directiva, diputada Blanca María del Socorro Alcalá Ruiz (PRI), comentó que este evento se realizó en coordinación con la Comisión de Economía, Comercio y Competitividad, presidida por el diputado Jorge Ernesto Inzunza Armas (PAN), para desarrollar un diálogo con especialistas en un tema de gran interés para el desarrollo económico vinculado con el sector cultura. 

Señaló que el objetivo es generar propuestas para la estructuración de una agenda legislativa acorde con las necesidades y nuevos retos del gremio. “Refrendo mi compromiso para seguir impulsando las reformas legales e institucionales necesarias para promover el crecimiento económico de nuestro país, con especial énfasis en el sector cultura, donde existe un gran potencial”. 

Indicó que la economía creativa consiste en una forma de transformar la creatividad en resultados concretos; por ejemplo, generar renta y empleos, además pensar sobre las relaciones en la comunidad para impulsar la diversidad cultural y el desarrollo humano.  

Agregó que la industria cultural se refiere a aquellas industrias que crean, producen y comercializan contenidos creativos de naturaleza cultural, contenidos que deben ser protegidos y que pueden ser reproducidos legalmente mediante una autorización. 

Cultura puede generar riqueza

Al inaugurar el foro, el diputado Inzunza Armas señaló que el sector cultural contribuye a la economía mundial con el 3.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), según estadísticas de la UNESCO en el año 2022, y emplea entre 2.6 y 10.3 por ciento de la fuerza laboral. 

Lo anterior, agregó, hace patente la riqueza que la cultura puede generar y el impacto en las economías del mundo. Consideró que México tiene la posibilidad de desarrollar una política económica que aproveche el enorme patrimonio cultural y convertirlo en una importante área de oportunidad para las y los mexicanos. 

Destacó que, gracias a la creatividad, la cultura se expande y se difunde; las industrias culturales tienen una enorme relevancia en la vida diaria de las personas porque generan empleos directos e indirectos, cuentan con un gran potencial de crecimiento en los próximos años y facilitan la introducción de otros productos en los mercados externos. En la Cámara de Diputados, dijo, estaremos atentos a las recomendaciones que surjan del foro que generará conocimiento, enseñanza y aportaciones al entorno económico.

Lorena Rodríguez León, directora de la Facultad de Economía de la UNAM, afirmó que la promoción de una industria creativa es una de las ideas más prometedoras que se pueden impulsar. Agregó que es enorme la contribución de la economía naranja o economía creativa al PIB mundial.

En la medida en que se potencialice sus alcances, añadió, se traducirá en el aprovechamiento de recursos, lo que representa la posibilidad de una economía que puede dar empleos de calidad y creativos; además, impulsar la identidad nacional y el desarrollo social, porque “puede haber muchos beneficios al promover las actividades asociadas a la economía naranja y por ello deberíamos tomarla en serio”.

Intervenciones de ponentes

Vía plataforma digital, Matteo Grazzi, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), mencionó que la economía creativa es un grupo de actividades donde las ideas se transforman en bienes y servicios culturales y creativos, cuyo valor puede ser protegido por derechos de propiedad intelectual. 

Luis Quintana Romero, profesor de la UNAM, propuso impulsar una política de posicionamiento internacional con productos de exportación marca país para promover la cultura y la creatividad de México en el extranjero; asimismo, apostar a proyectos de largo plazo, y la promoción de empresas en sectores vulnerables, pueblos originarios, jóvenes, personas adultas mayores y discapacitados. 

Andrea Ruy Sánchez de Ajaraca-Artes de México, expresó que cualquier legislación, política y programa, debe considerar las especificidades de cada expresión artística y cultural, así como el contexto en el que se desarrolla. Recomendó impulsar la asociatividad entre los sectores y fortalecer el ecosistema cultural, así como sustentar la cultura en políticas de Estado y no de gobierno, para garantizar continuidad transexenal mediante fideicomisos, impulsar políticas fiscales que fomenten financiamientos privados y estimulen la participación de otros sectores.

Arturo Isidro Saucedo González, profesor de la UNAM, propuso contar con un sistema de financiamiento de toda la cultura, no solamente el cine, teatro, danza e industria editorial, de acuerdo con el peso que tiene la cultura en el PIB. Asimismo, diseñar políticas públicas de Estado que permitan el resguardo del patrimonio cultural material. 

Liber Iván León Ortega, académico de la UNAM, mencionó que definir la economía naranja es complicado, así como delimitar las actividades que impliquen cultura, creatividad y economía. “La propuesta del desarrollo de una nueva industria es más profunda, requiere conceptos más amplios; pasar de un modelo donde la cultura es asistencialista a pasar a un modelo donde sea motor de la economía implica cambios en todos los sentidos”.  

Miguel Ángel Mendoza González, doctor en economía por la UNAM, señaló que la industria o actividad creativa (publicación, industria fílmica, video y sonido, programación de computadoras, arquitectura, investigación y desarrollo, creación artística) está vinculada principalmente con la generación de empleos y creación de bienes. Puntualizó que los trabajos en este sector ocupan el 3 o 4 por ciento de todas las ocupaciones del país. 

Marcos Valdivia López, de la UNAM, destacó la importancia que tienen los indicadores en la economía cultural y creativa; señaló que muchos procesos de creación y de actividad artística al no estar internacionalizados en el mercado corren el riesgo de que no se contabilicen de manera adecuada dentro de los indicadores que comúnmente se utilizan. 

Raúl Figueroa Díaz, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), comentó que es importante el valor de la cultura en nuestro país. “Nosotros en el instituto nos involucramos en la medición de los flujos económicos que derivan en las actividades culturales, es decir un manual en donde se puede ver el marco de estadística de cultura y su quehacer cultural”.


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