CONSULTA POPULAR Y REVOCACIÓN DEL MANDATO


CONSULTA POPULAR Y REVOCACIÓN DEL MANDATO


En la Cámara de Diputados analizamos una propuesta que busca cambiar la manera en que ejercemos nuestra democracia directa en México: la reforma al artículo 35 constitucional, en materia de consulta popular y revocación de mandato.

Actualmente, estos ejercicios se realizan en fechas separadas de las elecciones ordinarias. La consulta popular, por ejemplo, se lleva a cabo en agosto, y la revocación de mandato en una jornada exclusiva para ese fin. Sin embargo, la participación ciudadana ha sido muy baja: apenas un 7.1% en la consulta de 2021 y un 17% en la revocación de mandato de 2022.

Esta iniciativa plantea que ambos ejercicios se realicen de manera concurrente con las elecciones federales y locales, buscando así mayor participación y menor gasto público.

La Comisión de Puntos Constitucionales ya emitió su dictamen favorable, proponiendo que:

● Las consultas populares se celebren el primer domingo de junio, junto con las elecciones ordinarias.

● Y que la revocación de mandato se realice el mismo día de las elecciones intermedias, en las que se eligen diputadas y diputados federales.

Además, se incluye un lenguaje incluyente, hablando de la persona titular de la Presidencia de la República, no sólo del presidente.

Con esta modificación, se busca dar cumplimiento a los principios de eficiencia, economía, transparencia y honradez en el uso de los recursos públicos. La idea es clara: si ya se instala la infraestructura electoral —casillas, capacitación, materiales y difusión—, ¿por qué no aprovecharla también para estos ejercicios de participación ciudadana?

De aprobarse, esta reforma permitiría ahorrar millones de pesos, evitar la fatiga electoral y, sobre todo, fortalecer la rendición de cuentas y la legitimidad democrática.

La discusión del dictamen está prevista para este noviembre de 2025, y sin duda abrirá un debate sobre cómo combinar la democracia representativa con la directa, sin que una sustituya a la otra.

Porque al final, más allá de las fechas, lo verdaderamente importante será que la ciudadanía participe, opine y decida. Sólo así nuestra democracia será más viva, más cercana y más fuerte.