LA TRANSFORMACIÓN DEL PODER JUDICIAL ERA NECESARIA PARA FORTALECER AL ESTADO Y DESTERRAR LA CORRUPCIÓN, LA IMPUNIDAD, EL NEPOTISMO Y LA NEGLIGENCIA QUE SE INCUBARON POR DÉCADAS: DIP. JUAN HUGO DE LA ROSA


LA TRANSFORMACIÓN DEL PODER JUDICIAL ERA NECESARIA PARA FORTALECER AL ESTADO Y DESTERRAR LA CORRUPCIÓN, LA IMPUNIDAD, EL NEPOTISMO Y LA NEGLIGENCIA QUE SE INCUBARON POR DÉCADAS: DIP. JUAN HUGO DE LA ROSA

Transformar al Poder Judicial era necesario para fortalecer al Estado y fue la ciudadanía quien eligió directamente a jueces, magistrados y ministros, eliminando las designaciones orientadas, la repartición de cuotas y el posterior pago de favores, afirmó el diputado federal de Morena, Juan Hugo de la Rosa García, señalando que durante décadas, las judicaturas se convirtieron en un coto cerrado, una corporación que se aprovechó de su condición de autonomía para incubar un ambiente de arbitrariedad, ilegalidad, abusos y excesos.



Al dar la bienvenida a las y los ponentes que compartieron sus reflexiones sobre el proceso electoral extraordinario de 2025, durante el coloquio “Las Voces de la Reforma”, el legislador morenista precisó que fueron varios los diagnósticos que acreditaron que el Poder Judicial de la Federación terminó convertido en un segmento cerrado, autoritario, que dispuso arbitrariamente de los recursos públicos, que funcionaba a través de reglas de poder no formales orientadas a fomentar la construcción de densas redes de intereses que administraban y repartían cargos, adscripciones y promociones.

Durante el evento que se llevó a cabo en el Auditorio Heberto Castillo de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, el diputado Juan Hugo de la Rosa señaló que con la reforma al Poder Judicial, se moderniza al sistema judicial mexicano y se incorporaron disposiciones a nivel constitucional para garantizar la pronta y expedita administración de justicia penal y fiscal al establecer periodos muy precisos para emitir resoluciones y consecuencias, en materia de responsabilidades, por no cumplir los plazos para dictar sentencias.



Aseguró que los resultados comienzan a percibirse y ya hay anuncios no sólo sobre la disminución del presupuesto, sino sobre ahorros de más de mil millones de pesos. Incluso, esta semana, se anunció la desaparición de 59 servicios a ministros, ministros en retiro y viudas que incluían compra de boletos de avión, de eventos deportivos y regalos.

De la Rosa García sostuvo que la elección judicial de 2025 no era una elección como cualquier otra. Sentó el precedente más importante de los últimos años: que todos los poderes públicos dimanan del pueblo y que éste tiene el poder de transformarlos.

Por su parte, el Dr. José Guadalupe Luna Hernández, al abordar el tema de “Independencia o Soberanismo Judicial, el problema del Método y el Gobierno de los Jueces” reconoció que desde que se comenzó a discutir y se aprobó la reforma constitucional en materia de Poder Judicial, iniciaron las críticas y objeciones de una parte de la academia. Algunas de ellas, incluso, violentas e iracundas, que anunciaron boicots a eventos jurídicos en México y el fin de la colaboración de ciertos académicos con el nuevo Poder Judicial.

Explicó que la estrategia de quienes resistían para conservar al viejo Poder Judicial, que no era nada independiente, lo primero que sacrificó fue la noción de control del poder, pero del poder judicial que, por ser la última línea en la decisión de los conflictos debe autocontenerse.

Indicó que la elección y reforma del Poder Judicial abre la oportunidad para que estos ministros, magistrados y jueces, en sus decisiones, recuperen lo que todos los juristas aspiramos que exista: una práctica científica del derecho y no el decisionismo judicial y arbitrario para elegir discrecionalmente el método de interpretación normativo que permitía resolver vulnerando los principios de previsibilidad, certeza, objetividad y respeto al proceso

Luna Hernández manifestó que la integración del nuevo Poder Judicial, a pesar de su legitimidad democrática, debe renunciar a la condición de sus antecesores de pretender verse como una judicatura capaz de derrotar y corregir al derecho positivo e imponer criterios, principios y apreciaciones subjetivas, convirtiéndose en un bando más de la contienda política.

Enfatizó que el prestigio del Poder Judicial, que la nueva integración debe recuperar, se encuentra en la capacidad para autocontrolarse frente al abismo del poder y no ser víctima del vértigo que produce el sentirse como un poder libre, no controlado, tentado a tomar a la Constitución como excusa y hacerla víctima del cálculo de intereses y del espíritu de cuerpo.

En conclusión, reconoció que en un Estado Constitucional de Derecho, todos los poderes deben ser limitados y controlados si queremos que los derechos se garanticen. Para eso necesitamos un Poder Judicial independiente, el que teníamos en México estaba sometido al poder y, especialmente, a los grupos económicos y políticos del anterior régimen.

Por eso me aparto de sus conclusiones actuales. La independencia judicial por el criterio de designación indirecta es incierta y no es una verdad absoluta, agregó el Dr. José Guadalupe Luna Hernández.

Son las sentencias las que nos demuestran la independencia del Poder Judicial, y ese valor sólo será acreditable si las nuevas autoridades judiciales deciden autocontenerse en el ejercicio del poder y demostrar su experto conocimiento del sistema jurídico, para regresar a la moderada decisión de buscar y decir el derecho que realmente existe y no el que su interés personal les dicta. Todo habrá valido la pena si logramos recuperar la práctica científica del derecho controlando el ingreso ilegítimo de la política, concluyó.

Para la realización del coloquio, se establecieron cuatro paneles de trabajo con 17 ponentes, quienes abordaron los temas: Independencia Judicial, Procesos de Selección, Campañas Electorales y Jornada y Resultados Electorales, y Medios de Impugnación.