Boletín No. 5040
• La diplomacia parlamentaria debe ser estrategia hacia rutas que hagan del panorama internacional un mejor espacio, señaló la presidenta de la Mesa Directiva
La presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Marcela Guerra Castillo, expresó que la diplomacia parlamentaria puede, y debe ser, una estrategia exitosa para pavimentar caminos en un tránsito hacia rutas que hagan del panorama internacional un mejor espacio. Una diplomacia que sume y aporte, y que aproveche el talento y sensibilidad de legisladoras y legisladores que han fortalecido sus aptitudes políticas con la experiencia en el Congreso.
En la recepción del Cuerpo Diplomático Acreditado en México en las instalaciones del Palacio Legislativo de San Lázaro, se manifestó por tener una diplomacia parlamentaria que se integre con efectividad a una política exterior normada conforme a los principios constitucionales.
Esos principios son: autodeterminación de los pueblos, no intervención, solución pacífica de controversias, proscripción de la amenaza o uso de la fuerza en las relaciones internacionales, igualdad jurídica de los Estados, cooperación internacional para el desarrollo, así como respeto, protección y promoción de los derechos humanos y luchar por la paz y seguridad internacionales, dijo.
Afirmó que la reunión a la que asiste el Cuerpo Diplomático, autoridades en materia de política exterior, de la Junta de Coordinación Política, de la Comisión de Relaciones Exteriores, diputadas y diputados que encabezan los 100 grupos de amistad de esta LXV Legislatura de la Cámara de Diputados, llama a cumplir la tarea que honre las mejores prácticas de la política exterior mexicana.
“Hemos estado comprometidos con una política exterior de Estado conforme lo establece la Constitución. Esta Cámara, que me honro en presidir, encaminará por ahí sus pasos en el campo de la diplomacia parlamentaria”, aclaró Guerra Castillo.
Subrayó que la labor que desarrollen legisladoras y legisladores, a través de los grupos de amistad, habrá de enriquecernos como cuerpo colegiado, plural y deliberativo. “A no dudar, la óptica diplomática ofrece una visión sumamente rica tanto para mirar el panorama internacional como los sucesos del país”.
La diputada presidenta puntualizó que la importancia de los aportes y opinión de quienes hoy los acompañan, es relevante, en tanto propicia una perspectiva sumamente valiosa para comprender e incidir en los problemas que aquejan en el complejo entramado de lo internacional con lo nacional.
La diplomacia es el arte de construir puentes de comunicación
El presidente de la Junta de Coordinación Política, diputado Jorge Romero Herrera (PAN), expresó que este encuentro representa la importancia de la diplomacia parlamentaria, la cual sirve para vincular más a las naciones en la promoción del progreso social y la dignidad de las personas.
Manifestó su solidaridad con todos los países, sin excepción alguna, pero sobre todo con el pueblo, las mujeres, hombres, personas y seres humanos que viven en medio de un conflicto armado. “Desde este Congreso de la Unión siempre estaremos a favor de los derechos humanos, del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas”.
La diplomacia, recordó, es el arte de construir puentes de comunicación y entendimiento entre las naciones, en diversos temas de la agenda internacional para tener un mundo más interconectado. Hay retos, dijo, pero se debe trabajar en conjunto y cada quien desde su trinchera.
Positivo, que se retomen estos encuentros
El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, diputado Alfredo Femat Bañuelos (PT), aplaudió que se retomen estos encuentros con el Cuerpo Diplomático Acreditado después de seis años que se dejan de realizarse, es decir, con todos los embajadores y funcionarios de los pueblos hermanos.
Indicó que los grupos de amistad abonan a fortalecer el trabajo y la diplomacia parlamentaria, a fin de tener una mayor cercanía y colaboración entre naciones, y son embriones que permiten profundizar relaciones para llegar a las reuniones interparlamentarias.
México es un país amigo del mundo
El diputado Rubén Ignacio Moreira Valdez, coordinador del grupo parlamentario del PRI, reconoció a la presidenta de la Mesa Directiva, diputada Marcela Guerra, que haya invitado al Cuerpo Diplomático, ya que la Cámara representa a todo el pueblo de México y cuenta con 100 grupos de amistad, a fin de fortalecer los lazos entre naciones.
Recordó que México es un país amigo del mundo y los grupos de amistad tienen esa función: fortalecer los lazos de amistad. Llamó a tener un mundo mejor, resolver a profundidad la desigualad entre el norte y el sur, atender la dignidad de las personas en la migración, resolver los conflictos mediante el diálogo y el tráfico de drogas, como el fentanilo.
Como parte de la recepción, se presentó un programa musical a cargo de la Banda Sinfónica y Coro de la Secretaría de Marina, Armada de México. Las melodías fueron: Carmina Burana, l. Oh Fortuna de Carl Orff, Danzón No 2 de Arturo Márquez, Huapango de José Pablo Moncayo, Viva México Lindo de Chucho Ferrer, y Cielito Lindo de Quirino Mendoza.
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DIPUTADA MARCELA GUERRA CASTILLO
Presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados
Mensaje emitido durante la recepción del Cuerpo Diplomático acreditado en México, en el Palacio Legislativo de San Lázaro.
Muy buenas tardes tengan todas y todos aquí, y bienvenidos a la Cámara de Diputados, la Casa del Pueblo.
Concita esta reunión una de las tareas que distinguen a los Estados desde su origen: la necesidad de emprender relaciones, acercamientos e intercambios con pueblos y civilizaciones distintas, a la par de definir políticas y acciones que estuvieron presentes en sus comienzos.
En la actualidad, la otra cara del mundo interrelacionado, inscrito en el fenómeno de la globalización y el protagonismo de bloques regionales característicos de la geopolítica contemporánea, muestra el rostro del conflicto como una amenaza constante.
Las confrontaciones internacionales se hacen presentes junto con graves distorsiones que trascienden muchas veces a las zonas involucradas, hasta acabar por afectar a todos y poner en vilo a la humanidad en su conjunto.
Participamos de una circunstancia marcada por dos perspectivas que se oponen; una de ellas habla de nuestra aspiración por la paz, por la convivencia pacífica y la resolución de conflictos por esa vía de los acuerdos y el diálogo; la otra tiene un lenguaje contrario, pues plantea la hostilidad, la confrontación, las agresiones y la guerra.
La ciencia y el arte de la diplomacia son llamados, en estas condiciones, a la palestra, pues constituye un invaluable recurso para construir puentes de entendimiento, de prevenir conflictos, de generar acercamientos e impulsar una cultura de acuerdos.
De la mano de la aspiración por construir un marco propicio para armonizar intereses y de una legislación internacional capaz de ordenar la convivencia entre las naciones, tiene lugar la participación de organismos multilaterales y una amplia variedad de acuerdos sobre temas específicos, foros multilaterales y bilaterales relacionados con una gama diversa de asuntos de interés para nuestra nación.
La capilaridad de lo internacional con lo nacional refleja una condición de la cual todo lo local tiene impacto también en lo global; mientras que lo global tiene una indudable incidencia en el marco local. Una de las expresiones más concretas de esa simbiosis ocurre cuando, una vez cumplidos los requisitos previstos, se incorporan a las legislaciones nacionales disposiciones emanadas de los acuerdos suscritos en todos los foros internacionales.
Un gran entrelazamiento de asuntos, iniciativas, causas, propuestas y acciones ocurre en el escenario internacional tras la búsqueda de resolver o aliviar los problemas que se enfrentan; a ello corresponde un esfuerzo de interrelaciones a partir de los esfuerzos diplomáticos que encabeza cada Estado, pero también el despliegue de acciones por parte de organismos internacionales, de instituciones académicas, de institutos de investigación, de organizaciones civiles, de partidos políticos, de congresos y de parlamento.
Si bien el marco constitucional mexicano establece la facultad del titular del Poder Ejecutivo para dirigir la política exterior y celebrar tratados internacionales; plantea, también, la atribución del Senado de la República para analizar la política exterior desarrollada por el Ejecutivo de la nación, al tiempo que también incorpora disposiciones para que el Congreso, la Cámara de Diputados, intervenga en la materia, como lo es la de expedir leyes de organización del Cuerpo Diplomático y del Cuerpo Consular Mexicano.
En el ámbito de la diplomacia parlamentaria, destacan las reuniones que han cobrado auge en las últimas décadas en las interparlamentarias, y que han mostrado su valía para propiciar un mejor entendimiento y comprensión de los asuntos entre México y los países con los que se han celebrado todas estas reuniones.
Dentro de esa modalidad de la diplomacia parlamentaria se encuentran los grupos de amistad que, en términos del Reglamento de nuestra Cámara de Diputados, son reconocidos como espacios propicios para enlazar las Cámaras, los parlamentos y las agencias diplomáticas, en una lógica de intercambio constante de opiniones y de promoción cultural e histórica entre todos los parlamentos.
Conforme a la importancia que tienen y de la necesidad de impulsar su trabajo y su participación, en esta Legislatura se aprobó crear 100 grupos de amistad. Que aquí están presentes sus presidentas y sus presidentes. Nuestro reconocimiento a todas y todos ellos que hacen posible la diplomacia parlamentaria en esta Cámara de Diputadas y de Diputados.
La diplomacia parlamentaria puede, y debe ser, una estrategia exitosa para pavimentar caminos en un tránsito hacia rutas que hagan del panorama internacional un mejor espacio. Una diplomacia que sume y que aporte, una diplomacia que habrá de aprovechar el talento y la sensibilidad tanto de las legisladoras y los legisladores, que se han fortalecido sus aptitudes políticas con la experiencia del Congreso.
En fin, una diplomacia parlamentaria que se integre con efectividad a una política exterior normada conforme a los principios constitucionales de la autodeterminación de los pueblos, a la no intervención, a la solución pacífica de controversias, a la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales, la igualdad jurídica de los Estados, la cooperación internacional para el desarrollo, el respeto, la protección y promoción de los derechos humanos y la lucha, siempre, por la paz y la seguridad internacional.
El magnífico marco de esta reunión que cuenta con la asistencia del Cuerpo Diplomático acreditado en nuestro país, de autoridades en materia de política exterior, de nuestra Junta de Coordinación Política, de la Comisión, también, de Relaciones Exteriores, de los diputados y las diputadas quienes han impulsado y encabezan los grupos de amistad en este Congreso con la óptica de la diplomacia parlamentaria, todo esto nos llama a cumplir una tarea que nos honra y que honre también las mejores prácticas para la política exterior mexicana.
Hemos estado comprometidos con una política exterior de Estado conforme lo establece nuestra Constitución. Sin duda, que esta Cámara que me honro en presidir, encaminará por ahí sus pasos en el campo de la diplomacia parlamentaria.
A su vez, la labor que desarrollen nuestras legisladoras y nuestros legisladores, a través de sus grupos de amistad, habrá de enriquecernos como cuerpo colegiado, como un cuerpo plural y deliberativo. A no dudar, la óptica diplomática que ofrece una visión sumamente rica tanto para mirar el panorama internacional como los sucesos de nuestro país.
Bajo esta tesitura, hago un comentario que pudiera parecer una digresión: se cumplen, en este 2023, 510 años desde que Nicolás Maquiavelo escribiera su obra insigne “El Príncipe”, considerada como iniciática de la ciencia política moderna.
El comentario no pretende traer aquí una efeméride, ni mucho menos, sino resaltar que la visión y el análisis del autor florentino tuvo, detrás de sí, la experiencia que vivió como segundo cónsul de la República de Florencia a través de varios años, lo cual implicó el desempeño de una función semejante a lo que hoy podemos identificar con las relaciones exteriores y la postura diplomática.
Hago esta referencia para destacar el papel, la importancia de los aportes y la opinión de quienes hoy nos acompañan: embajadores del Cuerpo Diplomático, funcionarios del Servicio Exterior, así como compañeras y compañeros que forman parte de los grupos de amistad que se han forjado esta LXV legislatura en esta Cámara de Diputados.
La tarea que ustedes tienen a su cargo es relevante, en tanto propicia una perspectiva sumamente valiosa para comprender e incidir en los problemas que nos aquejan en el complejo entramado de lo internacional con lo nacional; pretendemos, entonces, un entendimiento más claro y profundo de ese fenómeno y así nos dote de las herramientas analíticas para actuar de manera adecuada.
Quise resaltar la agudeza que pudo plasmar Maquiavelo en 1513 para mirar el tema de la política desde la experiencia consular, con la idea de subrayar la trascendencia de la tarea que, hoy, ustedes están implicados, que todos aquí también estamos implicados; también para pretender que, su cumplimiento, pueda derivar en aprendizajes, pueda derivar en reflexiones que sean compartidas y que así nos beneficien a todos.
Bienvenidos a la Cámara de Diputados.
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