Demandan integrantes de esta instancia mayor presupuesto para la atención de pacientes con una enfermedad renal crónica, ya que es un padecimiento progresivo con un alto costo
Nota No. 5835
Realiza Comisión de Salud Cuarto Encuentro de la Alianza por la Salud Renal “¿En dónde estamos a 3 años de la pandemia?”
• Demandan integrantes de esta instancia mayor presupuesto para la atención de pacientes con una enfermedad renal crónica, ya que es un padecimiento progresivo con un alto costo
Palacio Legislativo 15-03-2023 (Notilegis).- La Comisión de Salud, que preside el diputado Emmanuel Reyes Carmona (Morena), realizó el Cuarto Encuentro de la Alianza por la Salud Renal “¿En dónde estamos a 3 años de la pandemia?”, que se llevó a cabo este miércoles como parte del Día Mundial del Riñón, que se conmemora el segundo jueves de cada marzo.
El diputado Éctor Jaime Ramírez Barba y la diputada Leticia Zepeda Martínez, del PAN, así como la diputada Selene Ávila Flores, de Morena, todos secretarios de esta instancia legislativa, resaltaron la necesidad de destinar mayor presupuesto para la atención de pacientes con una enfermedad renal crónica, ya que es un padecimiento progresivo con un alto costo.
La diputada Leticia Zepeda sostuvo que la enfermedad renal crónica es un problema de salud pública en México por la incidencia y prevalencia creciente, de pronóstico pobre, de alto costo y que lamentablemente no tiene un registro nacional de estos pacientes ni de trasplantados.
Asimismo, dijo que nuestro país ocupa el tercer lugar de incidencia en el mundo, después de Taiwán y Estados Unidos, con una prevalencia 12.2 por ciento y una tasa de 57 defunciones por cada 100 mil habitantes, lo que es muy alto.
“El golpe económico para un paciente con insuficiencia renal crónica es brutal, se estima que se requieren idealmente tres sesiones de diálisis a veces por semana y en el sector privado cada sesión cuesta de mil 700 a 2 mil 500 pesos, lo que representa un gasto de 20 a 30 mil pesos, y esto es insostenible para una familia mexicana”, señaló.
Explicó que las causas de la enfermedad renal crónica más comunes son la diabetes e hipertensión, y muchas veces la personas no saben que están en alguna etapa de insuficiencia renal, ya que el 98 por ciento se encuentra en etapas temprana, cuando aún puede ser reversible, pero no hay síntomas y ya se enteran cuando la enfermedad ya avanzó.
Subrayó que datos de la Secretaría de Salud revelan que hay más de 17 mil personas en espera de un riñón para trasplante, pero no se sabe cuántos ya lo recibieron, pues no existe un registro y aunado a esto, hay una falta de medicamentos de buena calidad, por lo que hay grandes retos en temas financieros y legislativos en la materia.
En ese sentido, recordó que presentó una iniciativa para promover la donación de órganos, tejidos y sangre y generar acciones de coordinación entre los tres niveles de gobierno, municipio estado y Federación para hacer campañas.
La diputada Selene Ávila sostuvo que es primordial atender este tema de salud pública de manera integral, desde las políticas enfocadas a ello y la legislación, así como los recursos que se requieren para quienes padecen insuficiencia renal, que en 2022 cobró la vida de más de 14 mil 300 pacientes.
Agregó que, en cifras conservadoras, se estima que se gastan hasta 257 mil pesos al mes por paciente sin seguridad social.
“Es cierto que el costo está presionando las finanzas públicas, son muchos factores que tenemos que abordar desde el punto de las políticas públicas del Ejecutivo Federal y desde el Poder Legislativo para verlo de manera integral”, dijo.
Celebró que se realicen estos foros para visibilizar la problemática y buscar la ruta para robustecer al sistema de salud, promover la cultura de la prevención, que, comentó, es uno de los grandes desafíos en todas las enfermedades, y emprender acciones desde el Poder Legislativo.
El diputado Éctor Jaime Ramírez explicó que las funciones de los legisladores son cuatro: hacer avanzar en las leyes, distribuir el presupuesto, lo que no es fácil en un país que no tiene recursos, formular políticas públicas a través de exhortos en los que concurre el sector público-privado, la industria farmacéutica, los institutos nacionales, los gobiernos de las entidades federativas, el sector social y los acuerdos de coordinación y finalmente, ser representantes de la ciudadanía.
Marisol Robles, presidenta de la Fundación Mario Robles Ossio y paciente trasplantada, señaló la importancia de prevenir una enfermedad renal y sugirió a los ciudadanos estar pendientes de su orina y heces, pues cuando son amarillas o hay espuma, indican algún problema del riñón.
Asimismo, enfatizó, hay que vigilar si cambia de color, pues si la orina es muy clara refleja que se está tomando mucha agua y si es oscura, se está deshidratado y eso puede ayudar a saber cómo está nuestra salud renal.
“La raíz de la salud renal es el conocimiento y solo del conocimiento podremos generar estos cambios y aunque es una enfermedad cara, en la medida que tengamos calidad en el acceso a tratamientos, podremos estar dibujando juntos un mejor futuro”, expresó.
En el encuentro participaron la doctora Noemí del Toro, médico nefrólogo, el doctor Antonio Méndez Durán, médico nefrólogo, coordinador de Programas Médicos en la División de Hospitales del IMSS y el doctor Rodolfo Rincón, jefe del Departamento de Nefrología del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, entre otros.
Apuntaron que la enfermedad renal crónica es un padecimiento común, desgastante en recursos económicos y en calidad de vida, derivado, principalmente de la diabetes, hipertensión y obesidad, que constituyen también las grandes pandemias globales y en México no es la excepción.
Expusieron que el Covid-19 afectó severamente los riñones de quienes se contagiaron y el acceso a la salud de pacientes con factores de riesgo disminuyó, por la atención a pacientes con Covid-19, lo que potencializó el deterioro de la función renal.
Señalaron que a tres años de la pandemia y el seguimiento a pacientes, reveló que aquellos que tuvieron Covid-19 con o sin afección en ese momento de los riñones, será más propensos a sufrir una enfermedad crónica renal que quienes no tuvieron el virus.
Además, subrayaron que las cirugías de trasplantes se redujeron de manera importante durante la pandemia de pasar a 3 mil 500 por año, a 900 en esos 2 años; no obstante, se ha regularizado la operación, pues en lo que va del año ya se han realizado 700 trasplantes y se dan terapias de reemplazo renal, llamadas diálisis y hemodiálisis.
Los médicos resaltaron la importancia de promover una cultura de la prevención, ya que las enfermedades renales pueden ser silenciosas; además, apoyar a la población más vulnerable, porque el acceso a la salud es limitado y la atención se brinda sólo a los derechohabientes.
NGM