Nota No. 3064
Un país sin memoria es uno sin futuro; la cultura es la brújula, afirma Dolores Padierna
• La diputada de Morena encabeza la presentación del libro “Códices. Murales de Ariosto Otero”
Palacio Legislativo de San Lázaro, 08-12-2025.- La diputada Dolores Padierna Luna (Morena) afirmó que un país sin memoria es uno sin futuro, porque la cultura no es un adorno ni una celebración ocasional: es fundamento, es raíz, es brújula.
“México está hecho de resistencias y de permanencias. De heridas, sí, pero también de sanaciones. De silencios impuestos, pero también de cantos que nunca pudieron callarse. Y los códices son prueba de ello: sobrevivieron a la devastación, a la censura, al fuego y a la imposición cultural. Se negaron a arder del todo. Se quedaron con nosotros. Y gracias a la sensibilidad del arte, regresan a conversarnos”, manifestó.
Al encabezar la presentación del libro “Códices. Murales de Ariosto Otero”, subrayó que hablar de códices, es hacerlo de la savia que nutre a la nación; son memoria viva, códices que respiran, que laten, que aún hoy brillan como brasas encendidas debajo del polvo de los siglos.
“En ellos, nuestros antepasados no solo registraron hechos: escribieron el universo, dibujaron el tiempo, plasmaron el movimiento de las estrellas, la música de las lluvias, las genealogías de la Tierra, y esa manera tan propia que tuvieron de entender la vida como un tejido donde todo está unido con hilos invisibles”, externó.
Enfatizó que los códices fueron, y siguen siendo, la forma en que una civilización entera se narró a sí misma. Cada glifo es una puerta. Cada color es un eco. Cada figura es un corazón antiguo que sigue latiendo en el nuestro.
En ese sentido, destacó que esta obra del muralista Ariosto Otero invita a mirar con detenimiento nuestras raíces y a escuchar la respiración profunda de nuestras culturas originarias.
Este libro, fruto del talento y de la visión artística de Ariosto Otero, dijo, no se limita a preservar imágenes: reinterpreta el espíritu del códice, lo actualiza, lo vuelve presente, lo hace vibrar nuevamente en nuestras retinas y en nuestra conciencia colectiva.
Resaltó que Ariosto no sólo pinta: convoca, invoca, llama a las voces que nos preceden. Su obra es una forma de mediación entre mundos: el mundo del pasado que se resiste a ser olvido, y el mundo del presente que necesita reconectarse con sus orígenes para no extraviarse.
“En este libro, el artista no realiza una imitación arqueológica; realiza un acto de restitución simbólica, un gesto estético que nos recuerda que la cultura mexicana no nació hace 200 o 300 años, sino que tiene miles de años de profundidad, de complejidad, de creatividad”, comentó.
La diputada de Morena sostuvo que insistió en que hoy, en el Palacio Legislativo, donde se debate y se construye el porvenir, recibir esta obra tiene un significado especial porque un país sin memoria es un país sin futuro, y porque la cultura no es un adorno ni una celebración ocasional: es fundamento, es raíz, es brújula.
Abundó que un libro como “Códices. Murales de Ariosto Otero” convoque a esta comunidad diversa es una señal clara de que el arte sigue siendo un punto de encuentro, un puente entre generaciones, un diálogo entre lo que fuimos, lo que somos y lo que queremos ser. Hoy celebramos no sólo un libro, sino un gesto de resistencia cultural.
Por su parte, el diputado Roberto Mejía Méndez (Morena), presidente del Grupo de Amistad México-Colombia, señaló que el muralismo mexicano ha sido y es, una de las formas más emblemáticas de nuestra identidad. La obra del maestro Otero da cuenta de ello, consolidando el arte como un espacio de encuentro y como resistencia frente al olvido.
“El muralismo, en este sentido, se erige como un espacio de encuentro y reconocimiento mutuo: una forma de expresión que nos enriquece, que trasciende fronteras y nos permite valorar tanto lo que nos une, como lo que nos distingue. La obra de Otero nos recuerda que la diplomacia no se limita a los acuerdos institucionales, sino que también se expresa en la cultura, en la manera en que los pueblos conviven a través del arte y a través de la búsqueda de justicia social”, indicó.
Esta obra, enfatizó, es una invitación a reflexionar sobre nuestra historia y sobre el papel que el arte desempeña en la construcción de sociedades más justas y conscientes.
A su vez, el muralista Ariosto Otero urgió al Estado a ver e impulsar el muralismo mexicano. “No somos una nación que creó un arte de ayer; 5 mil 700 años marcan la historia de este tipo de arte y en esa ruta, permanecen algunos, porque tengo que reconocer que somos una especia en extinción, si es que el Estado no nos ve y es el muralismo tan importante para México como los tacos, el mariachi, el tequila, el mezcal, como nuestros artesanos, con nuestra vida misma histórica”.
Finalmente, Elías Robles Andrade, director del Espacio Cultural San Lázaro, destacó que la Cámara de Diputados no solo es el espacio donde se hacen las leyes, sino que se ha convertido en el epicentro del arte y la cultura, por lo que agradeció a las personalidades y al público asistente su presencia en este evento.
En el acto participaron el embajador de Colombia en México, Carlos Fernando García Manosalva y la historiadora Ana Lourdes Ross.
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