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Con la ciencia podemos aspirar a la igualdad: Sayonara Vargas


Juventina Bahena

La ciencia nos permite transformar y crear en beneficio de la gente y su mejor calidad de vida, y de esta forma podemos aspirar a la igualdad social, es el punto de vista que nos comparte la diputada Sayonara Vargas Rodríguez (PRI), en el marco del análisis que realizan los grupos de trabajo creados por las comisiones de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados y el Senado de la República para actualizar el marco legal y adecuar las políticas públicas en la materia.

La entrevista por teléfono fue útil para ilustrar el tema.

—Estoy frente a un café. La ciencia hizo la taza, los cubiertos, la televisión que estoy mirando. Tú y yo nos estamos comunicando a través de un dispositivo electrónico que fue generado por un científico, y el apoyo económico aplicado a su desarrollo tecnológico, que se concreta en una mejor calidad de vida para la sociedad y en la que podemos aspirar a la igualdad y, al mismo tiempo, ampliar sus efectos en el terreno educativo. Necesitamos que se genere la suficiente fibra óptica para que niñas y niños tengan Internet en las comunidades más atrasadas. Eso es ciencia.

La diputada del PRI, experta en temas educativos, no deja duda alguna de los efectos positivos de la ciencia en la sociedad.

—Yo visualizo la ciencia como esa rama del saber que puede mejorar, cambiar, transformar las cosas. A la ciencia debemos que se hayan creado los dispositivos electrónicos durante la pandemia, que alguien haya invertido en un celular, en una plataforma de Internet como Zoom, con lo cual se dio una respuesta más o menos rápida al sector educativo. Ahí estamos viendo la ciencia.

El tema de los recursos, siempre presente

El tema de los recursos siempre está presente ya se trate de políticas públicas o de cualquier proyecto de investigación que se emprenda. Y parece ser el punto de inflexión para su éxito o fracaso. El tema de los recursos no podía faltar en la conversación con la exsecretaria de Educación Pública del estado de Hidalgo.

—Instituciones como el Cinvestav del Instituto Politécnico Nacional, la UNAM, y otras instituciones de investigación siempre recibieron recursos; hoy cuentan con sólo 20 por ciento de su presupuesto anualizado. Esto es grave porque se deja de financiar investigación aplicada o a largo plazo. Acabamos de pasar por una pandemia ¿dónde están nuestros centros de investigación? no hay recursos para ello.

Realmente es un tema de recursos o no estamos haciendo investigación aplicada, digamos que por proyecto. Por otro lado, cada vez ingresan académicos o investigadores del sector público o privado al Sistema Nacional de Investigadores. Para permanecer ahí necesitan publicar algún artículo, y eso les significa un ingreso mensual, pero realmente no se les obliga a que presenten algún proyecto de investigación. Entonces, ¿realmente es una cuestión de recursos o hay otra problemática que no es visible para todo mundo?

—Hay una investigación per se, donde se publican artículos que no corresponden a una investigación completa, sino sobre aspectos específicos y para presentarlo al Conacyt y hacer puntos debe publicarse en una revista arbitrada. Luego está la investigación de largo plazo, como la que hace la UNAM o el mismo Cinvestav. Es una investigación para generar una vacuna, por ejemplo, y de ello se publican artículos breves sobre una serie de investigaciones de muy largo plazo, en donde se involucra a diversos especialistas. Este investigador SNI obviamente tiene una beca para poder desarrollar su trabajo. Ahora bien, está la investigación aplicada, con un resultado evidente, que genera un producto que le ayuda a la sociedad. También se hace investigación en ciencias sociales, en muchos rubros. De acuerdo con las reglas de operación del SNI, todo ese apoyo que usualmente se daba, está cerrado.

Respecto de los apoyos, la diputada Vargas Rodríguez refiere que “ya son tres años sin los apoyos en rubros sustantivos debido a acciones políticas justificadas en la corrupción y en que un SNI está cobrando por escribir un artículo que a nadie le importa y yo preguntaría ¿por qué le voy a dar dinero a un nini que ni estudia ni trabaja y ni siquiera hace un paper?”

Buscando el prestigio académico en el extranjero

Los becarios buscan sus maestrías, doctorados y posgrados en el extranjero porque les da “prestigio” y pueden obtener estatus en el mercado laboral, mayor recurso, mejor salario y reconocimiento, pero también en la UNAM hay doctorados. Entonces ¿por qué se busca necesariamente obtener ese prestigio académico en el extranjero?

—Uno es clasista, vivimos en una sociedad malinchista, y eso es una construcción social. Pero podríamos poner candados en Conacyt. Si alguien pide una beca para pedagogía, Conacyt debe mostrar todas las instituciones que otorguen becas en esa materia y no abrir becas para España o Alemania cuando tengo las mejores instituciones de mi país en esta área del conocimiento. Conacyt puede poner los candados necesarios y dejar las becas para aquellas áreas que van a abonar, sumar y atraer nuevos desarrollos a México, porque es cierto, he visto muchos SNI haciendo turismo educativo. Pero no se trata de quitar las becas, hay que poner candados.

También se habla de la mercantilización de la ciencia y que la generación de conocimiento se supedita a los intereses corporativos y no al interés público. Incluso se ha mencionado que con recursos públicos se han financiado proyectos de la iniciativa privada. Entonces ¿cómo garantizar que la ciencia realmente esté dirigida a la solución de problemas de la sociedad mexicana? Que realmente haya un beneficio social y no particular.

—Bueno, no conozco este tema, pero tampoco estaría a favor en el carácter mercantilista. Y voy a poner un ejemplo. En Hidalgo (de donde es originaria) queremos hacer un Sincrotrón; es una forma de generar ciencia, sobre todo para la salud, es una suma de acciones de pequeñas células de investigación; las hay en Dinamarca y en otros países. Cuesta mucho, pero estamos pugnando por ello porque está al servicio de las necesidades de este país.

“Si quiero ponderar, por ejemplo, en Hidalgo, la investigación o la ciencia para el campo, entonces tengo que empujar todo mi Sincrotrón para elevar la ciencia e investigación en ese sentido para obtener mejores cultivos, exportar mejor, obtener un maíz más orgánico, o industrializarlo, al final la ciencia se ocupa para el ramo alimentario. Si empujamos la ciencia hacia cultivar mejor, como generar alimentos, estamos hablando de un sector que no está mercantilizado, sino que lo estamos destinando a las necesidades de este país.

“Por eso mencionaba las reglas de operación, creo que la narrativa debería estar dirigida a los candados en las reglas de operación y al Plan Nacional de Desarrollo. Si quiero superar al campo no invierto en el programa “Sembrando vida” para que siembren árboles que luego ni siembran. Prefiero aplicar ese recurso para ver qué herramientas, qué ciencia, qué información tengo que incorporar para obtener un mejor elote, porque la base de nuestro México es el maíz, por ejemplo. Y entonces ¿dónde estamos incorporando ciencia alimentaria cuando tenemos un 26 por ciento de personas que no tiene que comer?”.

Una ciencia clasista

Pareciera que es una ciencia clasista, pareciera que los que hacen ciencia en este país o los becarios pertenecen a otra clase de personas y que un obrero no puede hacerlo, o un estudiante, una universidad tecnológica, nunca van a hacer ciencia; al contrario, todos los días lo están haciendo. Pero no hemos entendido qué es la ciencia y dónde se puede aplicar. Cuando lo tengamos claro y el Conacyt lo tenga claro, las cosas van a cambiar, asegura Sayonara Vargas.

Nos imaginamos al científico solito, ahí haciendo su trabajo en un laboratorio ¿ya estamos haciendo ciencia de manera interdisciplinaria, multidisciplinaria?

—Muchos de los proyectos que se desarrollan en las universidades son interdisciplinarios. Ya no es el científico loco, despeinado. Ése ya no existe, en realidad todo es interdisciplinario porque, como lo mencioné antes, para hacer crecer un elote necesitamos al jornalero, al tractor, lo que vamos a inyectar al elote para hacerlo crecer; al botánico, al biólogo, al agrónomo. Por ejemplo, creo que se está desarrollando mucho el tema de la salud por obvias razones después de la pandemia. Este tema es abordado desde diferentes perspectivas, desde los animales de prueba, los psicólogos; tiene que haber equipo, participan muchos especialistas, es decir, ya no es uno solo, ya no es Einstein solito haciendo su Ley de la Relatividad. Se requieren equipos de científicos, y ojalá podamos dar todo el apoyo necesario a los investigadores e investigadoras de este país.


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