Pienso en el final

Actores: Jesse Plemons y Jessie Buckley
Netflix, 2020

Cuando vemos cine solemos adelantar juicios de la trama y muchas veces decimos que el final era predecible.

Si con esa actitud vemos la película Pienso en el final, Charlie Kaufman, es probable que la pifia nos cause desconcierto, confusión y solamente un sabor inquietante por su atmósfera depresiva.

La trama: una pareja hace un viaje a través de un paisaje nevado a la granja de los padres de él. El ambiente es tan tétrico que pareciera que enfrentarán un mal terrible, pero no, tal cosa no sucede.

El director jugó con dos planos: el que presenta con la estructura narrativa de la historia y el que subyace en los detalles para descubrir al verdadero protagonista, que pocas veces aparece; son dos realidades que se superponen.

El personaje central es un hombre mayor que vive solo, y en ese momento de su existencia reflexiona sobre la vida, la muerte, la soledad. Conversa con él mismo, pero en su mente lo hace con una supuesta novia –que nunca tuvo– y sus padres.

Han calificado la película de densa, existencial, depresiva y taciturna, llena de simbolismos y fantasía creada por un hombre que no sabía socializar, pero así suelen ser los pensamientos suicidas de un hombre que casi ha llegado al final de su vida.

La virtud de Kaufman es haber tratado de exhibir esa atmósfera, esas reflexiones y esos recuerdos finales.

Como sea, Charlie Kaufman delineó esta pieza para cinéfilos pretenciosos, porque él mismo salió al paso a dar algunas explicaciones con las que se comprendiera su película. El periódico canadiense The Globe and Mail describió la novela del mismo nombre escrita por Lain Reid, en la que se basó el director, como “una cautivadora obra del gótico moderno que trata sobre los territorios internos del terror”.

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