Con 278 votos a favor, 25 en contra y 136 abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó cambios a diversas fracciones arancelarias de la tarifa de la Ley de los Impuestos Generales de Importación y de Exportación y avaló reserva del diputado Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política, al artículo único del dictamen y la inclusión de un artículo transitorio.
El diputado Monreal argumentó que apoyar a la industria es generar empleos, y “corregir esos graves desvíos, estamos en el momento preciso de hacerlo”. Explicó que presentó tres reservas relativas a ocho fracciones arancelarias nuevas que sustituyen a un número igual, las cuales fueron planteadas por la industria textil; otra de técnica legislativa y una más respecto a una columna que debe aparecer para la certeza jurídica de lo que se está aprobando.”
Respecto al cuarto transitorio explicó: “Con relación a los aranceles, motivo de esta reforma y, con el objetivo de garantizar el abasto de insumos en México en condiciones competitivas, la Secretaría de Economía podrá implementar mecanismos e instrumentos jurídicos específicos correspondientes para la importación de mercancías provenientes de países con los que el Estado mexicano no tenga tratado de libre comercio en vigor”.
El pleno validó el ajuste en las cuotas arancelarias en mataría de textiles, principalmente en los códigos 5209.19.91-Los demás tejidos; 5210.39.91-Los demás tejidos; 5211.49.91-Los demás tejidos; 5407.52.05-Teñidos; 5509.53.01-Mezcalados exclusiva o principalmente con algodón; 6004.10.99-Los demás; 6006.32.03-Teñidos, y 6006.34.03-Estampados.
El dictamen aprobado precisa que se pretende una reindustrialización soberana, sostenible e incluyente mediante la modificación de aranceles a la importación en sectores estratégicos de la economía mexicana.
Al fundamentar el dictamen, el presidente de la Comisión de Economía, Comercio y Competitividad, diputado Miguel Ángel Salim Alle (PAN), que la presidencia de México propuso la modificación de mil 463 fracciones arancelarias, en 17 sectores diferentes: autopartes, autos ligeros, vestido, plástico, siderúrgico, electrodomésticos, juguetes, textil, muebles, calzado, marroquinería, papel y cartón, motocicletas, aluminio, remolques, vidrio y cosméticos, de las cuales 316 no estaban actualmente sujetas al pago de aranceles y en 341 ya se aplicaba un arancel del 35 por ciento y en 302 un arancel del 10 por ciento.
Debido a ello, la instancia legislativa realizó un análisis técnico que incorporó la revisión detallada de la iniciativa, la evaluación sectorial de las mil 463 fracciones arancelarias sujetas a modificación y un ejercicio de diálogo abierto con los sectores productivos del país.
Añadió que se recibieron 27 propuestas por parte de cámaras empresariales y asociaciones nacionales, así como 20 adicionales provenientes de empresas y agentes económicos.
También, se realizaron cuatro mesas de trabajo sobre manufactura de bienes de consumo, industria metalmecánica y automotriz, industria textil y actores involucrados en la industria automotriz.
Como resultado del análisis y diálogo con la industria nacional, agregó el diputado, la Comisión realizó ajustes a la iniciativa original, ya que, de las mil 463 fracciones, 391 se mantuvieron sin modificación y en más de dos terceras partes de estas fracciones, en 974 se hizo una reducción del 28 por ciento en promedio respecto a la iniciativa.
Mientras que en 104 fracciones se redujo el arancel al cinco por ciento en armonía con el Tratado con nuestros principales socios comerciales. Se eliminaron 115 fracciones y se incorporaron 115 nuevas para atender observaciones técnicas e inquietudes de la industria. Dentro de las fracciones eliminadas se consideraron 13 que resultaron muy sensibles para la industria del acero, el aluminio y la siderúrgica; las demás quedaron sin modificaciones.
Salim Alle explicó que en una revisión de 476 fracciones se notó que en 321 hay proveedores ubicados en países con tratados de libre comercio con México, reduciendo la posible afectación para los sectores productivos. Además, para una mejor valoración de los efectos de las medidas arancelarias, el dictamen integra el análisis del Centro de Estudio de Finanzas Públicas.
Argumentó que las fracciones modificadas representan 51 mil 910 millones de dólares en importaciones equivalente al 8.3 por ciento total de importado en 2024. Los incrementos arancelarios no tendrán impacto significativo en la inflación porque esos bienes tienen una baja ponderación en el cálculo de la inflación.
La diputada Claudia Selene Ávila Flores (Morena) estuvo de acuerdo con que las reformas no habrá un proceso de afectación inflacionaria. “Se espera que si acaso podría haber una afectación a la canasta básica del 0.03 por ciento, y esto debido a que los ajustes de los aranceles se concentran en fracciones de baja ponderación en el Índice Nacional de Precios al Consumidor”.
Añadió que los aranceles se colocan solamente para proteger las cosas que México sí tiene capacidad de producir y respeta los lineamientos internacionales, lo que mandata la Organización Mundial del Comercio, y quedan fuera los acuerdos comerciales que hay con los países; eso no se está violentando. “Si no se fortalece al mercado interno y no se hacen crecer las industrias, se estará condenando a México a una dependencia perpetua y a la muerte de sus industrias, lo que generaría desempleos y pobreza”.
Por el PAN, la diputada María Angélica Granados Trespalacios señaló que el dictamen se concentra en 17 sectores estratégicos, mil 463 fracciones arancelarias, la mayor parte de esas importaciones proviene de países sin tratado comercial con México, especialmente China, donde el déficit es desproporcionado, por lo que las medidas de estas reformas responden a una simetría real.
El diputado José Antonio Gali López (PVEM) opinó que el dictamen es una respuesta acertada a la actividad productiva, fortalece la industria nacional, consolida el mercado interno, estimula el desarrollo de 17 sectores estratégicos que se tienen bien estudiados en diferentes entidades del país, promueve la generación del empleo y garantiza las condiciones de competencia adecuada frente al escenario que se enfrenta.
Detalló que de las mil 463 fracciones arancelarias modificadas, sufrieron cambios más del 60 por ciento debido al diálogo que se tuvo con los sectores relacionados, “quienes están contentos del proteccionismo que se hace y salvaguardar más de 300 mil empleos. La reforma significa blindar sectores estratégicos del país y polos de desarrollo, con el fin de garantizar que el Plan México llegue a un buen puerto”.
El diputado Reginaldo Sandoval Flores (PT) precisó que van en abstención porque un incremento abrupto en los aranceles, especialmente a bienes intermedios, puede en el corto plazo generar presiones inflacionarias, como ya está sucediendo, al incrementar los costos de producción de las empresas productoras, al no ser fácilmente reemplazables con sustitutos de origen nacional; se requerirá un estudio y un análisis más profundo para afectar lo menos posible a los productores nacionales.
Tampoco el impulso a la reindustrialización está garantizado, argumentó; dependerá de factores tales como la inversión, el acceso al crédito de los potenciales inversionistas, oportunidades de inversión, disponibilidad de mano de obra, entre otros. “Se corre el riesgo de que en lugar de apoyar una estrategia comercial que diversifique el comercio exterior, disminuya la intensidad de los choques externos”, apuntó.
Para el diputado Hugo Eduardo Gutiérrez Arroyo (PRI) es necesario seguir trabajando, ajustar, mejorar y no apresurar, dado que el dictamen cita textual que no se cuentan con los elementos suficientes para cuantificar el efecto de la reforma, no se dispone de la información actualizada sobre los volúmenes de importación, elasticidades de la demanda, ni sobre el comportamiento esperado de los agentes económicos. El aumento arancelario presionará la inflación al elevar los precios de insumos que México no produce o produce más caro.
Sin datos --aseguró-- no hay forma de evaluar el impacto en la planta productiva, la pérdida potencial de empleos, la magnitud de la inflación y la capacidad de sustitución industrial. No hay un plan de transición industrial que acompañe los aranceles sin financiamiento, apoyo, infraestructura, impulso tecnológico o políticas de fomento para las micro, pequeñas y medianas empresas. “Los aranceles por sí solos no pueden garantizar el fortalecimiento industrial. Subir aranceles puede encarecer la producción y convertir en un freno al crecimiento. Por esos argumentos, el PRI votará en abstención”.
En opinión de Gloria Elizabeth Núñez Sánchez, diputada de MC, ante los cambios propuestos se requiere una política integral que la acompañe, en la que se contemplen estímulos destinados a fortalecer el mercado interno y la industria, programas de sustitución de importación, incentivos fiscales, garantías crediticias, inversión pública y otros esquemas que verdaderamente vengan a apoyar a las MIPyMES. “El incremento de todo arancel por sí solo no va a lograr el cumplimiento del objetivo antes planteado”.
México jamás avanzará levantando muros arancelarios que encarecen la vida y frenan el desarrollo del país, sostuvo. “