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La educación inicial, sin presupuesto ni escuelas


luz María Mondragón

En 2019 emergió un nuevo paradigma en materia educativa. Su punto de partida: la educación inicial, destinada a la niñez de 0 a 3 años, es obligatoria, universal y gratuita; derecho de alrededor de ocho millones de niñas y niños. Sin embargo, este nivel escolar fundamental presenta más problemas que avances, por lo que la Secretaría de Educación Pública debe concientizar sobre su importancia. 

Datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) resumen: en México, ocho de cada diez niñas y niños menores de tres años de edad, no recibieron o no tuvieron acceso a los servicios de educación inicial por parte de los gobiernos federal, estatales y municipales.

Primero, la esencia del nuevo modelo fue la reforma al artículo 3º constitucional: “Toda persona tiene derecho a la educación. El Estado (federación, estados, Ciudad de México y municipios) impartirá y garantizará la educación inicial, preescolar, primaria, secundaria, media superior y superior…La educación inicial es un derecho de la niñez y será responsabilidad del Estado concientizar sobre su importancia. Corresponde al Estado la rectoría de la educación, que, además de obligatoria, será universal, inclusiva, pública, gratuita y laica…” (Diario Oficial de la Federación, 15 de mayo 2019).

La reforma constitucional de 2019 estableció un cambio significativo: la educación inicial será impartida por el Estado en las mismas condiciones que los otros niveles educativos. Es decir, de forma obligatoria, universal, inclusiva, pública, gratuita y laica.

Así, la educación inicial es obligatoria y gratuita. Pero este mandato constitucional no se ha hecho realidad porque persisten problemas graves: muy baja cobertura; falta formar recursos humanos adecuados; no hay infraestructura; los presupuestos son limitados y el Estado no ha cumplido su papel de concientizar sobre la importancia de este nivel educativo, a través de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

El diputado Victoriano Wences Real (PT) presentó una iniciativa con proyecto de decreto por el que se adiciona una fracción III al artículo 218 de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión. El objetivo es que se cumpla con el interés superior de la niñez, concretamente lo establecido en el artículo 3º de la Carta Magna: es responsabilidad del Estado concientizar sobre la importancia de la educación inicial.

En su iniciativa, el legislador del PT reflexiona sobre algunas aristas de este nivel escolar básico. Explica: la cobertura tan baja obedece, en buena medida, entre otros factores, al desconocimiento de la población, en especial los padres y madres de familia, de sus beneficios.

Por lo anterior, el diputado propone reformar el artículo 218 de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR). El objetivo: que la Secretaría de Educación Pública elabore y difunda mensajes destinados a concientizar sobre la importancia de la educación inicial, en consonancia con el mandato establecido en el artículo 3º constitucional.

Anatomía de la educación inicial

La educación inicial es crucial y determinante para generar condiciones de equidad, inclusión y vigencia de los derechos de niñas y niños de 0 a 3 años de edad.

Incluso ya existe la Estrategia Nacional de Atención a la Primera Infancia (ENAPI), donde se definen planes y acciones. Cabe aclarar que el universo de la llamada primera infancia es la población de 0 a 5 años.

Un rostro de la problemática en materia de educación inicial es la muy baja cobertura, a pesar de que ya es obligatoria. Las estadísticas así lo revelan. En el ciclo escolar 2020-2021, en este nivel estaban inscritos 196 mil 861 niñas y niños, mientras que en el 2021-2022, la matrícula fue de 190 mil 740 infantes.

Para dimensionar la baja matrícula en educación inicial, de acuerdo con datos del Inegi, en el nivel preescolar del ciclo 2021-2022 estaban inscritos 4 millones153 mil 558 niñas y niños. Los datos revelan que en el nivel inicial se inscribió apenas el 4.60 por ciento de los infantes de preescolar.

Por otra parte, la Ley General de Educación (LGE), en su artículo 39 establece: La Secretaría de Educación Pública determinará los principios rectores y objetivos de la educación inicial, con la opinión de las autoridades educativas de las entidades federativas y la participación de otras dependencias e instituciones públicas, sector privado, organismos de la sociedad civil, docentes, académicos, así como madres y padres de familia o tutores.

Asimismo, la LGE, en su artículo 40, señala: Los principios rectores y objetivos estarán contenidos en la Política Nacional de Educación Inicial (PNEI), la cual será parte de una Estrategia Nacional de Atención a la Primera Infancia (ENAPI). La PNEI integrará y dará coherencia a las acciones, programas y modalidades que distintos agentes desarrollan en materia de educación inicial bajo la rectoría de la Secretaría, con el objeto de garantizar la provisión de modelos de este nivel educativo adaptables a los distintos contextos y sensibles a la diversidad cultural y social.

Cuatro años después…

La mayoría de niñas y niños menores de tres años no desarrollan todo su potencial. Crecen con lagunas en los ámbitos cognitivo, socioemocional, físico-motor y del lenguaje. Las carencias se acentúan en la niñez en situación de pobreza y derivan en una vida con menos oportunidades.

¿Causas? Ausencia de una institucionalidad que garantice la calidad de los servicios, reducidos presupuestos, fragmentación de servicios, baja cobertura, inadecuada focalización de grupos vulnerables, alta rotación de personal, noción asistencialista del cuidado, carencia de un sistema nacional de formación y capacitación para los agentes educativos (no se trata de cambiar pañales y preparar mamilas), sintetizó la maestra Claudia Izquierdo Vicuña, directora general en Desarrollo Curricular de Educación Básica de la SEP.

El foco está en la necesidad de mayor presupuesto para cumplir cuatro objetivos: ampliación de cobertura; capacitación de agentes educativos; aseguramiento de la calidad; sistema de monitoreo y seguimiento.

Por su parte, la maestra Jimena Lazcano Norori, Oficial Nacional de Desarrollo Infantil Temprano del UNICEF-México, aseveró: ocho de cada diez niñas y niños de entre cero y tres años no tienen acceso a programas o servicios de educación inicial.

Concluyó: la mayor brecha está en Jalisco, Tabasco, Nayarit, Baja California, Tamaulipas, Estado de México, Guanajuato y Morelos. La brecha menor, en Chihuahua, Sinaloa, Aguascalientes y Chiapas.

A nivel nacional es necesario invertir 27 mil 109 millones de pesos para universalizar los servicios de educación inicial, porque es una etapa fundamental que determina los cimientos sólidos sobre los que se apoyarán los siguientes niveles educativos. Es el desarrollo de habilidades de pensamiento, habla, aprendizaje y raciocinio. Impacta el presente y futuro de la niñez.

Orfandad y deserción escolar

Otra problemática es la deserción escolar. Entre otros factores que la originan destaca uno que es desolador: niñas y niños en situación de orfandad, por muerte de madres, padres o abuelos a causa del Covid-19 y de los feminicidios.

tá en los primeros lugares entre los países con mayor número de menores en situación de orfandad debido al Covid-19.

La Cámara de Diputados aprobó reformas a la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, a fin de que todas las autoridades, en el ámbito de sus respectivas competencias y atribuciones, adopten garantías y medidas de protección especial de derechos de niños y niñas en orfandad.

Todo lo que se refiere a la niñez debe ser prioritario para el Estado. En especial, garantizar sus derechos, entre ellos, la educación.

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