Luz María Mondragón
La revolución del siglo XXI es la Inteligencia Artificial (IA). Nada volverá a ser igual. Vivimos un mundo en cambio. El futuro es robótico.
Es tiempo de chips, interfaces, máquinas autómatas, robots humanoides. Son poderosos. Van apropiándose de las facultades humanas: la abstracción, los conceptos, la solución de problemas. Van desplazando a los seres humanos en los puestos de trabajo, cada vez más. Quizá a futuro pudieran borrar cualquier rostro de humanismo.
Sin embargo, los robots humanoides no pueden sentir, amar, soñar, llorar. No tienen empatía, solidaridad, generosidad. No son más grandes que el amor.
El poeta Dante Alighieri, en La divina comedia reflexionó sobre la energía superior, sobre el poder del amor, sintetizó: “El amor que mueve al Sol y las otras estrellas”.
Ante la penetración, el avance de los robots humanoides, es la hora de hacer grandioso al ser humano, otra vez.
Hoy se buscan espíritus del presente. Necesitamos más Platón, más Pitágoras, más Aristóteles, más personas que desarrollen lo mejor de sí mismas, la solidaridad, la generosidad, la compasión, la dignidad del ser humano.
Ante los desafíos de la modernidad, de la actualidad y de la Inteligencia Artificial anhelamos una nueva Grecia Clásica, un nuevo Renacimiento, una nueva Ilustración.
¡Ser más grandes que el amor!
Y tú, ¿qué eliges?