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Los ideólogos de la Revolución


Juventina Bahena

Detrás de las grandes revoluciones del siglo XX –no guerras, no batallas–, como la Revolución rusa de octubre de 1917, la cubana de 1953-1959 con el Movimiento 26 de Julio, y la Revolución Mexicana que inició en 1910, hubo grandes pensadores e intelectuales, casi todos periodistas y maestros de escuelas rurales, cuya reflexión y pensamiento crítico constituyó un sólido pilar que dio sentido y dirección a los movimientos armados.

Siempre estuvieron las ideas antes que las armas en sociedades explotadas y oprimidas que buscaron su liberación y la construcción de nuevas realidades con la modificación de las estructuras políticas, sociales, económicas.

¿Qué tanto las ideas de Carlos Marx aportaron a la visión del mundo de los ideólogos de la Revolución Mexicana? Lo cierto es que ninguno de nuestros revolucionarios se planteó la dictadura del proletariado, pero sí hay evidencia de que abrevaron de sus teorías, más cuando "El capital" –Marx apenas pudo concluir y publicar el tomo I y los otros dos fueron terminados por Federico Engels– es un texto teórico que ha sido catalogado como obra de filosofía, de economía, un tratado político sobre las relaciones de dominación entre proletarios y burgueses.

Hay un capítulo Octavo sobre los “Libros azules” que dan cientificidad a sus tesis sobre el modo de producción capitalista y la plusvalía que generan los trabajadores con base en la explotación de que son objeto de los dueños de los medios de producción. Estos libros registraban los informes de los inspectores ingleses (entre los años 1830 y 1884), de cuyo estudio y análisis Carlos Marx exponía las condiciones de explotación y maltrato de los trabajadores en el sistema capitalista.

Sus teorías inspirarían revoluciones en Rusia, China, Cuba y en otros países. En las tres primeras fue derrocado el sistema dominante, se abolió la propiedad privada y los medios de producción se socializaron. El marxismo, en su vertiente filosófica, es aún una manera de interpretar el mundo.

¿Quiénes fueron los ideólogos de la Revolución Mexicana? 



Ricardo Flores Magón

Ricardo Flores Magón (1873-1922) es, sin duda, el gran pensador de la Revolución Mexicana. Desde las páginas del diario Regeneración, editado por Jesús Flores Magón, lanzaba críticas al gobierno de Porfirio Díaz, pero es con la organización del Partido Liberal, en 1906, y la publicación del Manifiesto a la Nación, donde se exponen los ideales y el programa que se proponían llevar la práctica, luego de la insurrección que se preparaba en la clandestinidad.

En el texto se planteaba que “en los puntos del Programa no consta sino aquello que para ponerse en práctica amerita reformas en nuestra Legislación o medidas efectivas del Gobierno”. Entre otros puntos, señalaba:

No se puede decretar que el Gobierno sea honrado y justo: tal cosa saldría sobrando cuando todo el conjunto de leyes, al definir las atribuciones del Gobierno, le señalan con bastante claridad el camino de la honradez; pero para conseguir que el Gobierno no se aparte de ese camino, como muchos lo han hecho, sólo hay un medio: la vigilancia del pueblo sobre sus mandatarios, denunciando sus malos actos y exigiéndoles la más estrecha responsabilidad por cualquier falta en el cumplimiento de sus deberes. Los ciudadanos deben comprender que las simples declaraciones de principios, por muy altos que éstos sean, no bastan para formar buenos gobiernos y evitar tiranías; lo principal es la acción del pueblo, el ejercicio del civismo, la intervención de todos en la cosa pública.

El Programa del PLM, en cuya redacción participaron, principalmente, Ricardo Flores Magón, Juan Sarabia y Antonio I. Villarreal, buscaba terminar con la estructura del Estado oligárquico porfirista hasta sus cimientos y crear un Estado democrático, con justicia social, nacionalista y antiimperialista, con participación inclusiva de la población en los asuntos del gobierno.

En el Programa se proponía eliminar el servicio militar obligatorio, elevar las responsabilidades de los funcionarios públicos; planteaba multiplicar las escuelas primarias y la obligatoriedad de la instrucción pública hasta los catorce años; determinaba una jornada laboral de 8 horas y el salario mínimo, la supresión de las tiendas de raya y reglamentación del trabajo doméstico; prohibía el trabajo infantil y establecía el pago de indemnizaciones por accidentes de trabajo; proponía expropiar tierras improductivas a los latifundistas y la repartición de terrenos a los mexicanos que así lo solicitaran.

Los tres editaban el periódico Regeneración y elaboraban los principales artículos. Cuando se publicó el Manifiesto a la Nación, a Villarreal se le encomendó redactar la parte correspondiente a educación y agrarismo; Flores Magón se encargó de la exposición del programa; a Sarabia, lo referente a los campesinos y obreros.

Así, en la demanda de una educación universal, libre y laica y la exigencia de mejores salarios para los maestros de primaria, estuvo la mano de Villarreal, así como en el apartado laboral.

Los disturbios originados por la huelga de mineros de Cananea, el 1 de junio de 1906, que demandaban el cese a las discriminaciones de empleo, aumento salarial y reducción de la jornada de trabajo, tenían detrás del movimiento al PLM como principal fuerza política, que, a su vez, estaba gestando un movimiento previsto para el 16 de septiembre de ese año, porque decidieron que la única forma de lograr el cambio en México era la revolución armada.

Mientras se sucedían las revueltas organizadas por la Junta Revolucionaria del PML, Ricardo Flores Magón permanecía en una cárcel de Arizona, en 1909, en tanto la crisis política y la crispación social colocan a Francisco I. Madero al frente de un movimiento nacional antirreeleccionista.



Antonio I. Villarreal

El general José Antonio Villarreal González (1879 - 1944), fue un destacado militar revolucionario, profesor y político. En sus años de estudiante se relacionó con jóvenes liberales, entre ellos, Camilo Arriaga, con quienes fundó el club liberal "Ponciano Arriaga". ahí conoció a Ricardo Flores Magón, Juan Sarabia, Antonio Díaz Soto y Gama y a Librado Rivera.

Desde 1903 participó en actividades políticas contra el régimen de Porfirio Díaz. Cultivó amistad con Ricardo Flores Magón, Jesús Flores Magón, Luis Cabrera Lobato, Heriberto Jara y Francisco I. Madero.

En 1904 fue redactor del periódico Regeneración, órgano de difusión de la Junta Revolucionaria que conspiraba contra la dictadura, con sede en San Luis Misuri.

Con los hermanos Flores Magón y otros miembros del partido, estuvo preso tres años en Los Ángeles, California, y en Yuma, Arizona, por violar las leyes de neutralidad de los Estados Unidos.

Al proclamarse el Plan de Guadalupe, en 1913, con el que inició la lucha contra Huerta y quienes lo reconocieron, Villarreal se incorporó al ejército de Carranza. Fue gobernador de Nuevo León; durante su administración aplicó disposiciones sobre relaciones laborales en beneficio de los obreros; prohibió el culto religioso y se le acusó de la destrucción de templos y del fusilamiento de imágenes religiosas.



Juan Sarabia

Juan Sarabia Díaz de León (San Luis Potosí, 1882 - 1920) fue abogado, médico, historiador, político y periodista, fundador e integrante del PLM hasta 1911, fecha en que se une al movimiento antirreeleccionista de Francisco I. Madero. Tuvo varios oficios, pero el de impresor lo llevaría por el camino del periodismo y la política. Con el apoyo económico de Camilo Arriaga empezó a publicar “El Demócrata”. Al año siguiente empezó a editar “El Porvenir” y el “Renacimiento”, órgano de difusión del Club Liberal "Ponciano Arriaga". Colaboró en “El Diario del Hogar”, “El Hijo del Ahuizote” y otros periódicos revolucionarios.

Participó en el Congreso Liberal de 1901 en San Luis Potosí, junto con Camilo Arriaga, Librado Rivera y Antonio Díaz Soto y Gama. Fue secretario general del Club Liberal "Ponciano Arriaga". Exiliado en los Estados Unidos desde 1904, participó en la organización de PML junto con Ricardo Flores Magón, Librado Rivera, Antonio I. Villarreal, Rosalío Bustamante, Enrique Flores Magón y Manuel Sarabia.

En 1905 estuvo en contacto con los anarquistas Emma Goldman y Florencio Bazora con los que entabló frecuentes conversaciones en las que también participaban Antonio I. Villarreal y Ricardo Flores Magón.

En 1907 fue detenido en Ciudad Juárez y trasladado a la prisión de San Juan de Ulúa de donde es excarcelado en mayo de 1911 cuando Porfirio Díaz renuncia a la presidencia de México tras reconocer, en los Tratados de Ciudad Juárez, el triunfo del movimiento antirreeleccionista encabezado por Francisco I. Madero. Fue elegido diputado por San Luis Potosí durante el gobierno de Madero y encarcelado nuevamente cuando Victoriano Huerta disolvió la Cámara de Diputados, en 1913; fue liberado en 1914 y se trasladó a El Paso, Texas. Regresó a México en 1915. En 1920 fue senador por poco tiempo, debido a su salud diezmada por los recurrentes encarcelamientos, lo que le provocó la muerte.



Camilo Arriaga

Andrés Camilo Victorio Arriaga Ramos (1862-1945) ingresó en 1875 a la Escuela Nacional Preparatoria, de formación positivista, que dirigía Gabino Barreda. Ahí fue donde comenzó a leer textos de Proudhon, Marx, Engels, Bakunin y otros socialistas y anarquistas europeos. Ingresó a la Escuela Nacional de Ingenieros y a los 22 años comenzó a trabajar en las minas de plata propiedad de su familia. En 1888 fue nombrado diputado local en San Luis Potosí y de 1890 a 1898 se desempeñó como diputado del Congreso Nacional.

Su padre, Benigno Arriaga, era sobrino de Ponciano Arriaga, quien había sido diputado constituyente en 1857 y aliado de Benito Juárez. A él se le conoce como "Padre de la Constitución de 1857", por ser uno de sus principales redactores. Sus ideales sociales y agrarios los plasmó en el texto constitucional.

De regresó a San Luis Potosí, en 1899, se dispuso a generar un movimiento contra Díaz. Se reunió con jóvenes potosinos: Juan Sarabia, Antonio Díaz Soto y Gama y Rosalío Bustamante. Con ellos fundó el Club Liberal "Ponciano Arriaga", donde discutían textos socialistas y anarquistas de la biblioteca que Arriaga había adquirido en París.

En 1901 el Club Liberal organizó el Primer Congreso Liberal que pretendía reestructurar el Partido Liberal y reivindicar la Constitución de 1857. Asistieron delegados de distintos estados de la República, entre los que se encontraban los hermanos Flores Magón, editores del periódico Regeneración.

Exiliado en Estados Unidos desde 1903 tuvo diferencias ideológicas con Ricardo Flores Magón y se separó el grupo que en 1905 fundó la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano. Irónicamente, Arriaga, que había ayudado a difundir las ideas radicales de socialistas y anarquistas europeos entre los jóvenes intelectuales de clase media y baja, ya no estaba de acuerdo con ellos cuando comenzaron a plantear llevar esas ideas a la práctica.



Heriberto Jara Corona

El general Heriberto Jara Corona se integró al PLM a los 19 años. Fundó la primera Liga de Resistencia de los Obreros de Nogales y participó en la huelga de Río Blanco de 1907, de la que Heriberto fue uno de los principales dirigentes del movimiento, por lo cual fue a la cárcel. Después de ser puesto en libertad, empezó a escribir en periódicos como "La Opinión" y "El Dictamen". Fue militar y diputado del Congreso Constituyente de 1916. Impulsó diversas reformas y la incorporación de garantías sociales en varios artículos de la Constitución. Formó parte del grupo de diputados progresistas, entre quienes estaban Francisco J. Múgica, Alfonso Cravioto y Luís G. Manzón, que modificó el proyecto original de Carranza para incluir en la Constitución las garantías sociales consagradas en los artículos 3°, 27 y 123, referentes a la educación, propiedad de la tierra y derechos de los trabajadores, respectivamente.

La mayoría de los ideólogos de la Revolución fueron periodistas. Ellos fundaron los periódicos porque necesitaron los medios para difundir sus críticas al régimen de Díaz y sus propuestas para la construcción de un nuevo sistema de derechos y de justicia social. Se reunían para analizar la situación nacional; leían a los teóricos socialistas, anarquistas y positivistas.

Para Madero, la democracia era un fin en sí misma y su lucha giró en torno a un objetivo: el “Sufragio Efectivo” y la “No Reelección". El Plan de San Luis de 1910 convocaba al levantamiento de armas para terminar con “la dictadura de Porfirio Díaz y establecer elecciones libres y democráticas; también se comprometía a restituir a los campesinos las tierras que les habían sido arrebatadas por los hacendados.

Para Ricardo Flores Magón era modificar las estructuras y si el medio era una revolución, se tenía que hacer; para los moderados, la opción de las armas no era el camino. Al final, fue necesaria la lucha armada, pero la elaboración del Manifiesto del PML, en 1906, que daba una respuesta integral a las carencias sociales de los mexicanos, trascendería incluso a la redacción de las Constitución de 1917.

El caso de Emiliano Zapata y Francisco Villa fueron emblemáticos por la situación de extrema pobreza en la que surgieron. Zapata, más pragmático, básicamente exigía reparto de tierras y la devolución de aquellas de las que habían sido despojados.

Villa carecía de ideología política, pero personificó las causas de los desposeídos. Su lenguaje era el de las armas.


La otra revolución

Emiliano Zapata y Francisco Villa emprendieron “la otra revolución”, porque para ellos el movimiento armado iba más allá de la reivindicación democrática, que en los hechos solamente cumplía con el carácter formal, pero carecía de contenido material, que era lo que en realidad interesaba a los revolucionarios del sur. A partir de esa certeza se da el rompimiento con Madero.

El Plan de Ayala de Emiliano Zapata era un manifiesto de oposición a la forma en que Madero eludía la solución al problema agrario. El Plan fue planteado por Zapata en colaboración con el profesor Otilio E. Montaño. Del revolucionario fueron las ideas y las demandas concretas; del profesor fueron las formas precisas, claras, coherentes.

Las ideas de otros personajes que se unieron a las filas del antirreeleccionismo en 1910 fueron Silvestre Terrazas, Antonio Díaz Soto y Gama, Manuel Palafox y Felipe Ángeles.

Muchas de las ideas para cambiar al régimen trascendieron hasta el texto de la Constitución, que poco a poco se fueron concretando en políticas públicas.

Palabras clave: Revolución Mexicana, Ricardo Flores Magón, Antonio I. Villarreal, Juan Sarabia, Camilo Arriaga, Heriberto Jara, Emiliano Zapata

Resumen: Primero fueron las ideas; las armas, la única opción. Algunos ideólogos tomaron el fusil, pero sus propuestas trascendieron hasta el texto de la Constitución, que siguen tan vigentes y revolucionarias como hace 100 años.


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