Aída Espinosa Torres
Ante los estragos causados por el huracán John vivimos el dilema de una crisis urbana y de vivienda, porque no sólo se tuvieron que encarar las dificultades climáticas que dejó este fenómeno o los retos en materia de protección civil con la población. Se tiene que hacer un trabajo de prevención integral, asegura la diputada local del Distrito 6 en Acapulco, Violeta Martínez Pacheco (Morena). Afrontamos “una tragedia humana donde las familias no quieren salir de sus viviendas porque significa el esfuerzo de toda su vida y prefieren enfrentar el riesgo”. Afirma la diputada que es inminente cambiar los reglamentos de construcción, protección civil y los procedimientos constructivos.
Quiero enfatizar que el huracán John dejó afectaciones no sólo en Acapulco sino en gran parte del estado de Guerrero. Padecimos en casi todas las regiones algún tipo de perjuicio. Hubo pérdidas y daños en distritos 6, en el 7, parte del distrito 9 porque se inundaron o se salieron del cauce los ríos o hubo deslaves. Todo esto provocó el fallecimiento de personas. Tenemos colonias como la Frontera que sufrió inundaciones severas, donde los niveles sobrepasaron un metro, igualmente en Coloso, que es una de las unidades habitacionales más grandes de Latinoamérica. La presidenta estuvo en un recorrido apenas hace dos días, vino a visitar por segunda vez Acapulco.
Todavía no terminan los censos, por ejemplo, en colonias como la Emiliano Zapata, el Renacimiento, en las Cruces, la Frontera; Libertad experimentó un deslave muy fuerte, también en los Manantiales; hasta este momento continúan los trabajos de limpieza en diferentes colonias, así como en puerto Marqués. Podría decirse que hubo más de 40 colonias afectadas por el huracán.
En cuanto el abasto de agua potable, tenemos todavía déficit, porque hubo daños en la red de captación y a diario se están rehabilitando dos equipos de bombeo. De hecho, la presidenta municipal dio una conferencia de prensa donde comentó que calcula un restablecimiento normal en aproximadamente 10 días (antes de finalizar el mes).
En distrito 9 se han atendido a 350 personas y recolectado casi 10 toneladas de residuos sólidos. Se instalaron comedores comunitarios por parte del gobierno del estado en Plan de los Amates, en Puerto Marqués, etcétera. Por parte del gobierno estatal se están desalojando las aguas pluviales y retirando los tapones en la red del alcantarillado sanitario en diferentes partes del estado y en Acapulco también.
Continúan las acciones para restablecer los sistemas de bombeo de agua. En cuanto a luz, considero que está prácticamente restablecida al 100 por ciento en Acapulco.
Tanto así, no, porque a pesar de los apoyos a nivel federal, estatal y municipal, y con todo y que se están desalojando o habilitando los caminos, quitando la tierra o retirando escombros, todavía tenemos áreas que no se han restablecido, como en los Manantiales o en la colonia Libertad.
Cada huracán tuvo sus propias características; cuando nos pegó Ottis fue cuestión de la intensidad de los vientos, y ahora, con el huracán John, fue el exceso de agua. En ese sentido considero que la prevención es muy importante. La diferencia con la vez anterior es que, aunque hubo mucha difusión y prevención y se estuvo avisando en tiempo y forma, esta vez ya sabíamos casi lo que teníamos que hacer.
Sin embargo, hace falta más cultura de la prevención. Por ejemplo, las zonas afectadas que están a las orillas de un río son palabras mayores. En la colonia Libertad tuvieron el deslave de un cerro entero, y a las familias que viven en las casas que aún están en pie se les pide por parte de protección civil desalojar las viviendas porque ya no están en condiciones o están en riesgo.
Como arquitecta, nos quedó claro que con en el sismo del 85 el reglamento de construcción tuvo que cambiarse para adecuarse al sismo más fuerte que había ocurrido hasta el momento y que sobrepasó las medidas con las que se había construido anteriormente.
Con Otitis aprendimos que los vientos también pueden llegar a ser muy destructivos, y que los procedimientos de construcción fallaron porque no se tenían considerados esos vientos. Tendríamos que revisar bien los reglamentos de construcción, protección civil y los procedimientos constructivos. También considerar cómo se puede actualizar para las zonas de playa donde los huracanes pudieran pagar más. También hay que considerar los eventos del cambio climático porque se está viendo que hay más inundaciones, más huracanes, todo en exceso.
Por otro lado, existe la tragedia humana, caminando en la colonia Libertad me encontré con las casas que estaban justo a un lado donde empezó el deslave y había señoras que estaban sacando sus pertenencias.
Pero otras me decían: “Me están pidiendo dejar mi casa, en algún momento no tenía un lugar para construir, aquí estaba barato y construí mi casa. Es el esfuerzo de toda mi vida, y ahora me están pidiendo que lo deje y me salga, ¿cuánto tiempo voy a tardar en volver a hacer mi patrimonio?” Es complejo. Por un lado, debes prevenir, pero también ves la cara de la gente que te dice: “Sí me salgo, pero ¿qué voy a hacer?”
Otros casos extremos eran cuando veíamos tres o cuatro casitas habitadas con personas que no se querían salir, fuimos a visitarlas, y dijeron: “No me voy a salir de mi casa. Es un esfuerzo de toda mi vida y que me lleve la lluvia con todo y casa”.
También está el tema de la seguridad porque la gente sacaba sus pertenencias, pero por otro lado tenían miedo de que empezara la rapiña o que entraran a robar sus cosas y que perdieran lo poquito que puedan tener.
La Secretaría de Turismo del Gobierno estatal, en conjunto con el gobierno municipal hicieron brigadas de atención a toda la franja turística, también contamos con la ayuda de la ciudadanía para retirar escombros y basura. Los hoteles están funcionando, no al 100 por ciento, pero la zona turística está ya rehabilitándose. Es cuestión de que poco a poco se empiecen a restablecer los diferentes servicios. Yo confío en que Acapulco, como la vez anterior, esté operando al 100 por ciento para la temporada turística de diciembre, pero para el puente de muertos, yo creo que probablemente vayamos a tener también un buen arribo de visitantes.
Cada diputado, de acuerdo con su distrito, tomó las acciones pertinentes, en lo particular estuve apoyando con algunas despensas, repartimos huevo, agua potable en pipas y botellas para beber. También se apoyó con retroexcavadoras y camiones de volteo.
En cuanto a los apoyos por parte del gobierno federal, la presidenta comentó en sus visitas a Acapulco que va a haber un recurso para limpieza, ocho mil pesos, y dependiendo de lo que arrojen los censos son los recursos que se estarán repartiendo.
Estamos esperando más información sobre el tema del apoyo, cuando fue el huracán Ottis hubo apoyo en limpieza y para enseres, apoyo para la reconstrucción, pero esta vez no se ha definido bien si la ayuda será sólo para limpieza, porque, afortunadamente, en esta ocasión no salió afectada el 100 por ciento de la población. Las condiciones son diferentes
Hay diferencias, porque todos los recursos están garantizados de manera más transparente para que los apoyos puedan llegar a todas y todos, sin tanta burocracia. Con el huracán Paulina, los apoyos nunca los recibió la población como tal, recibían una colchoneta, recibían láminas o algunos apoyos. La diferencia en esta ocasión es que el gobierno hizo los diferentes cambios para que los apoyos económicos lleguen directamente a las personas y ellas se hagan responsables de ese recurso.