Ángel Luna Medina
Este 2 de septiembre Kenia López Rabadán inauguró un tiempo nuevo como presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, hasta el 31 de agosto de 2026. Desde el primer día de su liderazgo enarboló un discurso que destila institucionalidad, pluralidad y diálogo; respeto a las y los legisladores; a los periodistas y a la relación con la mandataria Claudia Sheinbaum Pardo.
La presidenta de la Cámara de Diputados es una parlamentaria de carrera. Se ha forjado en el espacio legislativo durante 28 años. Se ha distinguido como una legisladora guerrera, combativa, incluso polémica. “Yo he sido una debatiente”, reconoce. Por eso, ahora enfatiza su respeto a la voz de cada uno de los 499 integrantes del Pleno (ella es la número 500).
Kenia López Rabadán venció todos los obstáculos y alcanzó la cima política de la Cámara de Diputados. El primer día como líder legislativa fue emotivo e intenso. Con apertura a los medios de comunicación, evocando su larga trayectoria legislativa llena de lecciones que le enseñaron:
“El Parlamento es para eso, para hablar, para debatir, encontrar acuerdos y respetar a todos los oradores. Sé que cada legislador representa a millones de mexicanos. Entonces, no seré yo la que genere un protagonismo innecesario. La nación reclama que la discusión termine en buenas leyes, no en conflictos”.
Destacó: “No le quitaré el micrófono a nadie. Respetaré a todos en la pluralidad. Sé que todos tienen derecho a hablar y a defender su verdad. El protagonismo no será de la Mesa Directiva, será de las y los legisladores para dar resultados al pueblo de México”
Kenia López Rabadán fue elegida por mayoría calificada, con 435 votos a favor y sólo cuatro en contra. “Me siento profundamente honrada de presidir esta Mesa Directiva, consciente de la responsabilidad de Estado que implica y del contexto en el que ocurre. Esta presidencia surge del apego a la ley y de la disposición parlamentaria que aquí reside”.
“En esta presidencia me comprometo a garantizar el derecho de cada diputada y diputado a representar a sus votantes y a defender su posición. Me comprometo a respetar la ley y a hacerla valer”.
“Los medios de comunicación nos acercan a la ciudadanía y acercan los reclamos ciudadanos a esta Cámara. Por eso, me comprometo a que habrá las condiciones para que sean la plataforma de acercamiento con la ciudadanía”.
Las primeras horas como líder de la Cámara de Diputados no las vivió en la oficina de la presidencia de la Mesa Directiva, sino en su cubículo personal. Allí, la mujer que se ha forjado en el Parlamento, descubrió una faceta íntima:
Desde su oficina daba entrevistas a medios de comunicación. Cerca de ella, las banderas de México y la del PAN. Y una imagen de la Virgen de Guadalupe. “La Virgen de Guadalupe me ha acompañado durante muchas legislaturas, en muchas oficinas; soy una mujer de fe”.
Su vestuario también fue una declaración: traje blanco y blusa azul, los colores del PAN. Exultante, levantó el puño derecho y exclamó: “¡Sí se pudo!”
Nació el 25 de octubre de 1974 en la Ciudad de México. Licenciada en Derecho (UNAM). Maestra en Gobierno y Políticas Públicas (Universidad Panamericana). Doctora en Administración Pública (Instituto Nacional de Administración Pública).
Tiene trayectoria administrativa, legislativa y política. Ha sido senadora, diputada local y federal. Ha ocupado cargos en las filas del PAN. Fue presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República.