Trabajo Legislativo / Entrevista


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Crónica y Gaceta Parlamentaria, registro vivo de la información de la Cámara


Juventina Bahena

Las 923 intervenciones en tribuna del diputado Jaime Fernando Cárdenas Gracia durante la LXI Legislatura, es un récord en la historia de esta Cámara; sin demérito de la calidad de sus argumentos y propuestas, no deja de ser un dato anecdótico, pero de ello hay un registro en la Crónica Parlamentaria, como lo hay de las versiones estenográficas de las sesiones, de manera textual, de las iniciativas presentadas por autor y agrupadas por partido, su estatus, su registro numérico, y de ello dan cuenta la Gaceta, el Diario de los Debates, que alimentan a diario, prácticamente en tiempo real, el personal de la Dirección General de Crónica y Gaceta Parlamentaria, que dirige el ingeniero Gilberto Becerril Olivares.

Adentrarse en este repositorio vivo es como mirar a través de un caleidoscopio la actividad parlamentaria con todos sus productos legislativos, desde diversos ángulos, solo dando un clic, pero es el ingeniero Becerril quien oprime el botón, porque 25 años de experiencia le permitieron ver nacer estos sistemas de información, diseñarlos, transformarlos.

—La Gaceta se creó en 1997 en la Legislatura LVII, a propuesta de Pablo Gómez cuando llegó la oposición a la Cámara al perder el PRI la mayoría. Él tenía la idea de crear un centro de finanzas públicas, modificar la Ley Orgánica y el Reglamento, y crear una Gaceta Parlamentaria. Todo se fue logrando entre 1998 y 2000. Desde el principio empecé a colaborar en el proyecto.

“Desde el 18 de noviembre de ese año, la Gaceta se elabora todos los días. Se imprimían cerca de mil ejemplares diariamente de 20, 40 y hasta 100 páginas y se entregaba en la oficina de cada diputado y 500 más iban al salón de sesiones. Era un gastadero de papel bárbaro.

“En ese documento se integran comunicaciones oficiales de todas las secretarías, las minutas que vienen del Senado, convocatorias, actas, informes, planes, programas de trabajo de las comisiones y todas las iniciativas y proposiciones. Como ya todo es digital, solo se imprimen como 20 o 30 ejemplares.

Ahora bien, la Gaceta detalla el orden del día de los asuntos que se van a discutir en la asamblea, y pudiera pensarse que se trata de un documento rígido e inamovible y a él se tendrían que sujetar indefectiblemente, pero no es así. Gilberto Becerril, quien conoce esta herramienta desde su raíz, lo explica así.

—La Gaceta es un auxiliar para la sesión, no es algo normativo, entonces simplemente se incorpora el orden del día y cuando quieren agregar un asunto durante la sesión, la Junta de Coordinación Política lo puede hacer mediante un voto aprobatorio; luego se envía a la sesión y preguntan al pleno si se acepta que se incluye un tema nuevo. En seguida nos envían el acuerdo para que lo publiquemos, pero ha habido ocasiones en que lo hacen tan rápido que el acuerdo llega después y se publica posteriormente.

El 8 de noviembre del año pasado recibimos una comunicación de la Jucopo, solicitando una modificación al orden del día de la sesión de ese día. Algo similar sucedió el 18 de octubre de 2021, para que se incluyera en el orden del día un dictamen para su discusión y eventual aprobación. Por otro lado, el pleno no está obligado a concluir todos los asuntos agendados.

Quien tiene la autoridad máxima ahí es la presidencia de la Mesa Directiva para decidir en qué momento finaliza la sesión y los asuntos pendientes pasan a la siguiente, o como mencioné antes, la Mesa puede anunciar que se incorporó un tema más, ya aprobado por la Jucopo.

Cuando se creó en 1997, la disposición era muy rígida. Para que un dictamen pudiera ser votado tenía que ser publicado de primera lectura dos días antes y para dispensarle los trámites se requería una votación calificada, o sea, dos terceras partes de los votos de los diputados. Era muy difícil que algo que no se acordara pasara rápido. Eso cambió después.

El equipo está integrado por un director, un subdirector, dos jefes de departamento y tres editores, 20 personas en estenografía, 10 en el Diario de los Debates y unas nueve en la Gaceta, más personal administrativo. "En total somos unas 50 personas en la dirección general. Todos hacemos home office".

Las versiones estenográficas son la transcripción literal de las sesiones, foros, o reuniones de comisiones, en el orden en el que intervienen los oradores

¿Todo se publica? 

— Algunas se hacen públicas, otras no, depende de la comisión peticionaria. En este mes, la Comisión de Presupuesto nos pidió de urgencia las versiones estenográficas de las reuniones donde discutieron el presupuesto. La Comisión de Hacienda nos pidió en septiembre la estenografía de la discusión de la Ley de Ingresos y la Ley Federal de Derechos, lo mismo de la comparecencia de funcionarios de Hacienda. Las comisiones tienen la obligación de reunirse una vez al mes y muchas nos piden la transcripción de lo que ahí se discute. Acabamos de hacer todas las versiones de los foros sobre el tema de la disminución de la jornada laboral a 40 horas y se le entregó a la Comisión. Supongo que estarán en el micrositio que se creó para el efecto. Soy de la idea que todo se haga público, pero es la comisión solicitante la que decide porque es para su consumo interno.

¿Como pueden trabajar tan rápido las versiones estenográficas?

—Se ponen en línea con un retraso de 15 a 20 minutos. Antes se usaba una grabadora enorme para grabar la sesión y los estenógrafos recibían reproducciones en casetes de 5 o 10 minutos. Se usaba un dictáfono de pedal. Luego escuchaban y transcribían. Finalmente se integraban todas las partes. Ahora ya todo es digital; el audio se recibe en una computadora y se va fragmentando en secciones de tres minutos porque buscamos que la transcripción esté lo más rápido posible. Una persona lo integra todo y se sube a internet para que la gente la tenga a su disposición lo más pronto posible

“El archivo se comparte en Drive, ahí se les envían sus audios de 3 min y transcriben mediante su dictáfono digital. Envían su trabajo a esa carpeta en la nube y el subdirector lo integra y lo subimos a la red.

“Cuando una persona habla durante 10 o 20 minutos, convertimos los audios automáticamente a texto. Hay una persona que edita para que queden las ideas completas, con buena ortografía; debe tener un bagaje cultural aceptable para evitar errores por desconocimiento de temas o personajes, además, ante cualquier duda, está Google para hacer aclaraciones. Es muy difícil que se les vaya un error”.

¿Las versiones estenográficas se editan? ¿Se retiran las frases ofensivas, discriminatorias?

—Sería absurdo, porque todas las sesiones se transmiten por el Canal del Congreso, por YouTube, internet. Sería absurdo quitar esas expresiones cuando el público ve las sesiones a través de sus redes y la televisión. En el Diario de los Debates se puede hacer cuando así lo solicitan y lo autoriza la presidencia de la Mesa Directiva.

¿Desde cuándo trabajan a distancia y cuáles son las ventajas que obtienen?

—Desde el 20 de marzo de 2020, cuando se suspendieron actividades y se cerraron oficinas para evitar que aumentara el contagio por Covid. Hubo tal avance tecnológico que las oficinas tuvieron un viraje al mundo virtual. No nos costó trabajo adaptarnos, nunca paramos de trabajar, pero ya desde casa. La gente está muy contenta porque no es necesario trasladarse, aun si las jornadas son largas, están en su casa. Hay gente que vive lejos de la Cámara; para ellos ha sido muy bueno.

“Cuando veníamos a la oficina a veces terminábamos de hacer la Gaceta a las dos de la mañana, porque fue aumentando el volumen de 20 a 70 páginas. Algo ha sucedido porque cada vez envían más textos y la cantidad de iniciativas también se ha incrementado; optamos por hacer anexos para iniciativas, dictámenes, proposiciones, convocatorias; desde hace unos 12 años ya no baja de 100 páginas por día. Es rarísimo que acabemos después de las 10 de la noche, aunque al final hay una persona que arma todo, otra la sube a internet y como es la última parte del proceso, entra a trabajar a las 12:00 de la noche hasta que termina. Si alguien quiere ver la Gaceta a las 5:00 de la mañana, prácticamente está todo”.

El ingeniero Becerril nos hace un breve recorrido por ese mundo virtual de la información y los números, y nos abre las puertas del repositorio de las iniciativas.

—En lo que va de la Legislatura LXV, hay registradas 6 mil 487 iniciativas presentadas ; en la LXIV (2018 a 2021) hubo 7 mil 39; LXIII (2015 a 2018) fueron 6 mil 656; LXII (2012 a 2015) hubo 3 mil 750; LXI (2009 a 2012) fueron 4 mil 198; LX (2003 a 2006) 3 mil 124; LIX (2003 a 2006) hubo 3 mil 236; LVIII (2000 a 2003) 1310; LVII (1997-2000) 685.

Pero los números deben ser interpretados y ésta es la explicación del director general de Crónica y Gaceta Parlamentaria.

—El gran salto en la presentación de iniciativas se dio en la Legislatura LXIII. Cuando llega Morena a la Cámara, se dan la esción en el PRD y una parte de su militancia junto con el grupo de asesores se suman al partido guinda. Ese grupo de profesionales son expertos parlamentarios; es un equipo con mucha experiencia, muy poderoso y bastante sólido; supongo que ellos generan las iniciativas de Morena. Del conteo de iniciativas solo tenemos registro desde 1997, cuando la oposición llega a San Lázaro y comienza a tener un papel más relevante en el trabajo legislativo, sin embargo, solo se presentaron 685.

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