La muerte suele ser un tema tabú para mucha gente porque su sola mención evoca pérdida, dolor, tragedia, pero poner sobre la mesa el tema de la muerte propia puede resultar liberador en cuanto a exorcizar el miedo al dolor físico que se puede experimentar en una enfermedad terminal, que pese a los avances de la ciencia y la medicina no ha sido posible liberar del sufrimiento a la humanidad. Se necesitaba una consideración ética, un ponerse en los zapatos del otro para que se llegara a una propuesta piadosa.
Fue el diputado Salomón Chertorivski Woldenberg (MC) quien presentó recientemente la iniciativa que tiene por objeto regular la muerte digna sin dolor. Así nos explica el proceso que se realizó para llegar a esta propuesta.
El presidente de la Comisión de Movilidad y secretario de la de Salud, expresa que la discusión del final de la vida es muy amplia,, con todas las complejidades que representa. Hablar de la muerte no nos gusta ni como tema de conversación, pero lo analizamos desde todas las perspectivas posibles, el ideológico, religioso, cultural, científico.
“Hicimos un trabajo muy amplio, en el que se consideraron también las prácticas que se realizan en el mundo en donde se ha avanzado más en el tema, y llegamos a la conclusión, después de múltiples foros de parlamento abierto, de diálogo con los especialistas, que México requiere un instrumento legal completo para las decisiones del final de la vida.”
Refiere el diputado que en este terreno se ha avanzado con los cuidados paliativos para que cuando llegan los días finales se pueda tener la guía y protección médica que eviten el dolor innecesario. “Sin embargo, a pesar de estar previsto no solamente en nuestra legislación sino en nuestro sistema de salud, de unas 600 mil personas al año que requerirían algún grado de cuidados paliativos, únicamente tres por ciento lo reciben. Ahí nos falta mucho por hacer.”
El excomisionado Nacional de Protección Social en Salud, quien tuvo a su cargo el Seguro Popular, refiere que en algunas entidades del país ya se aplica la voluntad anticipada, esto es, que las personas pueden tener por escrito su voluntad de lo que permitirán hacer o no, médicamente, una vez que llegue el momento en que se tuvieran que tomar esas decisiones.
Salomón Chertorivski fue también titular de la Secretaría de Salud en la administración de Felipe Calderón, y es un amplio conocedor de estos temas. Nos pone en perspectiva un caso de actualidad.
—Por ejemplo, un enfermo de Covid estaría en su derecho de decidir si va a un hospital a recibir terapia intensiva, pero puede negarse a que lo intuben. Es un derecho que se debe respetar, pero antes debe establecer su voluntad anticipada. Sin embargo, lo que falta es el instrumento legal para tomar la decisión de que quiere finalizar su vida mediante un mecanismo de ayuda médica, esto que en algunos lugares se conoce como “eutanasia”, para lo cual se deben cumplir muchas características. ¿Y cuáles son esas características? que sea una enfermedad terminal, que no tenga cura, o que sea una enfermedad que no tiene remedio, aunque no sea terminal, que lleve al paciente a una vida de mucho sufrimiento con la que ya no quiera seguir.
Salomón Chertorivski subraya un punto muy importante: que esa decisión la toma única y exclusivamente la persona.
—Esa decisión la toma la persona; es un derecho absolutamente individual. El instrumento legal que se apruebe no puede tomar esa decisión, nadie más. Se deben cumplir primero ciertos requisitos para que un individuo pueda tomar una decisión de esta naturaleza: tener toda la información y ese papel le corresponde al médico, quien no debe intentar disuadir o persuadir al enfermo.
El médico, añade, le tiene que dar toda la información sobre sus condiciones de salud; de que no hay en el inventario médico, ni con los avances médicos, con la ciencia actual, se tiene cura, o que no hay nada más que se pueda hacer; cómo va a progresar su enfermedad, etcétera. Toda la información a la que tiene derecho el enfermo para tomar una decisión con todos los datos disponibles y sin presión alguna. Ejemplifica con un caso extremo. “Los hijos no pueden estar presionando por la herencia, no puede haber presión, es una decisión individual.”
Resalta otro punto importante:
—Es una decisión que se tiene que tomar “sin dolor”. ¿Qué quiero decir? Primero, se tiene que hacer todo lo posible por curar el dolor, porque el dolor nos puede llevar a tomar una decisión y no la decisión informada; entonces el cuidado del dolor es fundamental en esto.
En última instancia, añade, una vez que se toma la decisión, los mecanismos empleados se sujetan a una reglamentación específica. En muchos lugares se hace a partir de comités médicos de ética, en donde se revisa si efectivamente la decisión se tomó bajo todos los criterios previstos. Es un procedimiento absolutamente médico-científico.
“Y es importante decirlo: no es para todos; es una salida de emergencia y para quien decida utilizarla debe contar con una legislación correcta que aplique un procedimiento puntual.
“La iniciativa pasó a comisiones y se discutirá en la Comisión de Salud. La propuesta fue firmada por Movimiento Ciudadano junto con Morena, el PRI y el PRD, y se empezará a discutir en comisiones. “Espero que, con los detalles necesarios, con la discusión profunda que el caso requiere, podríamos estar avanzando en este ordenamiento.”