El diputado Manuel Rodríguez González (Morena), presidente de la Comisión de Energía, nos comparte sus impresiones sobre la recién inaugurada refinería Olmeca en Dos bocas, Tabasco. Habló con la revista Cámara, sobre el impacto que tendrá para los mexicanos esta construcción, en lo que respecta, sobre todo, a la autosuficiencia y soberanía energética.
Asegura que sus detractores tienen otra visión de política económica y que tanto el negocio del petróleo, la refinación y sus derivados aún tienen futuro, sin dejar a un lado la tarea de la transición energética que se tiene que hacer paulatinamente. Afirma que desde su bancada seguirá reforzando el proceso de fortalecimiento de Pemex.
“Me siento muy contento de constatar esta primera etapa de construcción de la refinería de Dos Bocas; el proceso de construcción es el mayor paso porque es lo más tardado; por un lado, la obra civil y, por otro lado, la adquisición y el montaje de todas las plantas procesadoras, el equipamiento que se requiere, etcétera. Quienes asistimos pudimos constatar que esto es una realidad. Lo que sigue es el periodo de prueba por el que pasan todas las refinerías del mundo, en donde pasan de manera escrupulosa cada uno de los procesos, en los cuales se lleva aproximadamente de seis meses a un año. La refinería más reciente de ese tamaño se construyó en ocho años y aquí se verá finalizada en total de cuatro años y medio”.
Por otro lado, para México es prioritario porque viene a cumplir con dos objetivos muy grandes, por un lado, garantizar la soberanía energética en materia de gasolina y de diésel y también la seguridad energética, porque al sumar la producción de esta refinería con lo que producirán las seis ya existentes, una vez concluida su rehabilitación, más la producción de Deer Park, en Texas EE.UU. nos permitirá disponer de combustible de manera autónoma, soberana, sin requerir la intervención de nadie más.
Además, sin necesidad de subsidio, se calcula, que el costo de los combustibles podría reducirse hasta en 40%. Esto se podría lograr una vez que ya esté en funcionamiento y terminadas las pruebas de la refinería Olmeca, junto con las otras refinerías. Estos objetivos se lograrán hasta diciembre de 2023. Vamos por el camino correcto y me siento muy contento que la política pública energética esté dando buenos resultados.
¿Por qué era necesario este proyecto?
Porque tenemos una empresa sólida como Pemex, que ha venido desde hace muchas décadas garantizando la presencia del Estado mexicano en el sector energético, pero, además, con la riqueza que produce no únicamente con la extracción de crudo y su venta, sino también con la refinación de derivados.
Esa riqueza ha servido para impulsar el desarrollo económico y social del país y nosotros queremos que así sea la inversión para tener esta obra con presupuesto producto del esfuerzo de los mexicanos y del gobierno con las políticas de austeridad republicana y combate a la pobreza, lo que ha dado la posibilidad de que existan recursos fiscales para que, sin necesidad de financiamiento, esta obra sea totalmente nuestra.
Además, se calcula que esta inversión va a poder amortizarse en 3.9 años y, a partir de esos años de operación, lo que venga por delante es ganancia total para el país, lo que significa que es una obra no solamente estratégica, sino económicamente muy redituable.
¿Qué diría sobre las críticas que afirman que el petróleo ya no tiene futuro y que las energías renovables deben priorizarse?
Quienes hacen esa crítica tienen una visión de política económica neoliberal. Este país lo vivió alrededor de 40 años y el pueblo de México decidió que ese modelo no le gusta, que buscaría otro modelo que es el que estamos aplicando actualmente.
Yo les diría que si el petróleo, la refinación y sus derivados no fuesen negocio, no se estarían construyendo actualmente 85 refinerías en el mundo, que entrarán en operación, entre este año y el 2025. La transición energética que es muy necesaria y en la cual Morena estamos a favor, es un proceso que de manera gradual se va ir sustituyendo las energías de fuentes fósiles por energías limpias, renovables, y esta acción nos va a tomar aproximadamente 40 años.
Un ejemplo, los 50 millones de autos y camiones que funcionan con combustible en México van a requerirlo durante varias décadas, en lo que empieza a sustituirse esas unidades, por unidades eléctricas. Actualmente en México, solo hay 26 mil unidades eléctricas contra 50 millones que funcionan con combustible, entonces o lo refinamos nosotros aquí o lo compramos al extranjero. Habría que preguntarles a estas personas, es si su interés es que se le compre y se le haga ganar dinero a empresas extranjeras, en vez de que esa riqueza se quede en México.
¿En qué consiste el proyecto de rehabilitación de las refinerías?
Se van a realizar dos plantas coquizadoras para que se deje de producir combustóleo y que además se pueda obtener más combustibles. Lo que quede de producción, que se conoce como coque, tiene un valor importante, puesto que lo utiliza la industria pesada y en la inauguración de la refinería de Dos bocas, el presidente anunciaba que aparte de la de Tula, también se va a empezar la coquizadora de Salina Cruz y esto viene a reforzar esta capacidad de refinación. El compromiso ambiental que tenemos que, además, aunque se sigan usando combustibles fósiles como se hace con tecnología de punta, sus emisiones cada vez dañan menos al medio ambiente, el diésel, cada vez tiene menos contenido de azufre.
¿Cuál sería el compromiso legislativo, una vez puesta en marcha la refinería Olmeca?
Nosotros seguiremos reforzando ese proceso de fortalecimiento de Pemex, quien había venido sufriendo constantemente en los últimos años, previo al gobierno de López Obrador, un desmembramiento de la empresa un debilitamiento presupuestal y nosotros estamos revirtiendo ese proceso cada año, dándole los recursos necesarios para que pueda ir recuperando su posición estratégica, mejorando sus finanzas y sobre todo devolviéndole una parte de la mucha riqueza que genera al país.