Iván Castro Rodríguez
La Comisión de Salud de la Cámara de Diputados aprobó este jueves, con 20 votos a favor, el dictamen que prohíbe la venta y suministro de bebidas energizantes a personas menores de 18 años en todos los establecimientos comerciales y mercantiles del país.
La iniciativa, que fue promovida por los diputados Ricardo Monreal Ávila (Morena) y José Luis Fernández Martínez (PVEM), busca proteger la salud de niñas, niños y adolescentes ante los riesgos comprobados del consumo de estas bebidas.
El dictamen modifica y adiciona varios artículos de la Ley General de Salud, incluyendo el artículo 215, al que se le añade la fracción II Bis, el artículo 216 Ter, y se reforma el artículo 419. Establece que quien incumpla con esta prohibición será sancionado con multas de hasta dos mil veces la Unidad de Medida y Actualización, con el fin de garantizar el cumplimiento estricto de la norma.
Las bebidas energizantes se definen como aquellas bebidas no alcohólicas que contienen mezclas de cafeína, taurina, glucuronolactona, tiamina o cualquier otra sustancia que produzca efectos estimulantes similares. Su consumo ha aumentado exponencialmente en México, sobre todo entre jóvenes de 15 a 18 años, el principal grupo consumidor diario.
El presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) y coordinador del grupo parlamentario de Morena, Ricardo Monreal Ávila, destacó que el consumo de bebidas energizantes representa una amenaza grave a la salud pública. Señaló que estas bebidas contribuyen al incremento de enfermedades no transmisibles, como la obesidad infantil, la diabetes tipo 2 y trastornos del sueño, además de afectar el sistema nervioso central debido a sus altos niveles de cafeína y azúcar.
Monreal Ávila explicó que esta iniciativa es jurídicamente viable y socialmente necesaria, ya que materializa la obligación constitucional del Estado mexicano de garantizar el bienestar y desarrollo integral de la niñez, priorizando la protección de la salud por encima de intereses económicos y comerciales.
Asimismo, destacó la importancia de resistir cualquier presión o cabildeo por parte de las empresas fabricantes y comercializadoras de bebidas energizantes, pues el daño a la salud de los jóvenes es un asunto que debe ser atendido con prioridad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido sobre los riesgos del consumo excesivo de azúcares y cafeína, especialmente en menores de edad. Estudios de la Agencia Francesa de Seguridad Alimentaria, la Secretaría de Salud y diversas publicaciones científicas internacionales han documentado que el consumo habitual de bebidas energéticas puede provocar afecciones cardiovasculares como hipertensión arterial, arritmias y formación de aneurismas.
También pueden originar trastornos neurológicos y psicológicos, ansiedad, insomnio, convulsiones y alucinaciones, así como alteraciones metabólicas que incluyen obesidad, resistencia a la insulina, diabetes tipo 2, además de daños renales, dentales y gastrointestinales.
El dictamen advierte que estos efectos se agravan cuando las bebidas se combinan con alcohol o se consumen durante actividades físicas intensas, prácticas comunes entre adolescentes y jóvenes.
El diputado Monreal subrayó que la prohibición no solo se aplicará a establecimientos mercantiles formales, sino también a puestos ambulantes y mercados informales donde se comercialicen estas bebidas. Incluso, se sancionará la venta en el mercado negro para evitar la evasión de la ley. Sin embargo, aclaró que esta medida no busca eliminar la industria, sino proteger a quienes aún no tienen la capacidad de decidir con responsabilidad sobre su consumo, es decir, a menores de edad.
Durante la sesión, Monreal hizo un llamado a legisladores de todos los grupos parlamentarios, así como a padres de familia y a la sociedad en general, a tomar conciencia y actuar en defensa de la salud de niños, niñas y adolescentes. Señaló que millones de litros de bebidas energizantes se consumen anualmente en México, muchas veces mezcladas con alcohol u otras sustancias, lo que agrava los riesgos.
Finalmente, el diputado reiteró la importancia de aprobar esta iniciativa para prevenir daños a largo plazo y fortalecer el marco normativo de salud pública en el país. Representa un avance en la regulación del acceso a productos que afectan gravemente la salud de la juventud, con la intención de crear un futuro más saludable a las nuevas generaciones.