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Cananea, el despertar de la lucha trabajadora


Aída Espinosa Torres

La huelga de Cananea, que estalló el 1 de junio de 1906, es considerada, junto con la huelga textil de Río Blanco, en Veracruz, de los movimientos obreros más importantes de la historia de México y precursores de la Revolución Mexicana.

Este episodio fue protagonizado por trabajadores mineros de Cananea, en Sonora, quienes exigían mejores condiciones laborales, salarios justos y jornadas de trabajo más humanas. Algunos analistas afirman que el movimiento no triunfó, pero sentó las bases del futuro de la lucha obrera.

El levantamiento fue el inicio del declive del emporio de William Greene, como propietario de “las cuatro C”: Cananea Consolidated Copper Company (C. C. C. C.). Fue cuando incursionó en tierras mexicanas y descubrió yacimientos de cobre en Cananea. Negoció una concesión minera con el gobierno de Porfirio Díaz. Generó riqueza y modernidad en la región, que en esa época tenía muy pocos pobladores. 

Los líderes de la huelga no solamente exigieron aumento salarial y reducción en la jornada laboral; también demandaron equidad en el pago y el trato con los trabajadores estadounidenses, quienes percibían sueldos más altos y eran los únicos con posibilidades de ascenso. 

La respuesta fue que no podía incrementar el sueldo, pues esto haría que la empresa quebrara. Sin embargo, el descontento no cesó y no escucharon las excusas, los reclamos seguían y la huelga estalló. La situación se salió de control en la maderería, donde trabajadores estadounidenses los recibieron con chorros de agua. Aquello desembocó enfrentamientos violentos por toda la ciudad.

Las fuerzas militares llegaron en la noche, cuando ya todo estaba en calma. El saldo fue de más de dos decenas de muertos, la mayoría mexicanos. Los líderes de la huelga que no murieron fueron encarcelados. Los más afortunados escaparon a los Estados Unidos.

El impacto de la huelga fue devastador para el imperio de William Greene. A raíz del conflicto, numerosos socios retiraron sus inversiones, provocando una drástica reducción de su fortuna en Wall Street: en un solo día, su riqueza pasó de cincuenta a catorce millones de dólares. La posterior caída en el precio del cobre terminó por desmoronar su sueño empresarial obligándolo a vender su compañía a la competencia.

Este episodio no únicamente marcó el declive de Greene, sino que contribuyó a la creación de leyes laborales más justas y a la consolidación de la Constitución de 1917, que garantizó derechos fundamentales a los trabajadores. El legado de este movimiento perdura como símbolo de resistencia y justicia social.  

Fuentes:

Gracida Romo, Juan José, El Sonora moderno (1892-1910), en Radding de Murrieta, Cynthia (Coord.), Historia General de Sonora. Tomo IV. Sonora Moderno: 1880-1929, Hermosillo, Gobierno del Estado de Sonora, 1985, p. 77-136.
Grijalva Dávila, Miguel Ángel. (2018). El ocaso del latifundio Greene: ilegalidad, política internacional y agrarismo en la frontera Sonora-Arizona, 1954-1958. Historia mexicana, 67(3), 1295-1344. https://doi.org/10.24201/hm.v67i3.3529



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