Aída Espinosa Torres
Desde hace ya un par de décadas, los alimentos transgénicos han formado parte de las mesas de consumidores en numerosos países alrededor del mundo. La investigadora de la UNAM, María del Rocío Fernández Suárez, precisa que, a pesar de esta situación, el debate sobre su seguridad no ha perdido relevancia.
Por un lado, las compañías biotecnológicas que producen organismos genéticamente modificados, respaldadas por un sector de la comunidad científica (a menudo vinculado de manera directa o indirecta a los intereses de esas empresas), aseguran que estos alimentos son seguros.
Este sector argumenta que ningún alimento ha sido sometido a evaluaciones tan rigurosas a lo largo de la historia y sostienen que no existe evidencia científica que respalde posibles riesgos a la salud de los consumidores. Por otro lado, estudios científicos independientes enfocados en investigar los efectos a largo plazo en la salud humana señalan posibles impactos adversos en el organismo de animales de laboratorio que han sido alimentados con productos transgénicos.1
Entre las razones por las cuales organismos, expertos en el tema, la academia, se han opuesto a los alimentos transgénicos están:
1. Riesgos para la salud: Algunos críticos temen que los organismos genéticamente modificados (OGM) puedan tener efectos negativos desconocidos en la salud humana, como alergias o problemas de toxicidad.
2. Impactos ambientales: Existe preocupación por el impacto que los cultivos transgénicos pueden tener en el medio ambiente, como pérdida de biodiversidad, propagación de genes modificados a plantas silvestres y resistencia de plagas a los pesticidas.
3. Control corporativo: Empresas grandes suelen tener patentes sobre semillas transgénicas, lo que limita la capacidad de los agricultores para guardar semillas y fomenta la concentración de poder en unas pocas corporaciones.
4. Aspectos éticos: Muchas personas consideran que "jugar con la genética" es una manipulación que va contra la naturaleza o, incluso, contra valores culturales y religiosos.
5. Falta de confianza: A veces, hay poca transparencia en los estudios relacionados con los transgénicos, lo que incrementa la desconfianza hacia su seguridad.
1 Alimentos transgénicos: ¿Qué tan seguro es su consumo?