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Clara u oscura: un six de problemas de salud


Juventina Bahena

En este 5 de agosto que se celebra el “Día de la cerveza”, la industria de esta bebida tan popular, tiene mucho que celebrar, porque México ocupa el séptimo lugar como productor a nivel mundial; tan próspera es que por cada peso producido de bebidas alcohólicas, 65 centavos corresponden a la cerveza y genera más de 700 mil empleos. Pero también tiene su lado oscuro cuando descubrimos que su producción requiere un alto consumo de agua, que el aumento de la producción es directamente proporcional al consumo de los mexicanos y por consiguiente a los daños que causa en su salud e incluso la muerte.  

Este producto es líder en exportaciones a nivel mundial. Según datos del Banco de México de 2022, registró embarques por 6 mil 31 millones de dólares, lo que supone un alza interanual de 7.4 por ciento. Cerveceros de México asegura que esta industria impacta en más de 168 actividades productivas de los tres sectores económicos del país; genera 700 mil empleos y 5 mil agricultores se dedican al cultivo de cebada maltera. Somos el mayor exportador, incluso por encima de Alemania e Irlanda, aseguran.

De esta forma, dicen, esta agroindustria reafirma su importancia como impulsor de la economía mexicana pues también aporta el 1.5 por ciento del PIB nacional. Para producir esta bebida se requieren cerca de 73 por ciento de productos nacionales, a diferencia de las industrias manufactureras que representan cerca del 40 por ciento, resultado del trabajo de mexicanos en la cadena de valor.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de las 168 actividades económicas en las que la industria cervecera impacta destacan la elaboración de malta, fabricación de envases y ampolletas de vidrio, fabricación de envases metálicos, elaboración de féculas, almidones, entre otros.

¡Qué empiece la fiesta!


De acuerdo con el Inegi, el consumo per cápita anual de cerveza en México pasó de 55 a 68 litros, lo que significa que cada mexicano consume alrededor de 1.3 litros de cerveza a la semana; entre otros datos señala que México ocupa el lugar número 30 en el consumo de cerveza a nivel mundial.

Ante los efectos del calentamiento global y este periodo de calor extremo, se elevó el consumo de bebidas, principalmente de la cerveza, cuya demanda se incrementó en 80 por ciento, según informó la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), en medio de la inflación, la falta de agua, el desempleo y demás males que aquejan a los mexicanos. El alcohol es una forma de olvidar los problemas y de tomar prestado un poco de gozo.

El investigador Rodrigo Arias de la Universidad Santo Tomás de Colombia, expone los efectos del alcohol: “Hay una depresión general dependiente de la dosis, dice, que comienza con una sedación suave y va llevando a la anestesia, al coma e incluso la muerte. Las propiedades estimulantes atribuidas al alcohol son el resultado de la depresión de áreas cerebrales responsables de los mecanismos inhibidores.”

Con el alto consumo, el pensamiento fluye libremente, pero de manera desordenada y fortuita. El lóbulo frontal del córtex cerebral se ve afectado por los niveles de alcohol en la sangre, desencadenando la hilaridad, juicio deteriorado, locuacidad y atención empobrecida. Otras regiones corticales son deprimidas por el alcohol en la sangre, causando sensibilidad embotada, ataxia, aparaxia, verborrea, doble visión y distorsión perceptiva. El cerebro se ve afectado produciendo falta de equilibrio. Con el consumo de alcohol se produce la euforia; el alcohólico se vuelve asertivo y locuaz. A pesar del aumento de la confianza, las habilidades motoras se reducen casi totalmente.

Sin pretender aguar la fiesta hay otros datos que aporta el servicio de salud MedlinePlus: El consumo prolongado de alcohol aumenta sus probabilidades de sangrado de estómago o esófago, inflamación y daños en el páncreas; daño al hígado, desnutrición; cáncer de esófago, hígado, colon, cabeza y cuello, mamas y otras áreas. El alcohol puede afectar la capacidad de razonamiento y juicio cada vez que bebe. El consumo prolongado de alcohol daña las neuronas y daño permanente a la memoria, a la capacidad de razonamiento y al comportamiento, entre muchos otros problemas que involucran a otras personas. El consumo de alcohol causa más de 200 enfermedades, traumatismos y otros trastornos de la salud..

La cerveza se “bebe” el agua

Una cerveza, además de cebada, es entre 90 y 95 por ciento agua. En 2021, México produjo 13 mil 476 millones de litros de cerveza, para los que requirieron un estimado de 43.6 mil millones de litros de agua, de acuerdo con datos del Inegi. “El promedio a nivel mundial se usan entre 4 y 6 litros por cada litro de cerveza. En México se utilizan en promedio 2.6 litros por cada litro de cerveza producida. Se estima que por cada litro de cerveza se necesitan de 3 a 5 litros de agua, dependiendo del método de producción y la variedad de cerveza.

La producción de la bebida desde el cultivo hasta el embotellamiento necesita alrededor de 180 litros de agua. El impacto ambiental es muy alto, si se considera desde la siembra de sus materias primas como el betabel y la cebada. Si consideramos que esta industria ha crecido considerablemente, así también su consumo de agua.

La industria de la cerveza se mueve en un campo de contrastes. Su alta capacidad de exportación genera divisas al país; la creación de empleos y su aportación al PIB. También su alto consumo de agua; su contribución al alcoholismo y los daños a la salud de los mexicanos. Los datos son alarmantes, porque 70 por ciento de la población consume alcohol, y cerca de 27 millones de personas tiene un consumo problemático de la bebida.

No es exagerado afirmar que “casi en cada familia hay alguien con consumo nocivo o seguramente se conoce a un amigo o a alguien cercano o del trabajo”, planteó Carmen Fernández Cáceres, directora general de los Centros de Integración Juvenil. En primaria, 16 por ciento de los niños ha probado el alcohol (de quinto y sexto); en secundaria, 40 por ciento, y en la preparatoria, 70 por ciento. En su opinión, los jóvenes son muy susceptibles de desarrollar dependencia, más las mujeres, y hoy en día hombres y mujeres consumen por igual. La población mexicana no tiene nada que celebrar. Solo los grandes magnates de esta industria, los elegidos de Baco. 


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