En México aumenta la discriminación por razones de edad. En la jungla laboral impera la “ley” del más joven. En el mercado de trabajo, 90 por ciento de las ofertas de empleo excluye a quienes tienen más de 35 años. La disponibilidad de puestos favorece a la juventud; se soslaya experiencia, conocimientos y trayectoria de las personas mayores.
Cada vez es más complicado encontrar trabajo formal. Cuando hay vacantes, la juventud es un requisito. ¿Actualmente, cuál es el panorama laboral para los adultos mayores de 35 años? ¿Tener más de 35 años es una sentencia, una condena para no tener trabajo? ¿Morir laboralmente es destino para estos grupos etarios?
Las estadísticas revelan el perfil más solicitado: una persona de edad máxima de 35 años, con licenciatura y 3 a 5 años de experiencia. Excluir a mayores de 35 años es discriminación, un atropello a sus derechos humanos, porque carecen de empleo y también necesitan incorporarse al mercado laboral formal.
Esta discriminación no se da exclusivamente en las empresas del sector privado; también las instituciones públicas limitan el acceso de las personas mayores, sobre todo en cargos de más nivel.
El artículo 1º de la Constitución mandata que nadie será discriminado por su edad: “queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas”.
Sin embargo, prevalecen prejuicios y estereotipos lesivos a los mayores de 35 años. Se les estigmatiza. Para las compañías privadas e instituciones públicas, ya no son tan productivas; no están en capacidad de afrontar altas responsabilidades.
De ahí que los requisitos de edad son la constante.
¿Qué hacer? Las y los diputados están fortaleciendo el orden jurídico para impedir este tipo de discriminación. Aprobarán que establecer un límite de edad para ser contratado sea ilegal.
Ya aprobaron un dictamen para prohibir de forma expresa cualquier tipo de requisito relacionado con la edad, posterior a cumplir los 18 años, respecto a contrataciones, designaciones o cualquier tipo de cargos a desempeñar, sea en la iniciativa privada o en el ámbito público.
La Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados avaló la iniciativa que reforma el artículo 123 constitucional, en materia de igualdad y no discriminación laboral de personas mayores. Garantizará que no habrá un límite máximo de edad para la contratación laboral.
Específicamente se reformarían las fracciones III del Apartado A y VII del Apartado B del artículo 123 constitucional. Destaca que el límite superior de edad viola los derechos de no discriminación por razones de edad y estigmatiza a las poblaciones adultas mayores, al generar la percepción de que se hace prejuzgando que en esa edad no se está en capacidad de afrontar altas responsabilidades.
Así, una vez cumplidos los dieciocho años, no se podrá establecer un límite máximo de edad para la contratación u ocupación de un empleo, salvo casos justificados.
Lo contrario, alienta prejuicios y estereotipos respecto de la vejez. Genera consecuencias negativas porque es más común que las personas mayores sean excluidas de las actividades sociales, comunitarias, incluso en su propia vida familiar.
El empleo es una de las principales herramientas de inclusión social. No solamente significa una fuente de ingresos de las personas y sus hogares; el trabajo tiene efectos positivos en la gente.
Una persona activa y útil combate sensaciones negativas ligadas al desempleo, como la depresión. La participación de la población adulta mayor tiene impactos positivos en la sociedad. Aporta experiencia, productividad y vitalidad a sus comunidades, centro de trabajo y familias.
Es la discriminación por edad. Hace referencia a todos los comportamientos inadecuados y prejuiciosos hacia las personas vinculado a su edad avanzada. Es importante desnudar la relación que existe entre la edad avanzada y otros “ismos”: racismo, sexismo…El edadismo agrava la desigualdad por razones de género, discapacidad, identidad de género y sexual, origen étnico, y de otro tipo.
El orden jurídico debe garantizar que las personas mayores aprovechen el potencial de alargar la vida con dignidad e igualdad.
Los derechos humanos reconocen a las personas de edad porque tienen las mismas garantías de dignidad, igualdad, participación, autonomía e independencia durante toda su vida.
México debe acelerar el desarrollo de políticas, leyes y medidas prácticas que combatan todas las formas de edadismo y de discriminación por edad.