Aída Espinosa Torres
La sentencia de Donald Trump sigue en pie. Tras ganar las elecciones en Estados Unidos ha mantenido sus propuestas de campaña: habrá deportaciones masivas y, si no detienen la migración, aumentarán los aranceles hacia México. Como candidato a la presidencia Trump centró sus promesas en recuperar el control de su país, comprometiéndose a aplicar un arancel del 25 % a todos los productos procedentes de México como penalización si el país no frena la inmigración hacia Estados Unidos.
“Le notificaré el primer día, o incluso antes, que, si no ponen fin a esta afluencia de criminales y drogas a nuestro país, impondré inmediatamente un arancel del 25% a todo lo que envíen a Estados Unidos”, declaró Trump refiriéndose a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. Su propuesta, dijo Trump, funcionará porque si el arancel del 25% no da resultados, lo aumentaría al 50% y luego al 75%.
Ya como ganador de la contienda, en entrevista con NBC News, advirtió que una vez que asuma la presidencia llevará a cabo sus planes de deportación masiva “porque no tenemos opción”. Subrayó la necesidad de tener “una frontera fuerte y poderosa; vamos a sellar la frontera y rápido”, indico. Respecto del costo de deportar a millones de migrantes, dijo: “No es una cuestión de precio. En realidad, no tenemos elección. Cuando la gente ha matado y asesinado, cuando los capos de la droga han destruido países, y ahora van a volver a esos países porque no se van a quedar aquí. No hay precio”.
De acuerdo con un análisis reciente de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), Raúl Hinojosa Ojeda advierte que de llevarse a cabo las amenazas de Trump de deportar hasta un millón de indocumentados por año se podría provocar una depresión económica en México, accionar los cárteles mexicanos y una revisión radical del T-MEC.
Por otro lado, la pérdida de remesas, el retorno masivo de trabajadores y la reducción en exportaciones mexicanas podrían llevar a una caída del 2.6 por ciento en el PIB mexicano entre 2025 y 2028. Señala el análisis que las remesas representan más del 12 % del PIB en Zacatecas, Guerrero, Michoacán y Oaxaca y esos ingresos se verían afectados si los migrantes regresan a sus lugares de origen.
Otro de los temas en las propuestas de campaña de Donald Trump se refiere a los pendientes económicos, como la intención de reducir impuestos y pagar deudas. En este sentido, la organización estadounidense Comisión para un Presupuesto Federal Responsable, previamente realizó un estudio en el cual señaló que la deuda nacional de Estados Unidos aumentaría bajo las propuestas económicas tanto de la vicepresidenta Kamala Harris como del candidato republicano Donald Trump, pero más con las de Trump.
Bajo las propuestas de Harris, la deuda en 10 años aumentaría en 3,5 billones de dólares. El citado análisis establece que bajo las propuestas de Trump la deuda aumentará en 7,5 billones de dólares e incluso, posiblemente, hasta 15,2 billones. Ello pese a la insistencia de Trump de que bajo su presidencia el crecimiento económico será tan grande que nadie tendrá que preocuparse por los déficits. Hay otros análisis, como los de The Budget Lab at Yale y el Penn Wharton Budget Model, que también muestran que Harris era mejor en cuanto a controlar el déficit.
El impacto que podría tener en la economía mexicana no es alentador. Si la inflación no cede en Estados Unidos las tasas de interés tampoco bajarán. Tendrá impacto tanto en el crecimiento del país del norte como en los capitales que vienen hacia México. En resumen, Trump es identificado como generador de políticas más disruptivas respecto del crecimiento y la inflación.
Se debe mencionar también que los mercados financieros se pusieron nerviosos el día de la elección y el peso mexicano tocó su peor nivel en dos años. La intranquilidad deriva de las amenazas que hizo Trump a su vecino y principal socio comercial.
Jason Miller, asesor de Trump, también en entrevista para NBC News, aclaró que “todas las políticas de seguridad fronteriza que teníamos con el presidente Trump sencillamente él puede prenderlas de nuevo e implementarlas tal como estaban antes”.
Recordemos que en los últimos años el ahora ganador de la contienda electoral en el país del norte ha mencionado como alternativa el uso de la fuerza militar estadounidense contra los cárteles del narcotráfico.
En esta intención de Trump de seguir con temas prioritarios como el control fronterizo y la reestructuración de la burocracia federal, designó en su nuevo gabinete a personajes que representan la postura más dura o radical, sobre todo en lo que se refiere a política migratoria. Entre estas nuevas designaciones se encuentra JD Vance, como vicepresidente.
También resaltan figuras como Vivek Ramaswamy y Elon Musk en el Departamento de Eficiencia Gubernamental con la intención de reducir regulaciones y fomentar la dinámica administrativa. Ambos son reconocidos por su postura a favor de reducir la intervención gubernamental y la regulación. Tienen la misión de desmantelar la burocracia innecesaria y bajar los gastos, informó el sitio de noticias Infobae.
También están figuras conocidas: Marco Rubio, en la secretaría de Estado, Stephen Miller, en el área de políticas, y el ex director de Inteligencia Nacional, John Ratcliffe, en la CIA.
Susie Wiles, primera mujer en ocupar el cargo de jefa de gabinete de la Casa Blanca. Wiles ha ayudado a dirigir sus operaciones aportando estabilidad y disciplina a una gestión que en sus primeras ediciones fue muy volátil.
Stephen Miller, subdirector de política, es conocido por su postura intransigente en temas de inmigración. Miller fue responsable del programa de separación de familias en la frontera de 2018. Tom Homan, en el servicio de Inmigración y Control de Aduanas, quien liderará la estrategia de deportaciones y vigilancia prometida por Donald Trump, es reconocido por su dura posición en el control migratorio.
John Ratcliffe, director de la CIA. Fue director de Inteligencia Nacional durante la primera gestión de Trump, firme defensor de Trump durante su primer juicio político, lo que lo posicionó como un aliado leal. Su cargo necesita ratificación del Senado.
También designó a Mike Waltz, asesor de seguridad nacional; Kristi Noem, secretaria del Departamento de Seguridad Nacional; tendrá la misión de implementar una política fronteriza más estricta; Pete Hegseth, secretario de Defensa; Elise Stefanik, embajadora ante las Naciones Unidas; Mike Huckabee, embajador en Israel; Matt Gaetz, Fiscal General, entre otros nombramientos.
El coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, afirmó que México no permitirá actitudes hostiles ni amenazas de Donald Trump. Consideró que desde el Congreso se debería hacer una convocatoria a la unidad nacional. “México es una nación soberana, no es colonia de ningún país y por tanto no admitimos ni arrogancias, ni actitudes hostiles, ni menos amenazas”, sostuvo el líder morenista.
Monreal indicó que en la política exterior mexicana los principios son la cooperación entre naciones, la autodeterminación, y la solución pacífica de las controversias.
Dijo entender la postura de Trump; sin embargo, aseguró que no conoce al pueblo de México, que actuará con solidaridad y en unidad en torno a la presidenta Claudia Sheinbaum.
“Actuaremos todos en unidad con la presidenta Claudia Sheinbaum… así es que haremos un llamado al pueblo de México para mantenernos unidos frente a la embestida o frente a las amenazas de cualquier gobierno en el extranjero”, señaló.
Finalmente, consideró que la presidenta está actuando de manera correcta ante los dos temas que Trump mencionó: migración y narcotráfico.