Lo que nos cuentan las carreteras:
En un lugar de México, cuyo nombre puede ser la Autopista del Sol, o la México-Cuernavaca, o la tristemente célebre Carretera 57 Matehuala-Monterrey, o en cualquier otro camino del país la inseguridad pública reina. El delito tiene permiso. Un día sí y otro también ocurren ilícitos: sea la “toma de casetas”, asesinatos, “levantones”, quema de vehículos, robo de mercancías al transporte de carga, secuestros, tráfico de drogas, incluso asaltos masivos.
La Red Nacional de Caminos (RNC) abarca 810 129.97 kilómetros de carreteras, caminos rurales, veredas y vialidades, y mil 333 plazas de cobro. Es fundamental para la economía y el crecimiento del país. Ante el nuevo modelo económico internacional del nearshoring adquiere mayor importancia estratégica. Sin embargo, las deficiencias en infraestructura, la inseguridad y “toma de carreteras” amenazan las oportunidades de México.
Datos de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), revelan que a través de estas vías se desplaza 55% del total de la carga, así como 97% de los pasajeros a nivel nacional. Es evidente que el buen funcionamiento de la Red Nacional de Caminos resulta vital para la economía nacional.
¿Podemos transitar por las carreteras de México con seguridad y tranquilidad? No. Está en riesgo la integridad física y el patrimonio de las y los ciudadanos.
La protesta y los reclamos sociales fueron el origen del bloqueo de carreteras. Pero en los últimos años también se utiliza por motivos particulares y de lucro. Fue tal el crecimiento de este fenómeno, que el Poder Legislativo aprobó, en 2021, la reforma a la Ley de Vías Generales de Comunicación. Su objetivo: frenar el abuso, porque en 2020 causaron pérdidas por cuatro mil 121 millones de pesos, según la exposición de motivos de la iniciativa para modificar el artículo 533 de la LVGC. Por ello, tanto la “toma de casetas” como el "boteo" ya son delitos que se castigan hasta con siete años de cárcel.
Sin embargo, pese a las sanciones, continúa la “toma de carreteras”. No disminuye la inseguridad en autopistas y caminos. No cesan los delitos. Basta mencionar algunos:
El 18 de julio, familiares de desaparecidos liberaron la autopista México-Toluca, tras bloqueo de tres horas, al acordar con las autoridades la instalación de una mesa de diálogo en la Fiscalía General de Justicia del Estado de México. Las personas exigieron a la FGJEM y al gobierno estatal presentar los resultados de ADN correspondientes a los cuerpos recuperados en fosas clandestinas en el municipio de Lerma, Tenango y Ocoyoacac, encontradas en febrero de 2023; en ellas había al menos 14 cuerpos.
El 26 de julio, presuntos integrantes del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo bloquearon e incendiaron 15 vehículos en la carretera San Sebastián-Chicontepec (norte de Veracruz). Exigían justicia por su compañero Gregorio de la Cruz.
En julio, en la Autopista del Sol México-Acapulco asesinaron al empresario José Guadalupe Fuentes Brito, quien impulsaba el proyecto de Marcelo Ebrard Casaubón, en Guerrero. También a su hijo, José Manuel Fuentes Calvo, quien lo acompañaba en el auto. Y a un taxista que, por transitar en la vialidad fue testigo involuntario del crimen. Un grupo armado los interceptó en el kilómetro 238.
El 02 de agosto: bloqueo de la carretera Acapulco-Zihuatanejo, en plena temporada vacacional. Luego, hombres armados incendiaron automóviles en distintos sitios de Acapulco; causaron pánico a residentes y turistas.
También el 02 de agosto: Caos en la autopista México-Cuernavaca, donde 120 personas bloquearon la vialidad y quemaron vehículos y madera incautada a talamontes de Huitzilac. El objetivo: tratar de impedir operativos contra aserraderos clandestinos.
El 8 de agosto, sacerdotes denunciaron robo y lesiones en la autopista México-Querétaro. Cuestionaron la estrategia oficial de “abrazos no balazos”, la cual ha fracasado. En este caso, los ladrones colocaron piedras en el camino para obligarlos a detenerse.
El desastre que viven las carreteras de México también es un factor que debilita el crecimiento nacional.
Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), el robo al autotransporte aumentó 12% en 2023. Las mercancías más robadas: alimentos y abarrotes, materiales para construcción, refacciones y productos automotrices y electrónicos, línea blanca, hidrocarburos, limpieza, medicamentos, ropa y calzado.