Investigación / A Profundidad


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Las mujeres en el poder hablan…


Aída Espinosa
Luz María Mondragón
Juentina Bahena

La revista Cámara recopiló los puntos de vista de las diputadas de diversos grupos parlamentarios sobre los principales cambios observados en la participación de la mujer en diferentes ámbitos de la vida nacional, especialmente en el terreno político. También comparten su perspectiva sobre el impacto del ascenso de una mujer a la presidencia y los pendientes legislativos en cuanto a igualdad de género.

Diputada Dolores Padierna Luna
Vicepresidenta de la Mesa Directiva


Los cambios en favor de las mujeres en el terreno legislativo son abismales. Era senadora de la República en 2014 cuando aprobamos una reforma política donde las mujeres pedíamos paridad en los tres poderes del Estado. Desde entonces se ordenó acabar con las cuotas y establecer plena paridad en el Congreso, pero fue en la elección de 2024 cuando pudimos constituir exactamente la mitad de la Asamblea. Un poquito más de la mitad somos mujeres. Han sido determinantes los cambios legislativos para que más mujeres puedan acceder al poder.

El que hoy exista una presidenta de México obedece a varios factores: uno, que en el 2018 llegó un gran presidente de la República que estableció la paridad total del Estado en la Constitución, lo que no pudimos hacer en 2014, mas que para el Poder Legislativo. La reforma constitucional de 2018 fue muy importante porque se obligaba a que hubiera paridad en el gabinete, en las gubernaturas y, a pesar de que no había una obligación constitucional, tuvo un gabinete con participación paritaria de las mujeres. 

Vamos por el Poder Judicial, pese a su resistencia, pues apenas tienen un 30 por ciento de mujeres en ese poder del Estado. El Poder Legislativo ya cambió, el Poder Ejecutivo, también.

El segundo punto es que el hecho que las mujeres estemos en estos cargos da la oportunidad de cambiar otras leyes y también visualizar todos los sectores de la población, porque las mujeres del poder llegamos para servir a todas las demás y empujar a todas las demás, para que haya cambios en la familia, en las comunidades, en los municipios, allá donde viven las mujeres, particularmente para que haya cambios en favor de los derechos de la mujer. Ahora hay claridad en los derechos de las mujeres indígenas, de las mujeres profesionistas, etcétera. 

El tercer elemento es que la sociedad mexicana ya cambió y lo demuestra el ejercicio democrático, su aspiración a la evolución del país, y el tener por primera vez una mujer en la presidencia de nuestro país. Claudia Sheinbaum tiene cualidades personales, pero supo cómo ganarse en la campaña a una inmensa cantidad de ciudadanos; 36 millones de mexicanos y mexicanas votaron por ella. Es un cambio histórico porque como ella lo dice, llegó a la Presidencia, pero con ella llegamos todas, principalmente las mujeres pobres y hacia allá vamos a un trabajo muy intenso en favor de las mujeres.

En cuanto a la incursión de las jóvenes y los jóvenes, hay que mencionar que gran parte de los derechos legislados en favor de las mujeres es que se incluyan a jóvenes en las candidaturas de los partidos y que las mujeres jóvenes estén representadas también en los órganos gubernamentales. 

Insisto en que antes de haber una obligación constitucional, el presidente López Obrador puso como secretarios particulares de los secretarios de Estado a jóvenes y entre ellos, mujeres jóvenes, y así hay mujeres jóvenes en el gabinete. Todo ello nos muestra el nuevo rostro de la cuarta transformación al integrar a toda la sociedad. La sociedad se ve representada en esta Cámara, porque no solo hay gente que viste de etiqueta, no; aquí hay hombres y mujeres del pueblo, aquí están las campesinas, mujeres indígenas y hombres también, pero hay una representación genuina de la sociedad mexicana y entre ellos, la paridad total: las mujeres, las niñas, las jóvenes, las adultas, las adultas mayores. En todo hay transversalidad de las leyes, en todos los ámbitos de la vida. 

Diputada Kenia López Rabadán
Vicepresidenta de la Mesa Directiva


La diputada Kenia López Rabadán es vicepresidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. La defensa de los derechos humanos distingue su trayectoria. Llamó a las fuerzas políticas a trabajar de manera conjunta en la aprobación de las reformas necesarias para hacer realidad el Sistema Nacional de Cuidados.

Resaltó: Las mujeres llegamos al poder para mejorar las condiciones de vida de todas y todos, porque tenemos el poder de decidir, de ser la voz de quienes no habían sido escuchadas y de luchar para exigir el pleno reconocimiento de nuestros derechos.

Por ejemplo: La Constitución reconoce el principio de paridad. Las mujeres acceden en igualdad numérica a los cargos de decisión. Hoy las decisiones son tomadas por ambos sexos, de manera conjunta, concurrente, democrática, responsable y, sobre todo, considerando los perfiles de quienes las toman.

Lamentó que el ascenso de la mujer a la presidencia de la República no fue el impacto esperado. Que por primera vez en nuestro país una mujer ocupara la titularidad del Poder Ejecutivo federal era altamente esperanzador, porque se esperaba que las deudas históricas fueran escuchadas. Sin embargo, los delitos cometidos contra las mujeres y la violencia no han cesado. Las políticas públicas no son con perspectiva de género, los presupuestos no están pensados en el bienestar y el desarrollo de las mujeres, ni se construyen con una visión integral.

Sobre los pendientes legislativos a favor de la mujer, mencionó: el derecho a un cuidado digno y establecer el sistema de cuidados, a fin de que las mujeres no sean cuidadoras a la fuerza, sino que puedan elegir, desarrollarse y ser independientes,  abordar la igualdad salarial en los ámbitos deportivo y científico, así como tipificar la violencia vicaria digital. 

Diputada María del Carmen Pinete Vargas
Vicepresidenta de la Mesa directiva

Desde la histórica llegada de Aurora Jiménez como la primera mujer legisladora al Congreso de la Unión, en 1954, el avance de las mujeres en la vida política de nuestro país ha sido un proceso largo, desafiante, pero profundamente transformador. Hemos pasado de tener una sola representante en el Poder Legislativo a construir un Congreso verdaderamente paritario, donde las voces de las mujeres resuenan con fuerza y decisión.
Un hecho fundamental en este camino fue la LXIV Legislatura, reconocida como la más paritaria en la historia de México, reflejo de la lucha incansable de muchas generaciones que abrieron brecha para que la igualdad en estos espacios de representación fuera realidad.

Las mujeres hemos conquistado espacios clave en los principales órganos de gobierno del Congreso de la Unión. Hemos sido testigos de liderazgos femeninos en la coordinación de Grupos Parlamentarios, en la presidencia de la Mesa Directiva y en instancias de toma de decisiones que antes parecían inalcanzables para nosotras.

Sin duda, la llegada de la primera mujer a la Presidencia de la República representa una de las conquistas más trascendentales en la lucha por la igualdad en nuestro país. Sin embargo, este momento histórico no puede entenderse sin reconocer a las valientes y visionarias mujeres mexicanas que, con su entrega y determinación, abrieron camino en la vida política nacional. Ellas fueron las pioneras que, enfrentando adversidades, rompieron barreras y allanaron el sendero que hoy nos permite celebrar este logro.

A lo largo de nuestra historia hemos conquistado espacios de representación con esfuerzo y perseverancia. Desde aquellas primeras candidaturas presidenciales, como la de Rosario Ibarra de Piedra, que desafió los límites impuestos por una sociedad patriarcal, hasta la llegada de las primeras mujeres a las gubernaturas, cada avance ha sido fruto de una lucha colectiva que ha transformado el rostro de nuestra democracia. Hoy, ese camino ha alcanzado un nuevo hito: por primera vez, el cargo más importante del país es ocupado por una mujer.

Y no es cualquier mujer. Es una líder cuya trayectoria se ha distinguido por su profesionalismo, compromiso y disciplina. Su paso por la administración pública ha estado marcado por la eficiencia, la visión de futuro y capacidad de gobernar con responsabilidad y cercanía a la gente.

Este momento no solamente es un triunfo simbólico, sino la demostración de que las mujeres estamos listas para asumir las más altas responsabilidades y transformar el país con un liderazgo basado en la justicia, la inclusión y el bienestar de todas y todos. 

En cuanto al trabajo legislativo en favor de los derechos de la mujer, hay que resaltar que en el paquete de iniciativas enviadas por la presidenta de la República se ha impulsado una reforma integral a la Constitución Política en materia de paridad de género e igualdad sustantiva. Este avance es un paso crucial en la consolidación de una sociedad más justa e incluyente.

Sin embargo, como legisladores debemos centrar nuestra atención en convertir estas reformas en realidades tangibles que impacten la vida de todas las niñas y mujeres en nuestro país. La paridad de género no puede quedarse en el papel; requiere de acciones concretas y de un compromiso firme para garantizar que todas tengan acceso a las mismas oportunidades de desarrollo.

Uno de los retos más urgentes que debemos atender es la persistente brecha salarial entre hombres y mujeres. No podemos permitir que, en pleno siglo XXI, el trabajo de una mujer siga siendo menos valorado que el de un hombre.

Asimismo, debemos reforzar nuestro compromiso con la erradicación de la violencia de género. Hoy, gracias a estas reformas, las entidades federativas tienen la obligación de contar con fiscalías especializadas para atender con sensibilidad, eficiencia y oportunidad los casos de violencia contra mujeres.

Pero no basta con crear instituciones, nuestra labor como legisladores es asegurarnos de que funcionen, que cuenten con los recursos necesarios y que las víctimas reciban justicia de manera expedita.
El verdadero cambio no se logra únicamente con reformas, sino con su correcta implementación y vigilancia constante para que los derechos de las mujeres no sean vulnerados. Es momento de demostrar que el compromiso con la igualdad no es sólo un discurso, sino una causa por la que trabajamos cada día con determinación y responsabilidad.

Diputada Lilia Aguilar Gil


La representación de las mujeres ha aumentado en los diferentes niveles de lo público, lo que significa que México está en un proceso que busca la igualdad y equidad entre todos y todas. 

Es importante dar cuenta de que de 1954 a 2018, tan sólo mil 500 mujeres fueron diputadas federales. Fue hasta 2018 que se ha promovido la participación de las mujeres; gracias a ello la mitad del congreso son mujeres que, además, han promovido infinidad de iniciativas y paradigmas que cambian el ámbito legislativo y la forma en la que se resuelven los fenómenos sociales.

Por ejemplo, la tipificación del feminicidio como delito; la Ley Olimpia que sanciona la violencia digital y acoso; la incorporación del término “vivienda adecuada”, a fin de que los hogares cumplan con las condiciones básicas para habitar; incluso que se amplíe la licencia de paternidad. Y en este momento estamos buscando aprobar la Ley Matilde para sancionar a los servidores que omitan u obstaculicen investigaciones de crímenes. 

Sabemos que en México sigue existiendo una estigmatización sobre las mujeres que viene desde la socialización de la infancia, apartándonos de la toma de decisiones y estereotipando nuestro pensamiento y hasta nuestro cuerpo. Sin embargo, con la doctora Claudia Sheinbaum a la cabeza del Poder Ejecutivo, podemos ir derrumbando esta rígida visión respecto de las mujeres. Por ejemplo, la presidenta se mantiene firme ante las amenazas que ha perpetrado Donald Trump en contra de México, una persona que busca la dominación de sus pares, y el resultado ha sido el reconocimiento incluso de una persona como él. 

En torno a su participación en la política, sus acciones y su discurso la han llevado a que su aprobación sea la más alta registrada en la historia de México con el 81 por ciento. La prensa internacional como Le Monde, The New York Times, CNN, The Economist, etc. han reconocido su liderazgo y toma de decisiones. 

En cuanto al ámbito parlamentario, las legisladoras hemos creado iniciativas que buscan resolver problemáticas que tenemos las mujeres; algunas han pasado, otras siguen pendientes. Es el caso de la Interrupción Legal del Embarazo, ya que el Congreso aún no ha armonizado la legislación correspondiente a fin de garantizar su aplicación en todo el país. 

En términos de nuestra incorporación cada vez más grande al ámbito laboral, la Igualdad Salarial es una prioridad que se encuentra ya con iniciativas pendientes que pretenden eliminar la brecha salarial de género y garantizar la paridad en todas las instituciones públicas. 

De igual forma, estamos a la vanguardia y promovemos la Regulación de la Inteligencia Artificial y Violencia Digital; en este sentido, y respecto de los derechos de reproducción, insistimos en la Regulación de la Reproducción Asistida y Vientres de Alquiler.

Diputada Fuensanta Guerrero


La diputada zacatecana Fuensanta Guerrero Esquivel, secretaria de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, asegura que todos los retos que se han enfrentado para la igualdad y la equidad de las mujeres en el ámbito de la política significan un gran avance, sin embargo, considera, “siguen existiendo muchos estereotipos, siguen existiendo muchísimas barreras; esto es algo por lo que tenemos que luchar y seguir trabajando”.

Especificó que la brecha salarial, la violencia contra mujeres y la violencia política de género “son barreras a las cuales nos seguimos enfrentando. Si nos vamos a las zonas marginadas todavía existen muchísimas de estas situaciones: mujeres que no tienen acceso a la educación, a una participación política, que no tienen el acceso a una vida libre de violencia. El hecho de que el día de hoy su servidora pueda estar como diputada federal, pues es la lucha de muchas mujeres, sin embargo, creo que falta mucho por recorrer y solamente lo vamos a lograr legislando”.

Respecto del impacto que ha tenido el ascenso de una mujer a la presidencia de México, la diputada opina que “es un gran paso. Se rompió un techo de cristal que durante mucho tiempo se buscó: logar que llegara la primera mujer a la Presidencia de la República, sin embargo, no significa que todas las mujeres hayan alcanzado esa misma igualdad de oportunidades”.

Por lo tanto, advirtió la legisladora, “enfrentamos un desafío significativo que consiste en garantizar que todas las mujeres tengan acceso a la educación y puedan vivir sin violencia”.

Con la llegada de una mujer a la presidencia, considero que la política debe enfocarse en crear más oportunidades y tomar acciones concretas para apoyar a miles de mujeres que luchan por obtener una gran oportunidad.

Diputada Paola Longoria


La campeona mundial del deporte, Paola Longoria López, destacada raquetbolista mexicana, a lo largo de su carrera ha conseguido numerosos éxitos, incluyendo su reciente nombramiento como presidenta de la Comisión del Deporte de la Cámara de Diputados.

La legisladora de Movimiento Ciudadano ha trabajado activamente para promover la igualdad de género en el deporte. Nos comenta que, entre otros títulos, logró ser capitán segundo en el Ejército, rango que para ella significa esfuerzo y disciplina.

Resaltó la importancia de la brecha que se ha roto para dar más oportunidades a las mujeres en las fuerzas armadas. “Hoy atravesamos un momento histórico porque tenemos un comandante supremo, nuestra presidenta, independientemente de los colores, Claudia Sheinbaum Pardo. Para mí es un orgullo. Nos da la esperanza a las mujeres que algún día podemos estar en su lugar. 

Desde muy chica ha experimentado de primera mano cómo las mujeres han ido ascendiendo poco a poco en todos los ámbitos. Comenta: “Provengo de un deporte poco conocido en México y gracias a mi trayectoria y esfuerzo se han abierto más oportunidades. A nivel personal, mi madre ha sido mi inspiración, y en el ámbito político lo ha sido la presidenta de México”.

Expresa su orgullo de vivir en una época en que la mujer puede presidir y romper barreras que han existido durante años, en una sociedad y puestos importantes antes dominados solamente por hombres. Afirma estar convencida de que el esfuerzo de las mujeres es igual de valioso y que también tienen la oportunidad de alcanzar grandes logros.

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