Solangy Moctezuma
El poder legislativo se ha ido transformado, actualmente se dice que es tiempo de mujeres, pero es importante reconocer los procesos que han sido parte de esta historia, porque no siempre fue “tiempo de mujeres”. Por eso, por los obstáculos que han tenido que vencer, es fundamental hacer un ejercicio de memoria de todas aquellas “primeras veces” que una mujer ocupó posiciones de representación dominadas por los hombres.
Empecemos con recordar la época donde la constitución de 1917 reconocía los derechos obreros y la repartición de tierras, pero se olvidó de las mujeres. Y que aun cuando en 1953 se promulgó la reforma constitucional que otorgó a las mujeres el derecho al sufragio en todo el país y ser electas a cualquier participación de representación popular, su voz continuaba siendo casi inexistente.
Una de las primeras fue en 1954, con Aurora Jiménez, la primera mujer en acceder a una diputación federal representando a Baja California, desempeñó su cargo solamente un año. Su hija, Martha Aurora Palacios, recuerda a su madre tomando protesta con “entrega absoluta y amor absoluto a lo que estaba haciendo”.
El sufragio y la participación femenina en puestos de representación es el resultado de una lucha que nació algunas décadas antes, impulsada por activistas y pioneras del movimiento feminista, como Elvia Carrillo Puerto, de ideales socialistas y una mujer adelantada a su tiempo.
En 1923 Elvia fue una de las primeras tres mujeres diputadas de México, junto a Beatriz Peniche Barrera y Raquel Dzib Cicero. En su niñez las tres estudiaron en el Instituto Literario de Niñas, encabezado por Rita Cetina, donde formaban a mujeres jóvenes para romper con el estereotipo sobre su papel en la sociedad. Compartieron legislatura en su natal Yucatán, sin embargo, en 1924 tras el asesinato de Felipe Carrillo Puerto, las tres diputadas comenzaron a sufrir violencia dentro del ámbito político, en especial, Elvia Carrillo Puerto.
La participación de la maestra Rita Cetina es uno de los primeros y más importantes peldaños dentro de la lucha feminista. Fue poeta y educadora yucateca, fundó la escuela para mujeres “La Siempreviva”, además de una revista con el mismo nombre. Rita Cetina buscaba liberar a las mujeres de “la esclavitud de la ignorancia”.
Y aunque existen distintos homenajes en nombre de cada una estas mujeres, sin duda, este nuevo orden social, ha sido el mejor. Hoy se dice que es tiempo de mujeres… Claudia Sheinbaum es nuestra presidenta, 2025 es el año de la mujer indígena y actualmente más de 1900 mujeres han sido diputadas federales desde que la primera cruzó la puerta en 1954... Pasan los años, pero en las mujeres quedará siempre la gloria de que otras mujeres hayan luchado para construir esta realidad.