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Porfirio Muñoz Ledo: legado, estrategia y visión política


Por Aída Espinosa Torres

La exposición temporal Semblanza de una vida institucional, Porfirio Muñoz Ledo, del Museo Legislativo, presentó una colección de objetos que pertenecieron al político, auténticos testigos de momentos clave de su trayectoria. Estos elementos pretendían humanizar su figura al aportar una visión más cercana de su cotidianeidad, lo que también trasciende en sus libros y discursos.  

Zeltzin Rodríguez, curadora del Museo Legislativo Sentimientos de la Nación, explicó en entrevista en qué consistió esta exposición, cómo generó un vínculo emocional con los visitantes, fomentando el conocimiento histórico y dando una perspectiva más tangible del legado del ideólogo. 

¿Cuál fue el propósito de la exposición?

Cuando nos encargaron esta tarea recordé a un historiador, Thomas Carlyle. Nos decía que podemos aprender mucho estudiando la biografía de personajes históricos. Entonces, la idea era principalmente estudiar la vida de uno de los personajes más importantes de la política nacional e internacional, quien también formó a varios políticos.

¿Cómo está dividida la muestra?

Se dividió en cinco núcleos temáticos. En una lógica cronológica, empezamos desde sus primeros años y terminamos cuando fue presidente de la mesa Directiva del Congreso de la Unión; fue él quien entregó la banda presidencial a Andrés Manuel López Obrador.

A los estudiantes que nos visitaron les llamó mucho la atención el juego de ajedrez, entonces, gracias a la hija de don Porfirio Muñoz, Laura Muñoz Ledo, quien también fungió como curadora, aprendimos que su padre era un estratega. Para él el ajedrez era como la vida misma y enseñó a sus nietos. Todavía logró jugar con ellos y enseñarles lo importante que es la estrategia y la disciplina. Eso es lo que se llevan de mensaje muchos estudiantes.

En lo personal, descubrí un detalle poco conocido sobre sus primeros años: de niño, tartamudeaba, pero gracias al apoyo de sus padres, ambos profesores, comenzó a tomar clases de oratoria para superar esa dificultad.  

Con el tiempo no solamente venció ese obstáculo, sino que se convirtió en gran orador. Tanto es así que hace algunas legislaturas se inauguró un ciclo de cursos de oratoria que lleva su nombre: Porfirio Muñoz Ledo. Esto demuestra que, con esfuerzo y determinación, cualquiera puede superar las adversidades que la vida presenta.  

¿Cómo fue la selección de los objetos, cuál fue el criterio? 

Comenzó el antiguo curador que laboraba en este museo y, a su vez, la hija de Porfirio Muñoz Ledo, doña Laura, fue quien hizo la primera selección de objetos. Resultó muy interesante escuchar las recomendaciones, sobre todo porque el objetivo particular de la familia del homenajeado era no sólo compartir toda esta trayectoria política, sino conocerlo como un nombre de carne y hueso y, a través de los objetos, tener esta conexión con los visitantes.

¿Cuáles fueron los momentos y objetos centrales de la exposición? 

El día de la inauguración tuvimos el privilegio de contar con distinguidas personalidades de la vida política y familiares del licenciado Porfirio Muñoz Ledo. Durante el evento, destacaron especialmente tres objetos, entre ellos el tablero de ajedrez traído desde África.  

El tablero que se puede observar en la exposición es solamente una parte de un juego completo que incluye mesa y sillas diseñadas especialmente para este propósito. El segundo objeto destacado es un reloj, obsequio del periódico El Universal a Porfirio Muñoz Ledo, entregado en uno de sus cumpleaños.

Y nos relata la familia que este reloj lo tenía permanentemente cerca de él y que dedicaba siempre una hora a la creatividad. Estas declaraciones nos indican que aprendimos que era una persona bastante disciplinada, porque también elegía un tiempo para actividades creativas y de familia.

Uno de los objetos que más llama la atención es una estatuilla de José María Morelos y Pavón, de la cual siempre contamos dos historias a los visitantes: la relacionada con don Porfirio Muñoz Ledo y la del Museo Legislativo. Morelos no únicamente fue uno de los grandes ideólogos de la lucha por la Independencia, sino autor del documento Sentimientos de la Nación, piedra angular del pensamiento político mexicano.

Este manifiesto plasmaba la necesidad de establecer un congreso. Entonces, justamente nos comentaban los familiares que Muñoz Ledo, cuando necesitaba escribir un discurso, se sentaba justo frente de la estatuilla de José María Morelos y Pavón y lo tomaba de inspiración para escribir estos discursos. Fue de sus personajes históricos favoritos.

¿Cuáles fueron los retos para organizar la exposición y preservar los objetos? 

Me comentan mis compañeros que fueron los traslados, los cuidados de las piezas y las gestiones, porque el día de la exposición se firmó un acuerdo para que los objetos pudieran exhibirse. Es importante respetar las políticas que nos establece la familia. Entonces fue más que nada esperar estas gestiones y posteriormente todo el diseño museográfico.

Creo que esto es experiencia de muchos curadores o museógrafos. Tenemos una idea en el papel y cuando vemos ya la exposición instalada, nos damos cuenta de que necesita un poco más de juego. Entonces fue rediseñar un poco la exposición y también adecuarla a esta sala que es la sala número tres del Museo Legislativo.

¿Cómo ayuda la exposición a que las nuevas generaciones comprendan el legado de Muñoz Ledo?

Pues a través de los objetos de la vida diaria de este personaje; también a través de su historia académica. Creo que es muy impresionante saber que una persona tan sabía, con tantas lecturas, seguía estudiando y actualizándose.

No solo se quedó con sus estudios universitarios; también buscó formarse en el extranjero. Hizo estudios en Francia. Entonces, varios jóvenes que visitan la exposición se sienten muy inspirados y como que rompe con ese mito de que muchos de nuestros representantes no tienen la formación necesaria. Creo que se dan cuenta que ellos pueden seguir estudiando y algún día llegar a ser nuestros representantes. Es una gran inspiración la figura de Porfirio Muñoz Ledo, desde lo político, lo académico, como profesor de la UNAM y en otras instituciones.

También obtuvo varios reconocimientos. Muchos jóvenes se quedan impresionados no solamente por lo bello de los objetos, sino por las historias que cuentan


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