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“México sí llegará a la Luna”: diputado Roberto Briano


Aida Espinosa Torres

La misión Colmena es el primer proyecto mexicano diseñado con la finalidad de pisar la Luna. Es uno de los más importantes que tiene México en el área espacial. Fue creado por 200 estudiantes de la UNAM con la idea de llevar cinco minirrobots a nuestro satélite natural para estudiar el material que existe en su superficie.

El líder del proyecto es el doctor Gustavo Medina Tanco, explicó en entrevista para la revista Cámara el diputado Jesús Roberto Briano Borunda (Morena), al referirse a la reforma constitucional votada en el Pleno de esta Cámara para regular las actividades en el espacio ultraterrestre.

Durante la presentación del proyecto Colmena, verificado en la Cámara de Diputados, se anunció que los robots de esta misión serán enviados a la superficie lunar en el 2023, desde Cabo Cañaveral, en Florida, Estados Unidos, a bordo del cohete Vulcan Centauro, luego de que su lanzamiento se retrasó casi un año.

A propósito de la llamada economía espacial, que se desarrolla en varias partes del mundo, el diputado Briano Borunda habló del camino que siguió esta iniciativa para llegar al pleno.

“Esta reforma tiene más de cuatro años trabajándose, inició en la legislatura pasada. Lamentablemente, no se logró votar en el Pleno; quedó congelada y nosotros la retomamos gracias a la colaboración de Luis Antonio López Velarde Sandoval, quien hizo su tesis doctoral sobre derecho espacial.

En 1994 se tuvo que reformar la Constitución para agregar como actividad del espacio ultraterrestre a las telecomunicaciones satelitales. Se tenía que renovar el Satélite Morelos y no había una legislación que lo sustentara, entonces vino la reforma. Ahora, lo que estamos haciendo es agregar todas las actividades del espacio ultraterrestre, no solamente a las comunicaciones satelitales. Lo principal fue homologar el nombre de ‘Actividades del espacio ultraterrestre, la Luna y otros cuerpos celestes’, porque México ha firmado cinco tratados internacionales de la ONU y en ellos así se menciona y así es como viene en la reforma constitucional”.

¿En qué etapa está la iniciativa?

La iniciativa se aprobó en la Cámara de Diputados y pasará a la de Senadores a fin de que en el siguiente periodo se pueda estudiar y analizar; luego, a los congresos locales, y posteriormente se publicará en el Diario Oficial de la Federación (DOF).

Hemos hablado con senadores y la han arropado muy bien; la ven muy necesaria porque esta economía está creciendo muy rápido, calculamos que para el 2040 la economía espacial va a mover un trillón de dólares. Tenemos de dos a tres años para crear la industria espacial y tener todos los beneficios. Otro de los países de los que tenemos que aprender y que están invirtiendo mucho en la economía espacial es Brasil, donde se desarrolla muy rápido. Nos lleva como 10 años de adelanto.

¿Había un vacío legal?

Hay universidades y empresas mexicanas que generan industria espacial, pero por no haber regulación o marco jurídico se les dificulta, por ejemplo, las denominaciones que utilizan porque no son exactas, específicas.

En la Universidad de Puebla hacen satélites y para que pasen por migración, en las aduanas, les tienen que adjudicar un nombre que esté en el catálogo de productos a exportar, pero no hay un nombre específico: satélite o nanosatélite. Son pequeños vacíos legales que obviamente se requieren cubrir con la ley.

Necesitamos que México se adhiera a este boom espacial, a esta economía, porque tenemos una posición geográfica estratégica importante al ser vecinos de los Estados Unidos, país que es generador de esta economía espacial, que, además, ya la abrieron a la iniciativa privada.

La industria espacial en México tiene gran potencial en mano de obra, en la calidad de los ingenieros, de los técnicos. Si empezamos a generar nuestra propia tecnología debemos ofrecer productos a esas empresas a través de nuevos procesos, nuevas maneras de procesar datos y México tiene potencial para hacerlo.

Estamos muy atrasados en este tema, ¿en cuánto tiempo calculan que podremos tener un mejor nivel?

México actualmente gasta mucho dinero en rentar y contratar servicios de empresas extranjeras para sus servicios satelitales; sin embargo, nuestra mano de obra es de las mejores. La industria aeroespacial ya tiene más de 20 años en México y lograr este brinco formalmente, la verdad no sería tanto problema. Tenemos muy buenas bases y conocimiento con nuestros ingenieros y técnicos. Lo que pasa es que a esos técnicos o investigadores se los llevan a otros países porque en México no hay un campo ideal para su desarrollo.

La mano de obra o el capital humano que México tiene es de los mejores y debemos aprovechar esta circunstancia. La idea es repatriar a todos estos talentos, que vengan al país y que apliquen sus conocimientos para desarrollar la tecnología espacial mexicana.

Por otro lado, se nos han acercado estudiantes que en concursos internacionales han obtenido los primeros lugares. Aunque han presentado sus proyectos con materiales reciclados, les han ganado a los italianos, a los chinos, a los japoneses, siendo que ellos tienen más apoyo y más avance. Vemos que estos estudiantes no quieren irse al extranjero, ellos quieren quedarse y desarrollar esa industria espacial.

El espacio, conectado con la Tierra

¿Cómo ayudarán en la Tierra los proyectos del espacio? ¿Hay respuestas del espacio para nuestros problemas?

Sí las hay porque las actividades espaciales conectan con todas las áreas prioritarias de México: la salud, la ganadería, la agricultura, la pesca, la defensa, la marina; son situaciones transversales. Obviamente, cuando se habla de actividades espaciales uno piensa en cohetes y astronautas, pero hay muchas áreas de desarrollo para la salud, por ejemplo, en nuevos materiales, en comunicaciones satelitales, que es lo que más usamos en México para monitorear volcanes, ciclones, sequías.

Específicamente, las investigaciones espaciales detonarán en la agricultura de precisión porque es un área que emplea imágenes satelitales espectrales, cada espectro se manifiesta en un color y así te puede decir si tiene humedad, sequía o plagas tu sembradío. Hay muchas soluciones para problemas torales de México y con la aplicación de la tecnología espacial se podrá beneficiar a miles de agricultores.

Porque si nos vamos a la infraestructura para solamente lanzar cohetes, sí está muy lejos, pero no imposible, porque contamos con el capital humano. Queremos empezar a solucionar problemas de México, por ejemplo, corroborar en una imagen satelital quién desperdicia agua en sus plantíos, en sus parcelas. Aún se usa el riego de encharcamiento y con esta tecnología se puede determinar cuál es el tipo de riego óptimo y que el líquido desperdiciado se canalice a ciudades o pueblos.

Respecto de la infraestructura espacial, tenemos dos áreas acondicionadas para el lanzamiento de naves espaciales, una es Chipas y otra es La Paz, Baja California. Son propicias gracias a las zonas geográficas donde se encuentran.

Hay personas interesadas en estos sectores y, si se logra esta reforma, se tendría la capacidad de otorgar permisos, concesiones, derechos. Es importante que generemos nuestra propia tecnología espacial para tener nuestras bases de lanzamiento y usarlas cuando queramos y a la hora que queramos.

¿Qué papel jugó la Agencia Espacial y la astronauta Katya Echazarreta?

La Agencia nos surtió de datos e información para armar esta reforma. Obviamente, ellos son los más interesados en que pase esta ley. El doctor Salvador Landeros, director General de la Agencia, nos proporcionó contactos con la Nasa, otras agencias europeas y de Brasil; hemos estudiado sus experiencias y legislación para hacer las leyes secundarias próximamente.

Por otro lado, cuando nos enteramos que Katya es la primera mujer mexicana en lograr esta hazaña, la buscamos y pedimos que si podía colaborar con nosotros. Varios de sus proyectos son coincidentes como hacer su propio campamento o una fundación; obviamente, si la fundación quisiera trabajar en temas de educación estamos con ella. Le gustó la idea y ella promociona ya la reforma. La tomó como suya y estamos muy contentos de que nos haya apoyado.

Por último, quiero hacer un llamado a los estudiantes de Ciencias, de Ingeniería, de Matemáticas: aquí en la Cámara estamos dispuestos a respaldarlos en sus proyectos, a promocionarlos. Motivar también a las niñas para que estudien ingeniería o ciencias. Queremos que más mujeres entren a estas áreas porque aún son muy pocas quienes ingresan, pero las que ya están ahí son muy talentosas.


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