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Analfabetismo, una forma de esclavitud


Aída Espinosa Torres

Aprender a leer y escribir va más allá de reconocer letras y formar palabras; se trata de comprender y analizar textos, lo que nos permite expresar ideas, pensamientos y emociones de manera coherente. A nivel cognitivo nos ayuda a mejorar la memoria, la concentración y el pensamiento crítico. Para una nación representa una de las condiciones fundamentales a fin de alcanzar objetivos de crecimiento. En el terreno sociopolítico, los especialistas aseguran que un pueblo que no sabe leer ni escribir es un pueblo fácil de engañar.

También leemos para informarnos, usar nuestra imaginación y conocer universos fantásticos. Esta práctica implica un poder: la capacidad de comprender el mundo. En palabras de Ludwig Wittgenstein, “los límites de nuestro lenguaje son los límites de nuestro mundo”.

A pesar de los argumentos anteriores, se ha demostrado que el analfabetismo sigue teniendo raíces profundas. Con todo y las innumerables campañas que se han instaurado en el orbe, no se ha podido otorgar garantías de cifras elevadas o permanentes de alfabetización, sobre todo en países con alto índice de desigualdad.

Es pertinente, a propósito del Día Internacional de la Alfabetización (DIA), que se conmemora cada 8 de septiembre en todo el mundo, recordar la importancia de este derecho humano como prioridad global para empoderar a las personas y construir una sociedad más igualitaria.

La educación transforma vidas

En México, a través de los años, se ha avanzado en la tarea de contrarrestar el analfabetismo, sobre todo a principios del siglo XX, cuando más de la mitad de la población en edad escolar era analfabeta. Incluso, en 2021 se recibió un premio de la Unesco por estar entre los seis programas excepcionales de alfabetización, junto con Costa de Marfil y Egipto. Sin embargo, estos esfuerzos no han sido suficientes para disminuir la cifra que reporta el INEGI: por cada 100 mexicanos hay 4.7 analfabetas.

Entre las acciones y retos a enfrentar están: implementar estrategias de alfabetización en comunidades vulnerables, promover de manera efectiva la lectura, involucrar a la población y no sólo dejar en la escuela la responsabilidad de alfabetizar.

La ONU ha considerado al analfabetismo como otra forma de esclavitud. En el mundo hay 773 millones de adultos analfabetos y la mayoría de este total son mujeres. En México existen grupos con acceso limitado a la educación, como es el caso de los pueblos indígenas. Para 2023 se registró que, en estas comunidades, de cada 100 personas 23 no saben leer ni escribir.

La alfabetización nos facilita comprender el mundo porque da la capacidad de acceder a información, comunicarse, entender y tomar decisiones informadas. En el terreno económico se tienen más oportunidades debido a que es posible acceder a empleos bien remunerados y, por lo tanto, mejorar la calidad de vida.

Respecto de las prácticas sustentables, la ONU reconoce que la alfabetización está directamente relacionada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Contribuye a erradicar la pobreza, así como a incrementar la igualdad de género, la salud y la paz.

Por ello es importante empoderar a la mujer mediante la alfabetización, ya que se convertirá en agente de cambio en su entorno e influirá, sobre todo, en la educación de los hijos e hijas.

Tasas de analfabetismo

Durante los últimos 50 años el porcentaje de personas analfabetas de 15 años y más descendió significativamente en México. En 1970, aproximadamente 25.8 % de la población en ese grupo de edad no sabía leer ni escribir. Sin embargo, para el año 2020 esa cifra se redujo al 4.7 %. Esto equivale a 4 millones 456 mil 431 personas que aún enfrentan dificultades en la lectura y la escritura. Fuente: Cuéntame. INEGI.

Causas del analfabetismo en México

A pesar de los programas y políticas aplicados, en el país aún existen millones de personas mayores de 15 años sin saber leer ni escribir. Las causas del problema se atribuyen a factores determinantes como la pobreza y la migración que persisten en diversas capas de la población. Es sabido que la falta de oportunidades económicas propicia que las familias prioricen el trabajo sobre la educación, perpetuando esta situación.

La falta de infraestructura escolar tanto en zonas rurales como en las más alejadas de las ciudades también dificulta la asistencia de los estudiantes a la escuela. A esta circunstancia se suma la brecha digital, especialmente en áreas donde no hay acceso a Internet ni a dispositivos tecnológicos.La Dirección General de Educación Indígena Intercultural y Bilingüe (DGEIIB) es la encargada de normar la atención educativa a este sector poblacional considerando la diversidad lingüística y cultural. La alfabetización debe ser prioridad en la agenda política o social de cualquier país. Por ello se requiere crear conciencia de los beneficios individuales y colectivos que trae consigo que la población cuente con la herramienta básica de la alfabetización.

Sembrar la palabra

“Logramos que los padres de familia y los alumnos dedicaran el sábado por la tarde a recoger las inmundicias y a quemar las basuras. En la escuela pusimos baños y peluquería. Y la primera campaña no fue de alfabeto, sino de extirpación de piojos, curación de la sarna, lavado de la ropa de los pequeños. En seguida, como era el hambre la causa de sus retrasos mentales y de sus males físicos, aprovechando una modesta asignación dimos gratuitamente el desayuno a todos los alumnos”, relata José Vasconcelos en su libro La creación de la Secretaría de Educación Pública.

En México, las campañas de alfabetización a principios del siglo XX fueron fundamentales. Más del 50 por ciento de la población en edad escolar era analfabeta. Una de las campañas más significativas fue la emprendida por José Vasconcelos como secretario de Educación Pública. Instauró el Departamento de Campaña Contra el Analfabetismo, cuyo objetivo final era alfabetizar de manera intensa, sobre todo, a la población mayor de 12 años, puesto que se consideraba que los menores a esa edad ya estarían cursando la educación primaria. En el Ideario de Acción de Vasconcelos se señala que, junto con la alfabetización, se debía considerar la higiene y la alimentación. Esto lo manifestó en la segunda de cinco circulares que emitió para impulsar la Campaña en contra del analfabetismo y el proyecto para crear la Secretaría de Educación, donde delineaba parte de las acciones que se debían realizar para revertir la situación tan precaria, a nivel educativo, que tenía México.

En la primera convoca a la creación de un Cuerpo de Profesores Honorarios de Educación Elemental y se indican las primeras acciones a realizar. En la tercera, señalaba que las mujeres se deberían sumar a la campaña, desde sus hogares o fuera de ellos. En la cuarta, Vasconcelos propone su primera lista de autores para la lectura: Benito Pérez Galdós, Romain Rolland y León Tolstói.

En la quinta circular llama a la perseverancia de los profesores honorarios, además de referir que de junio a noviembre ya “se han inscrito más de mil quinientos profesores de todos los rumbos de la República” y hay por lo menos unos diez mil alumnos que “se han librado de la ceguera mental”.

En los años 80 la SEP instrumentó una nueva campaña de alfabetización porque los censos seguían arrojando datos negativos.

En aquella campaña la dependencia creó el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA). Este organismo está vigente en el país.

Estrategias a nivel mundial

A nivel mundial el combate al analfabetismo ha sido impulsado por la UNESCO. En Italia, en colaboración con el gobierno y organizaciones no gubernamentales, se llevó a cabo una campaña alfabetizadora en Calabria.

También se realizaron otras jornadas notables en Irán (1965) y Nicaragua (1980). Más recientemente, en Afganistán (2008); ahí se benefició a 1.2 millones de personas, entre ellas, 800 mil mujeres. Otros programas exitosos son los de Camboya, en 2020, durante la crisis del Covid.

En él se proporcionó aprendizaje en línea y a distancia con programas de alfabetización a 323 mil estudiantes.

El Plan Iberoamericano de Alfabetización y Aprendizaje a lo largo de la Vida está pensado por y desde los países iberoamericanos. Están incluidos Andorra, Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Chile, Cuba, Ecuador, España, El Salvador, Honduras, Guatemala, Nicaragua, México, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana.

Desafíos de la educación

En este panorama algunos estudios han analizado y confirmado que para mejorar los programas de alfabetización en México y avanzar en un entorno igualitario se deben considerar las necesidades específicas de jóvenes, adultos mayores, población indígena y personas con discapacidades.

La brecha digital sigue siendo un desafío ante el cual es prioritario garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a dispositivos y conectividad a Internet, sobre todo enfocarse no únicamente en programas que enseñen a leer y escribir, sino en aquellos que otorguen habilidades de comprensión lectora y escritura crítica. Un tema que se ha puesto en la mesa por años es la formación continua para docentes: los maestros necesitan capacitación constante en estrategias de enseñanzas efectivas para la alfabetización.

El último punto es el involucramiento de la comunidad, donde se deben crear alianzas con diferentes organizaciones civiles, empresas, comunidades locales y voluntarios.

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