Luz María Mondragón
Ha llegado a su fin el drama de las familias trabajadoras: cuando el destino es vivir sin un hogar digno, soportando el azote de los altos precios en compra y renta de vivienda y, por necesidad, aguantando dilatados desplazamientos a sus centros de trabajo; quedarán atrás años de felicidad arruinada.
La Cámara de Diputados inaugura un tiempo nuevo para las familias trabajadoras. El 1º de febrero inicia el segundo periodo ordinario de sesiones del Primer Año de la LXVI Legislatura. Desde el prólogo se corona con la esperada reforma a la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) que garantiza el acceso a una vivienda digna y asequible, en propiedad o en arrendamiento.
El hogar es más que cuatro paredes. Es un lugar simbólico, además de físico. En la vivienda, las y los trabajadores y familia construyen sueños, esperanzas y anhelos; edifican futuro para ellos y sus seres queridos.
Desde el siglo pasado (debido a la reforma de 1992 a la Ley del Infonavit) el instituto dejó de construir vivienda. Ahora en el siglo XXI sucedió algo insólito: en la línea de los visionarios, la LXVI Legislatura de la Cámara de Diputados reforma a profundidad este marco normativo para fulminar la corrupción, la falta de transparencia que alentó negocios que lastimaron la dignidad de la vida de la clase trabajadora y su derecho a una vivienda digna, sea un hogar propio o arrendado.
Con la reforma, el Infonavit volverá a la construcción de vivienda en beneficio de las y los trabajadores. Se acabó un negocio privatizado que genera casas de mala calidad y alejadas de los centros de trabajo (por eso en el país hay miles de viviendas abandonadas).
Este 1º de febrero en el Palacio Legislativo de San Lázaro se realiza la sesión de Congreso General, correspondiente a la apertura del Segundo Periodo de Sesiones Ordinarias del Primer Año de la LXVI Legislatura. Posteriormente, el Pleno de la Cámara de Diputados celebra su primera sesión ordinaria, debatirá y aprobará el dictamen de reformas a la Ley del Infonavit y Federal del Trabajo, en materia de vivienda con orientación social.
El 24 de enero las comisiones unidas de Vivienda y de Trabajo y Previsión Social avalaron, con cambios, el dictamen a la minuta aprobada en diciembre por el Senado.
Fue en 1992 cuando se había hecho la última reforma a la Ley del Infonavit. El Instituto se convirtió solamente en un esquema de financiamiento. Se le quitaron facultades de construcción, vigilancia, supervisión y de vivienda.