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Economía espacial: una oportunidad para México


Dip. Jesús Roberto Briano Borunda

En la última década la economía espacial se ha detonado, en el 2021, representó la cantidad de 370 billones de dólares y se estima que alcance un valor de 642 billones de dólares en el 2030 . Eso explica el interés de inversión del sector privado, por tal razón los países están optando por crear regulación nacional que permitan generar las condiciones necesarias para que los actores del público y privado puedan ser parte de esta nueva economía mundial.

 Informe de economía espacial, 8ª edición, Euroconsult 

Pero, ¿Qué es la economía espacial?.  

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en el 2012 publicó el manual sobre la medición de la economía espacial, en el cual definió a esta economía cómo una gama completa de actividades y el uso de recursos que crean y proporcionan valor y beneficios a los seres humanos en el curso de la exploración, comprensión, gestión y utilización del espacio .

La gama de actividades vinculadas con el espacio ultraterrestre son bastante amplias, en las que involucra la investigación científica, el desarrollo tecnológico, la industria e infraestructura espacial; permitiendo generar conocimientos, productos y servicios mismo que se traducen en grandes beneficios para las sociedades. 

Entonces, ¿Cuáles son las actividades espaciales? y ¿Quienes la realizan?  

Para comprender mejor a la economía espacial debemos enfocarnos en sus tres segmentos de la cadena de valor, mismos términos aplicables en otras industrias,las cuales son aguas arriba (Upstream) y aguas abajo (Downstream). A partir de los segmentos podremos identificar las actividades espaciales, sus derivados y la participación de los actores del sector público y privado en cada segmento de las cadenas de valor.

El segmento Upstream abarca investigación, fabricación espacial y sistemas terrestres, por lo tanto implica investigación y desarrollo (I+D). Las actividades de investigación fundamental y aplicada espacial es tarea de las instituciones de educación superior, los centros de investigación y las universidades públicas o privadas en nuestro país, siendo una oportunidad única para los investigadores, ingenieros, empresas e inversionistas. Otras actividades del segmento Upstream son el suministro de materiales y componentes, el diseño y fabricación de equipos para la integración de los sistemas espaciales, satélites, orbitales y terrestres, así como vehículos de lanzamiento, centros de control, entre otros; todas éstas actividades son de amplio interés por industria y tienen que ser vigiladas por entes públicos en la materia.  

Por otro lado, el segmento Downstream tiene que ver en todas las actividades relacionadas con la operación de los sistemas mencionados anteriormente, aquí tanto las empresas y el gobierno pueden contar con satélites y estaciones terrenas propias. También es importante destacar que en este segmento, se caracteriza por los servicios de distribución de señales o datos, además de ofrecer dispositivos y productos que apoyan al mercado de consumo. De igual manera las instituciones de educación superior, centros de investigación y universidades pueden ser partícipes a través de propiedad industrial.  

Cabe mencionar, el impacto socioeconómico que ocasionan estos segmentos de la economía espacial en los países; un ejemplo es NASA, en 2019, empleó más de 18,000 personas directas y más de 312,000 empleos indirectos, asimismo produjo 7 mil millones dólares en impuestos federales y estatales directos.  

Ante esta realidad ¿Qué está realizando el Congreso de la Unión para impulsar la economía espacial en México?  

El pasado 15 de marzo su servidor con el respaldo de diversos legisladores, presentamos la iniciativa de reforma constitucional en materia espacial, en la pretendemos reformar el artículo 28 y 73 constitucional para considerar en su totalidad a las actividades espaciales áreas prioritarias para el desarrollo nacional, y, por ende, no limitar el marco constitucional en solo considerar a la comunicación satelital; además de permitir la participación de actores no gubernamentales en las actividades vinculadas con el espacio ultraterrestre bajo la rectoría del Estado Mexicano, con motivos de responsabilidad internacional.  

Con respecto, la reforma del artículo 73 busca darle la facultad al Congreso de la Unión de emitir legislación en materia espacial como en temas de la responsabilidad civil, el derecho mercantil, el derecho de los transportes, las garantías, la propiedad intelectual, las telecomunicaciones, la seguridad nacional, cooperación internacional y otros temas podrían hacerse extensivos a las actividades espaciales de entidades no gubernamentales.  

 La reforma constitucional en materia espacial significa una gran oportunidad para nuestro país puesto que detonará una nueva actividad económica,y por ende permitirá la creación de nuevas industrias, empleos y sobre todo desarrollo tecnológico. México no puede quedarse rezagado en la carrera espacial, ya que esto significaría atrasarse en materia tecnológica, económica, en investigación, y adquisición de materias primas.  

El campo de desarrollo que le permitirá a México el estudio, expansión y aprovechamiento del espacio ultraterrestre será superior al PIB de algunos países, lo cual aprovechado de manera óptima se traduce en mejoras sustanciales en la forma de vida, en el bienestar social y acceso a un nivel más equitativo de la tecnología. 


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