La agenda económica

Los procesos políticos que vivimos, de selección de quienes van a abanderar las propuestas de los partidos, carecen precisamente de eso, de ideas. La candidatura de Marcelo Ebrard es la única excepción. En el tema económico los asuntos a poner sobre la mesa son evidentes, por lo que el debate debe de versar sobre esos temas, evitar los lugares comunes y las salidas fáciles.

El más claro es el crecimiento, de eso se derivan tres asuntos, inversión en infraestructura, nearshoring y la transición a la electromovilidad. En el primer caso es necesario tener claridad de la inversión necesaria para aprovechar, potenciar y concluir los grandes proyectos en marcha, pero también la que se requiere para conectar mejor al centro-sur y el sur-sureste con el resto del país en los próximos años, así como los de movilidad en las urbes y entre ellas. 

Para aprovechar el nearshoring se requiere actuar pronto, empaquetar proyectos de inversión público-privada para infraestructura carretera, portuaria y ferroviaria ligada al comercio con América del Norte, realizar las inversiones hidráulicas, energéticas, de conectividad y de infraestructura básica que requieren las ciudades mejor preparadas para atraer esta inversión y tener una estrategia activa de atracción de proyectos en las actividades de mayor contenido tecnológico. 

Acelerar la transición hacia la electromovilidad será fundamental, debido al tamaño de nuestra industria automotriz, pero también por el tema logístico que va a implicar el hacer posible la operación masiva de vehículos eléctricos de carga, que se van a requerir muy pronto para continuar con la integración comercial y de producción de América del Norte. Esto es, requerimos seguir el ritmo de Estados Unidos y Canadá en el tema de electromovilidad para que el nivel de actividad económica conjunta no se vea afectado 

En este gobierno se establecieron mecanismos para mejorar la distribución del ingreso, con programas sociales amplios, el incremento al salario mínimo y la restricción del outsourcing, eso, la inclusión, debe continuar, especialmente ahora con mejores servicios de salud y de educación, con mayor cobertura y calidad, por lo que se requiere de mayores tasas de crecimiento económico, pero también de más recursos fiscales. 

Es por eso que la otra gran discusión tiene que ver con la recaudación, la mejor fiscalización a los contribuyentes ha sido una estrategia acertada de este gobierno, que incrementó los ingresos, pero que ya registra rendimientos a tasas decrecientes. Es por eso que se deben poner sobre la mesa las visiones de cómo recaudar más, cómo gravar la renta de personas de muy altos ingresos y de empresas con altos flujos de efectivo y bajas tasas efectivas, proponer cómo resolver la eterna tarea pendiente de gravar la propiedad, detallar cómo hacer posibles los impuestos ligados a las emisiones, pero también la manera de reducir el uso del efectivo, para muchos fines, pero fundamentalmente para mejorar la recaudación de impuestos a la renta y al ingreso. Eso, además de alternativas para incrementar y aprovechar mejor las fuentes locales de ingresos públicos. 

Faltan los temas sectoriales, incrementar la producción de vivienda, especialmente la popular, introducir competencia en el sector financiero, por medio de la banca digital, para lograr inclusión, la inversión en el campo, en presas en financiamiento y en aseguramiento, el turismo, cómo incrementar el gasto por viajero internacional, cómo recuperar destinos desaprovechados y potenciar nuevos, como ligarlo a las industrias creativas. Es también fundamental conocer la visión que se tiene sobre cómo hacer política industrial, cómo generar innovación, introducir tecnología a nuestros procesos industriales, incrementar el contenido nacional, formar el capital humano adecuado y fomentar industrias que nos convienen desde el punto de vista estratégico, como la médica y a la agroindustrial. 

De todo esto se requiere de una agenda detallada, con propuestas y soluciones. Eso es lo que deberíamos de estar discutiendo 

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