Morena da destellos de unidad, mientras que el PRI evidencia su descomposición interna.
Las reuniones plenarias de los diputados y senadores de Morena sirvieron de pasarela para las cuatro “corcholatas” presidenciables.
Y si bien los morenistas nos dejaron con las ganas de ver la foto de las cuatro “corcholatas” juntas, su sola presencia mandó un fuerte mensaje de unidad en el partido gobernante.
En esas reuniones también estuvo Mario Delgado, en su calidad de presidente del partido, (aunque en el Senado se saliera a medio evento).
En contraparte, la plenaria del PRI fue marcada por la llegada abrupta y sin invitación de “Alito” Moreno, lo que provocó que “se reventara” la sesión, evidenciado la falta de armonía al interior de este partido.
Si ambos proyectos políticos continúan con esta inercia, los resultados para 2024 son altamente predecibles. Unido, el partido Morena muy difícilmente podría perder la presidencia de la República y, mucho menos, ante una oposición contrapunteada entre sí.
Hoy, más que nunca, la reconciliación y el oficio político serán la clave del triunfo en cualquier proyecto porque de aquí al 2024 muchas cosas pueden pasar.
Las opiniones vertidas en este texto son responsabilidad única y exclusiva del autor o autora.