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"Diseñamos los momentos estelares de la Cámara de Diputados": Dirección de Relaciones Interinstitucionales y del Protocolo


Luz María Mondragón

Érase una vez en la noche de los tiempos que los egipcios crearon el primer protocolo y ceremonial de Estado, cuenta la leyenda. Y que la antiquísima Babilonia legó a la eternidad el primer manual con referencias de normas protocolarias, el célebre Código de Hammurabi.

El tiempo no ha enterrado, sepultado al protocolo. Ha sobrevivido a los siglos. Hoy es más vigente que nunca. Ha consolidado su importancia en los momentos estelares de la humanidad, de los Estados y la política. Incentiva las relaciones cordiales en gobiernos nacionales e internacionales.

Pareciera que sus reglas son gélidas y ajenas a la gente. Esta percepción es irreal. ¿Quién no se ha deleitado cuando el protocolo despliega su embrujo? El corazón ríe ante imágenes entrañables, risueñas y cautivadoras de unos Juegos Olímpicos. O se conmueve frente a solemnes ceremonias, sea la toma de posesión de un presidente de la República o la sesión de apertura del Congreso de la Unión.

La Cámara de Diputados se abrió al siglo XXI

En el Palacio Legislativo de San Lázaro el protocolo también vive un renacimiento. Es protagonista en un sinfín de eventos cotidianos y solemnes de la Cámara de Diputados, a cargo del equipo de la Dirección de Relaciones Interinstitucionales y del Protocolo. En entrevista, el director de esta área, Alfonso Ruelas Hernández, habló del tema con la revista Cámara.

Cuando Alfonso Ruelas inició sus labores en San Lázaro, en 1998, esta área era solamente una oficina de relaciones públicas. Paulatinamente se impulsaron cambios y nació la Dirección de Relaciones Interinstitucionales y del Protocolo, con lo que afloró una nueva mística de trabajo.

Se puso el acento en lo internacional, a fin de proyectar, a través de la diplomacia parlamentaria, a la Cámara de Diputados en la globalidad. Mejoró la atención a las delegaciones extranjeras y emergieron los primeros Grupos de Amistad, desde donde se contactaron a legisladores de otras naciones.

Los cambios y avances se han dado sin la guía de algún libro-manual propio. No lo había. Hasta ahora se han basado en los usos y costumbres.

Con la mirada hacia el futuro, Alfonso Ruelas compartió que al final de este 2023 estará listo el legado de la LXV Legislatura de la Cámara de Diputados en materia de protocolo y relaciones institucionales, porque coordina un libro que develará los enigmas de las actividades protocolarias.

Esta obra tiene aroma de testamento intelectual. Es la herencia que dejarán.  Saber cómo se realiza este trabajo institucional servirá a las nuevas generaciones y ellas tendrán la misión de perfeccionarlo.

Sin dudarlo, este manual será de consulta imprescindible porque destila un caudal de conocimientos. Es síntesis de teoría y práctica. Descifra los procesos creativos del protocolo, sus normas y objetivos. Un libro que esconde un secreto.

El equipo que persigue la perfección

La Dirección de Relaciones Interinstitucionales y del Protocolo está integrada por un equipo de trabajo que persigue la perfección en la organización de ceremonias y todo tipo de eventos protocolarios, esquivando toda clase de imprevistos y hasta vaivenes políticos.
Es un equipo cuyos días, meses y años de trabajo saben a conceptos y principios: respeto, orden, sentido común, ambiente propicio para acordar exitosamente, buenas maneras, empatía, cultura, tradiciones, usos y costumbres, derecho…

El equipo enarbola la paridad de género: son seis mujeres y seis hombres. “Somos pocos y a veces hay demasiadas tareas. En ocasiones se nos juntan varios eventos a la misma hora o la presentación de foros que duran muchas horas. Con trabajo de equipo, dedicación y esfuerzo superamos los imprevistos”. Uno para todos y todos para uno, como pregona el lema de Alejandro Dumas, en Los tres mosqueteros. 

¿Cómo se han preparado para dar tan buenos resultados?

“Nos respalda una sólida preparación. Contamos con el apoyo de la Secretaría de Relaciones Exteriores, principalmente del Instituto Matías Romero, con cursos de protocolo y ceremonial. Permanentemente recibimos  capacitación. Por ejemplo, actualmente aquí en San Lazaro, asistimos a un seminario sobre Imagen y comunicación institucional. Así perfeccionamos conocimientos y nuestras habilidades comunicativas.

“La expertis se logra con años de arduo trabajo. La gente joven que llega a esta dirección observa y a través del tiempo va dominando cuestiones relacionadas al Marco Jurídico, al Reglamento, la Ley Orgánica de la Cámara de Diputados, etcétera”.

Del cielo al purgatorio

Tras 25 años de trabajo, Alfonso Ruelas atesora vivencias, anécdotas y recuerdos. Olvida las hojas del calendario, las manecillas del reloj y bucea en el pasado rescatando los dos momentos que más lo han impactado.

Primero, evocó un hecho histórico de marzo de 2001, cuando, sin la presencia del subcomandante Marcos, indígenas zapatistas fueron recibidos en la Cámara de Diputados. Se trataba de una reunión de trabajo en comisiones, entre ellas la de Puntos Constitucionales, así que no requería un protocolo especial. Sin embargo, se esmeraron en darle la mayor relevancia. Por eso, el diálogo ocurrió en el majestuoso Salón de Plenos. Los indígenas ocuparon las curules y desde la máxima tribuna retumbó la voz de la comandanta Esther, expresando el alegato del Ejército Zapatista de Liberación Nacional clamando libertad, justicia, autonomía y respeto a sus derechos humanos.

Esta narración de Alfonso Ruelas cobra actualidad porque quién iba a imaginar que 22 años después, en 2023, sigue abierta la herida de los indígenas de Chiapas. Hoy su grito de auxilio recorre nuevamente el mundo, porque viven agobiados, abandonados a su suerte ante la violencia extrema de los grupos criminales asentados en Chiapas. Es el sabor amargo del llanto eterno de los indígenas. 

Alfonso Ruelas rememoró el segundo momento histórico que lo dejó atónito. Fue un episodio crítico ocurrido el 1º de diciembre de 2006, cuando vaivenes políticos zarandearon al protocolo y estuvieron a punto de impedir la investidura de Felipe Calderón Hinojosa como presidente de México, ceremonia que transcurría en el Salón de Plenos de la Cámara de Diputados. 

Con el relato de Alfonso Ruelas cabe citar una frase de Publilio Sirio, escritor de la antigua Roma: “Cualquiera puede sostener el timón cuando el mar está en calma”. Pero en lo incierto, cuando el barco zozobra bajo la tormenta, cuando las olas se alzan como montañas y no se divisa puerto, únicamente los líderes son navegantes dispuestos a tomar el mando.
También vale la pena mencionar que Henry Kissinger, a sus cien años presentó recientemente un nuevo libro en el que reflexiona sobre el liderazgo. Tomamos dos perlas: “Saber cuándo toca perder es parte de la gramática del liderazgo”, y “el líder es un domesticador de realidades adversas.”

Reflexiones a propósito de esa página histórica del 1º de diciembre de 2006, vivida por Alfonso Ruelas. Y es que con anticipación y cuidado prepararon esa ceremonia sexenal que destila solemnidad. Aplicaron la precisión de un cirujano. Pero en ese inquietante momento de tensión extrema entre los Grupos Parlamentarios, el protocolo saltaba por los aires. Todo parecía perdido. Sin embargo, aquellos que tuvieron alma de líderes llevaron la ceremonia a buen puerto. A pesar de las adversas circunstancias, Felipe Calderón portó la Banda Presidencial. Trascender las circunstancias, es la cuestión.

¿Qué hace?

La Dirección de Relaciones Interinstitucionales y del Protocolo presta servicios protocolarios a los órganos de gobierno, comisiones, comités, la Secretaría General, unidades administrativas, Grupos de Amistad, y a las y los legisladores de la Cámara de Diputados. También auxilia, cuando lo solicitan, a entidades gubernamentales, de la sociedad civil, embajadas y congresos locales.

Cuatro objetivos principales


  1. La recepción y atención a visitantes nacionales e internacionales. Es la base del trabajo.
  2. La organización de actos y ceremonias  protocolarios.
  3. Las visitas guiadas protocolarias.
  4. La prestación del servicio de maestra o maestro de ceremonias. Esta actividad a crecido. Vive un boom. En un trimestre ocurren hasta 100 eventos de este tipo, tanto nacionales como internacionales.

Epílogo

Finalmente, Alfonso Ruelas aseguró: “para nosotros cada evento de un diputado o una legisladora es el más importante; le ponemos tanta atención como si fuera el acto más relevante”.

Confió: “A mí, especialmente, me encantan los eventos de los Grupos de Amistad porque expresan todos los aspectos del trabajo protocolario”.

Y la cereza del pastel es dar una visita guiada por el Palacio Legislativo de San Lázaro a parlamentarios y diplomáticos extranjeros.

¿Qué llama la atención a estos visitantes?

“Se maravillan de la majestuosidad de la Cámara de Diputados, del Salón de Plenos, de las inscripciones en letras de oro en los Muros de Honor. Sobre todo, del simbolismo que desprende el Palacio de San Lázaro. Así lo expresan legisladores y diplomáticos de Estados Unidos, Canadá, Europa y de otras naciones”.

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