Trabajo Legislativo / Entrevista


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Yvonne Reyes, todas sus aspiraciones cumplidas


 Juventina Bahena

Ivonne Reyes Campos, reportera del diario Reporte Índigo, decana de la fuente informativa de la Cámara de Diputados, tiene la “película completa” del trabajo legislativo en el pleno, y de ciertos eventos que han sido el punto de quiebre en el acontecer político del país y en más de tres décadas de cubrir la fuente, fue testigo de las transformaciones físicas del Palacio de San Lázaro y también de los cambios de régimen que experimentó el Estado.

Incursionar por primera vez en el ámbito laboral implica un autoconocimiento y enfrentar desafíos. La curva de aprendizaje tiene un costo y se descubren verdades sin matices con golpes de realidad. Ivonne nos abre la puerta de sus recuerdos, aunque algunos, dice, ya se han borrado.

—Egresé de la escuela de periodismo “Carlos Septién García”. Empecé a ejercer la carrera hace un poco más de 40 años. Me inicié en la fuente policíaca que, en aquel entonces, era difícil y complicada para las mujeres. Recién salí de la carrera, cuando el medio al que ingresé me envió a cubrir una nota sobre el asesinato de un anciano y su esposa. Fue una escena sangrienta, impactante, que me costó asimilar. Estuve casi un mes con dificultades para conciliar el sueño. Aun así, permanecí en ese diario cuatro años.

“A partir de ahí, me empezaron a enviar a otras fuentes, por ejemplo, el sector campesino, el sector obrero, comunicaciones. Viajé mucho cuando cubrí la Secretaría de Turismo y Aeropuertos y Servicios Auxiliares, y de ahí, a la Cámara de Diputados, donde en noviembre cumpliré 35 años”.

Fue testigo de los cambios de régimen experimentados por el Estado y del entramado jurídico diseñado por legisladores y legisladoras que dieron sustento legal a cambios históricos significativos, complejos, que han alterado las estructuras políticas, económicas, sociales a lo largo del tiempo.

Aunque sus recuerdos se pueden desdibujar con el tiempo, conserva registros físicos de hechos puntuales en imágenes en blanco y negro o color que testimonian el actuar de personajes sobresalientes en su coyuntura histórica.

Cada día, registra y reporta lo que acontece en la Cámara de Diputados, la aprobación de nuevas leyes o su reforma; la comparecencia de funcionarios del Poder Ejecutivo, quienes se presentan ante esta representación popular para rendir cuentas o en las bulliciosas conferencias de prensa de diputadas y diputados sobre los temas que se discuten en el momento.

De su trayectoria como reportera considera que para hacer buen periodismo hay que ser sagaz, tener mucha habilidad y, sobre todo, estar bien documentados sobre el tema que se va a desarrollar. De ahí que “es la experiencia en campo más que la formación académica la que proporciona las herramientas para hacer un buen trabajo. La experiencia en campo es la que hace al maestro”, dice.

¿Qué tipo de información no sacas a la luz? Porque te enteras de mucha información que te reservas, supongo.

—No, yo no me autocensuro; yo manejo todo tipo de información y depende de mi medio si me censura o no. Ahora bien, hay un código de ética que respetamos sobre información sensible que no se da a conocer, no por autocensura, sino porque se trata de información clasificada, reservada, estrictamente personal.

A un periodista, una periodista siempre le queda en el tintero profesional una aspiración por cumplir; escribir un libro, obtener un premio nacional de periodismo ¿Cuál es la máxima aspiración de Yvonne Reyes?

—Creo que ya cumplí todas, dice esbozando una sonrisa, con la mirada tranquila de alguien que ha alcanzado la satisfacción plena. “He estado en periódico, en televisión, en agencias informativas y en radio. Hasta ahora, creo que ya cumplí todas mis aspiraciones.”

¿Te atreverías a entrevistar a genocidas, pederastas, asesinos seriales y en qué modo crees que afectaría tu estado de ánimo?

—Lo haría y también sé que me afectaría, porque finalmente soy un ser humano con sentimientos y claro que me afectaría.

Es común que el entrevistador “encere” el piso del entrevistado ¿es ético o es una entrevista “aguda”?

—¿Hacerlo resbalar para que caiga? no, ni tampoco es ético, pero sí se dan algunos casos en que hago preguntas difíciles que incomodan y comprometen a funcionarios y a legisladores; sí, por supuesto que sí.

¿Cuáles son los peores vicios del periodismo y cuáles sus virtudes?

—De los peores vicios, creo que “volar” o inventar una nota y de las virtudes, pienso que ganar una exclusiva o incluso ganar el Premio Nacional de Periodismo. Incluso, el hecho de que seas periodista para mí ya es una virtud, porque es una profesión que nos gusta y, por supuesto, ejercer la carrera de periodismo con ética.

Hablemos de mujeres…

Hablemos de Litith y Eva. Lilith fue, según la mitología judía, la primera esposa de Adán, creada al mismo tiempo que él, de la misma tierra. Ella, mujer rebelde, se negó a someterse a los designios de Adán, desacatando un mandato divino y exigiendo igualdad ante su compañero; finalmente decidió abandonar el Paraíso para mantener su independencia. En tanto Eva, la segunda esposa, creada de la costilla de Adán, también desobedeció al comer del fruto del árbol del conocimiento, mismo que ofreció a Adán, razón por la que ambos fueron expulsados del Edén. Lilith, con el tiempo, fue demonizada en su peor papel como devoradora de niños, y la segunda, Eva, representó la perdición de los hombres y casi la causante de todos los males del mundo.

En un escenario ficticio ¿qué les preguntarías?

—Lilith es representada en diferentes tradiciones como un demonio o una figura rebelde, mientras que Eva es la mujer bíblica tradicional, a menudo vista como la causante de la desobediencia humana. Lilith decidió dejar a Adán, se independizó y se fue del paraíso, porque quiso ser ella misma. Eva se quedó y probó el fruto prohibido ¿Qué más puedo decir de ellas?

¿Dices mentiras?

—Sí, claro, hay mentiras piadosas y a veces hay que decirlas.

La adolescencia es una de las peores etapas en la vida de una persona, dicen ¿Cómo te defendiste de ese trance?

—Fui muy rebelde, creo que hice ver a mis papás las de Caín, porque la verdad no les hacía caso. Después que fui mamá, me di cuenta de que estaba equivocada y que mis papás tenían la razón.

¿Qué es lo que más te disgusta de la gente?

—Que sean deshonestos.

Yvonne vuelve a la redacción a restablecer esa íntima relación entre ella y su computadora, de donde saldrá un trabajo final listo para ver la luz en Reporte Índigo. Desde sus páginas o la plataforma en internet, sus lectores podrán leer una noticia redactada con la claridad y la pulcritud que caracterizan su labor. “Pan comido” para una decana del periodismo político.


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