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El deporte fortalece el ánimo y actitud de la niñez: diputado Carlos Iriarte


Juventina Bahena

Nuevamente se encuentra en la mira mediática la falta de recursos públicos en el deporte, a raíz de que el equipo femenil de nado artístico no podía financiar su salida a Egipto para participar en una competencia mundial en la que finalmente obtuvieron cuatro medallas, financiadas por la Fundación Telmex.

Más allá de los dimes y diretes entre autoridades deportivas y las nadadoras, es necesario esclarecer ante los siempre escasos recursos, qué tanto se puede privilegiar el deporte de alto rendimiento por encima del deporte masivo al que pueda acceder una población que tiende a la obesidad, principalmente en niños en quienes se empiezan a dar problemas de hipertensión.

Es el diputado Carlos Iriarte Mercado (PRI), integrante de la Comisión del Deporte, quien aporta su punto de vista al tema.

—En principio, quien practica un deporte de manera permanente, con metas y alcances, logros y a veces fracasos, siempre será una persona de provecho, propositiva y con aportaciones visibles para la sociedad. El deporte es la ruta para fortalecer el ánimo y la actitud de nuestros niños y niñas, dice convencido el diputado Iriarte, doctor en Administración Pública, integrante de la Comisión del Deporte en la Cámara de Diputados.

Al ahondar en el tema, el también secretario de la Comisión de Seguridad Ciudadana e integrante de la de Puntos Constitucionales, reitera que la actividad física aporta resultados positivos en muchos sentidos, no solo en el desarrollo sicomotor o en las habilidades físicas, fortalecimiento de la masa muscular y la coordinación motora de las personas de cualquier edad, porque realizar una actividad física de manera organizada permite conocer y aprender diversos aspectos de las relaciones humanas, al involucrarse en una competencia, el trabajo en equipo, la frustración de la derrota o la resiliencia cuando se superan adversidades en las competencias.

También se refiere al deporte de alto rendimiento.

—Las personas que practican un deporte de alto rendimiento tienen un desarrollo físico y deportivo ejemplar, con resultados nacionales o internacionales, cuya principal aportación es que se convierten en un referente aspiracional para niñas, niños y jóvenes. Más allá de la satisfacción personal de estar en buena forma, hay un aporte referencial a la comunidad, los municipios, los estados. Estas mujeres y hombres aceptan que, a través de la disciplina, la perseverancia, el respeto a las reglas, fortalecen su estructura personal para enfrentar los retos que tienen en la vida como seres humanos, como miembros de una comunidad o de una familia.

Sin embargo, ¿puede haber un desequilibrio en el uso de recursos para el deporte masivo que tanto ayuda a la población infantil y juvenil y el que se dispone para el deporte de alto rendimiento? Según la titular de la Conade, Ana Gabriela Guevara, al equipo de nado artístico, integrado por 10 personas, se le apoyó con 40 millones de pesos.

—Hay una política pública en materia deportiva de amplio espectro y de mediano y largo alcance cuando se tienen recursos suficientes. Del deporte organizado a nivel escolar vienen los campeonatos nacionales, los federados, las competencias nacionales e internacionales y cuando evoluciona la capacidad de algún individuo o equipo y se distingue de otros porque compite a nivel nacional o internacional, se destinan recursos para ese tipo de acciones.

“Al principio, al niño o niña le puede gustar una actividad deportiva y logra destacar en los campeonatos escolares o del sector educativo, entonces el papá tiene que disponer de tiempo y dinero para llevar al niño a una competencia; a veces las escuelas los apoyan, a veces no, y el recurso que proporciona el instituto estatal del deporte tampoco alcanza, entonces los padres tienen que conseguir patrocinio o ellos mismos financiar la asistencia a esas competencias y seguir acompañando el sueño o la aspiración de su hija o hijo.

“Para las competencias internacionales a veces ayuda el Comité Olímpico Mexicano o la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, pero los recursos son insuficientes para asistir a una competencia internacional porque no solo van los papás, va el entrenador con el implemento para competencias en otro rango y hay que conseguir recursos para largos periodos y un ciclo olímpico, que, por ejemplo, es de 4 años. Entonces, la política deportiva evoluciona en términos presupuestales en razón de los resultados que va obteniendo el esfuerzo deportivo municipal, estatal y nacional.”

Las competencias a nivel internacional son caras. En el caso del equipo de nado artístico, el magnate Carlos Slim lo apoyó ¿habría manera de que no se tratara solo de acciones altruistas, sino que apoyaran de manera más formal el deporte de alto rendimiento? En cuanto al deporte masivo para niños y jóvenes es una obligación del Estado fomentarlo porque se trata de la salud de la infancia.

—Hay áreas específicas creadas para el deporte de alto rendimiento y la única manera de medir a un atleta es ver su capacidad o rango frente a otros y eso no se hace en una visita, sino en dos o tres; incluso, se hacen estancias de dos o tres meses en alguna zona fuera del país, donde el atleta tiene que permanecer durante varios meses para asistir a diferentes competencias o estar yendo y viniendo a México. También tiene que hacer campamentos, incluso previo a las competencias, por largo tiempo.

 “La inversión en un deportista de alto rendimiento no es similar, los hay que tienen menos competencias que otros o los que requieren instalaciones específicas en algunos lugares del mundo, otros tienen características diferentes. Así que el deporte de alto rendimiento tiene muchas variables y la inversión del sector privado patrocinando selecciones deportivas no es un esfuerzo reciente en nuestro país, a lo largo de los años ha venido sucediendo, se ha venido regulando, por ejemplo, para juegos olímpicos el patrocinio tiene ciertas limitaciones jurídicas. “Dependiendo del país son diferentes modalidades de instituciones deportivas, por ejemplo, en los Estados Unidos no hay un instituto nacional del deporte como en México; allá se mueven por asociaciones o federaciones de manera distinta y la regulación del deporte obedece a criterios que no se determinan en nuestro país. Cuando hablamos de presupuestos, de patrocinios o apoyos no nada más se ajustan a las reglas locales nacionales sobre el recurso que podemos aportar, sino también a lo que está regulado internacionalmente.

¿A qué se debe que México no ha ganado más de 10 medallas olímpicas en una sola edición?

—A muchos factores, pero tenemos talentos con grandes capacidades y habilidades, pero se requiere cada vez más de un mayor seguimiento a su desarrollo deportivo y que tengan los espacios suficientes para practicarlo. Aunque tenemos el Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento (CNAR), el Centro Paralímpico Mexicano (CEPAMEX), no solo requieren contratar entrenadores, alimentos, mantenimiento, también necesitan equipos nuevos, conforme avancen las tecnologías. Es una inversión permanente, constante, para impulsar los logros de la niñez y la juventud. Puede ser que un joven de 20 o 22 años que llega a una competencia olímpica podría asegurar que tiene entre 12 y 14 años practicando ese deporte y sus padres y las autoridades municipales y estatales, generalmente invierten en su desarrollo.

¿Estamos preparados para apoyar la resiliencia de esos niños que pierden o que no lograron un lugar en una competencia?

—Cuando se habla del apoyo a un atleta va más allá del preparador físico, del fisioterapista, del entrenador, también requieren apoyo psicológico para fortalecer su ánimo, que tengan la claridad de que en toda competencia a veces no se tiene un buen día, o se lesionan durante una actividad que los podría llevar a los juegos olímpicos y se les debe apoyar para que continúen en su esfuerzo y sean perseverantes. Esto se traduce a cualquier actividad humana, no solo en la deportiva; una vez que se desarrolle esa resiliencia y se superen esas adversidades, un atleta será siempre un hombre productivo.


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