Trabajo Legislativo / Entrevista


news

El Espacio Cultural San Lázaro, una ventana abierta a la ciudadanía: Elías Robles


Aída Espinosa Torres

Elías Robles Andrade es el nuevo director del Espacio Cultural San Lázaro; es abogado de formación y también se tituló como politólogo en la Universidad de Guadalajara; tiene maestría en Derechos Humanos y Democracia. De su larga carrera en el ámbito legislativo nos comparte: “el primer contacto que tuve con el Congreso fue en el Senado, como secretario técnico en la Comisión Jurisdiccional y me desempeñé como especialista en técnica o proceso legislativo y derecho parlamentario. En Cámara de Diputados fui asesor en el Comité de Administración; en el 2013 se me dio la oportunidad de ser el nuevo director del Museo Legislativo, Sentimientos de la Nación, donde estuve nueve años”.

Recuerda que estuvo en el proyecto de remodelación, junto con el maestro Mauricio Farah, quien en esta legislatura vuelve a ser secretario General de la Cámara. “Pienso que ha sido uno de los cambios más trascendentales porque la museografía ya tenía 20 años y había que verlo como un lugar ideal para la construcción de ciudadanía y para promoción de cultura cívica. Se hizo la remodelación para que fuera un museo vivo, más dinámico, más interactivo, más actual y que debe responder a lo que queremos expresar a la ciudadanía: que se entiende con lo legislativo, lo congresional, lo parlamentario y creo que se logró de buena reforma. Posteriormente me fui a la Unidad de Transparencia en el Senado y ahora regreso como director del Espacio Cultural San Lázaro (ECSL), con bastantes actividades desde el mes de octubre”.

¿Cómo fue la creación de este Espacio Cultual?

El Espacio Cultural San Lázaro es una dirección muy reciente y por lo mismo no tenemos mucha estructura. Se creó con los esfuerzos de asesores de la Secretaría General, personal de Biblioteca, del Museo, de servicios y del sistema institucional de archivo y hasta de los centros de estudio.

El ECSL se crea en el 2019 y antes de que llegue la pandemia se realizan más de 400 actividades artísticas, culturales o de carácter histórico y filosófico y ya en la pandemia, del 2020 al 2021, migra al mundo digital; no se paró el ritmo de actividades, hubo más de 400 mil reproducciones entre los paneles, seminarios, presentaciones, coloquios. Ahora el reto es sostener ese ritmo tan impresionante. 

Como referente se tomó a la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, en Washington, que es la más grande del mundo y también es un modelo de difusión, promoción y divulgación de contenido cultural de alto nivel. Nosotros tenemos una biblioteca maravillosa, incluyendo la de Tacuba, con un acervo impresionante. Eso inspira al Espacio Cultural San Lázaro e igualarlo en la generación de contenidos culturales y de promoción de estos



¿Cuál es la propuesta del Espacio Cultural en esta segunda etapa?

Construir el segundo piso del ECSL es apostar por la institucionalidad, nace como un gran esfuerzo de la Secretaría General, después se desarrolló de manera informal para posteriormente crearse la Dirección General, pero sin mucha estructura. Creo que valdría la pena, por ejemplo, que la dirección de Museo y Biblioteca, que son muy afines a los objetivos del Espacio, no solamente se coordinen con el espacio, sino que pertenezcan formalmente a esta dirección.

El reto es ser una ventana abierta a la ciudadanía para la discusión de las ideas y el estudio, porque hay seminarios, foros, cursos de muy alto nivel y de las más variadas materias. Uno de los ejes más importantes, por supuesto, son los estudios históricos y filosóficos.

¿Cuáles son los principales ejes en los que se centrarán?

Para ir reforzando institucionalmente, algo que ha probado ser bastante exitoso y necesario, se tienen muchas solicitudes para eventos o actividades, entonces es necesario formalizar e institucionalizar y creo que vendría bien que estuvieran en la estructura esas direcciones y, a su vez, esas direcciones tienen su propia estructura.

Queremos que en esta etapa sea todo muy formal, con la normativa interna, con la propia Constitución, que dice en su artículo primero que es obligación, no es opción, de todas las autoridades, de todos los órdenes de gobierno, reconocer, respetar, pero también difundir, promover los Derechos Humanos. En este sentido, los derechos culturales también son parte de los Derechos Humanos y están establecidos en los DESC, derechos económicos, sociales y culturales.

Si estamos promoviendo la cultura es importante que al mismo tiempo emparentemos las obligaciones legales que están detrás de eso. Es muy bueno que difundamos que México es potencia cultural, pero también decir que en el artículo cuarto existe el reconocimiento de los derechos culturales, y que el artículo primero nos obliga a la Cámara de Diputados a difundir, reconocer, respetar y garantizar los derechos humanos.

En el Espacio Cultural San Lázaro difundimos simultáneamente la cultura legislativa, la cultura parlamentaria, pero a su vez, la cultura como una garantía de derechos culturales en favor de toda la ciudadanía; por eso el contacto ciudadano es tan importante para esta área.

¿Se pondrá más énfasis en la construcción de ciudadanía?

Se activó una dinámica de vitalidad cultural, pero también se necesita la institucionalidad, el reforzamiento de la cultura. Ahora quiero poner el acento en la cultura cívica, la cultura democrática, la cultura parlamentaria; eso implica la construcción de ciudadanía.

Dice también el artículo 133 de la Constitución, es norma suprema, no solamente el contenido de la Carta Magna, sino los tratados internacionales suscritos por el Estado mexicano, por el jefe de Estado, en este caso el Ejecutivo, y ratificados por el Senado, y así vamos a tener un fondo común: las actividades ya no van a estar tan dispersas.

Se va a tener una agenda específica de efemérides nacionales o cívicas para construcción de ciudadanía y cultura cívica, pero también efemérides de Derechos Humanos a fin de promover la cultura democrática, la cultura parlamentaria, la cultura legislativa y asumir la cultura de Derechos Humanos.

Además, debemos de garantizar el acceso a la población, si no habría una dinámica de vitalidad cultural, para que les dé sentido a nuestros objetivos, debemos tener congruencia con los objetivos planteados con Ramírez Vázquez, personaje detrás del proyecto de San Lázaro, lo que se haga en esta zona tiene que impactar a toda la comunidad del rededor. Es un pendiente histórico que se tiene que ir cumpliendo.

¿Cuál es el concepto de cultura que usted aplicaría aquí en San Lázaro y en su proyecto del Espacio Cultural?

Yo lo veo en dos dimensiones fundamentales que darían sentido a sus dos grandes ejes: el primero es el histórico, filosófico, antropológico, que tiene que ver con la cultura como un aparato, una serie de instituciones para recrear las condiciones sociales de convivencia, pero también de supervivencia y de identidad.

Y el otro eje, desde la promoción de las Bellas Artes y otras expresiones estéticas o artísticas. Queremos cultivar y refinar el gusto estético.

Cultura física y deporte

El maestro Elías Robles enfatiza sobre la importancia no sólo de las Bellas Artes, sino de la cultura física y el deporte. “Ahora que hablamos de cultura y todas sus dimensiones debemos de agregar la cultura física y del deporte. Es fundamental. Nos gustaría absorber también esa parte, quizá un tercer eje. Tal vez hay gente que no está tan identificada con ciertas manifestaciones culturales o artísticas, pero sí con la cultura física y el deporte.

“El Espacio no puede tener sesgos, creo que entre más amplia sea la noción de cultura que abordemos podemos llegar a más audiencias, a mayores sectores de la ciudadanía, por ejemplo, a personas con discapacidad. El día internacional de la danza queremos invitar al Ballet de la Discapacidad”.

Los creadores o artistas dicen que a los políticos no les interesa la cultura, ¿cómo resolvería este dilema?

Transitar entre Escila y Caribdis . Hay un recelo y tal vez sigue persistiendo el estigma de no darle la importancia que tiene algo que es fundamental. También hay otro factor que es el costo, y el doble discurso, porque queremos espectáculos de alto nivel, y nos gustan mucho, pero también lo criticamos porque cuestan.

En este sentido se tiene que hacer labor de funambulista; afortunadamente yo que he tenido mucho contacto con actores políticos no he encontrado resistencia, a todos les encantan las diferentes manifestaciones artísticas y culturales, entre ellas, la alta cultura; no he visto a nadie que se queje.

Por otro lado, debemos ser muy cuidadosos de cualquier cuestión que tenga que ver con erario, pero lo que estamos haciendo está justamente fundamentado en el derecho que tiene la ciudadanía de garantizar sus derechos culturales; por eso es muy importante que demos ese enfoque institucional, que sepan que hay un total fundamento y razón en lo que se hace, que no es una ocurrencia para favorecer proyectos o ambiciones personales. Que se entienda que no hay irresponsabilidad. Es cumplir la máxima de los artículos primero y cuarto constitucionales.

Por mi experiencia de casi 10 años en el Museo y otros ámbitos, sin excepción, sé que los diputados son altamente sensibles al tema de la cultura y a la promoción del arte.


Notas relacionadas