Luz María Mondragón
El diputado Francisco Javier Sánchez Cervantes (Morena) reflexionó sobre la profundidad de una metáfora: La niñez no está a la intemperie, la Cámara de Diputados ha abierto un paraguas jurídico que protege a la infancia.
Enfatizó: La Constitución mandata el interés superior de la niñez. Con ese espíritu, la Cámara de Diputados ha desplegado su ala más protectora en defensa de la infancia, ampliando ese paraguas. ¿Cómo? Sigue robusteciendo el marco jurídico para garantizar el cumplimiento de sus derechos humanos, como la educación y el desarrollo integral incluyendo el deporte.
El legislador Francisco Javier Sánchez es producto de la cultura del esfuerzo y de la educación pública, desde el jardín de niños hasta lograr su título universitario. Estudió Sociología en la Universidad Autónoma Metropolitana, profesión que le aporta claves en el análisis de las problemáticas sociales y sobre todo para la construcción de respuestas y soluciones.
Resaltó que, pronto, el Congreso de la Unión elevará a rango constitucional el programa de becas Rita Cetina Gutiérrez destinado a estudiantes de educación básica. Destacó su significado social: asegurar la permanencia de la niñez en las escuelas. Es decir, impedir el abandono escolar. Ahora, la niñez contará con apoyos económicos para asegurar la continuidad de sus estudios, desde el kínder, la primaria y la secundaria. Luego, gracias a otros incentivos, proseguirán el bachillerato y la universidad.
Que sea un derecho constitucional reducirá la desigualdad y promoverá la inclusión social. Esto es especialmente relevante para la infancia de comunidades indígenas y rurales. Hacer efectivo el derecho a la educación no basta con dar acceso a los planteles escolares. Si las niñas, niños y adolescentes no tienen apoyo económico simplemente no pueden estudiar. Una beca hace la diferencia entre ir a la escuela o quedarse al margen del conocimiento.
El trabajo de un legislador no se agota en el Salón de Plenos de la Cámara de Diputados. Francisco Javier Sánchez Cervantes precisa: es un esfuerzo continuo de la mano con la ciudadanía.
Como estudió sociología, los temas sociales siempre le han importado y ocupado. Comprometido con la comunidad, incentiva un permanente contacto con la ciudadanía. Da cotidiana atención a grupos sociales, desde adultos mayores a la infancia. “Soy cercano a la gente. Hay múltiples problemas y nos ven como un vínculo ante las autoridades para resolverlos”.
Al diputado le preocupa la niñez, sector vulnerable que debe contar con la máxima protección, porque, por ejemplo, la adolescencia se asoma al abismo de amenazas como las drogas. Por eso son fundamentales acciones para apartarlos de los riesgos. Mejor dar alas a los sueños de los niños.
Por mencionar, hoy la niñez está muy pegada al celular. Lo ideal es que las nuevas generaciones se metan al universo de las ideas, al cosmos de la lectura, al infinito del deporte. El diputado evocó al niño Francisco Javier. “Yo siempre cargaba mi libro. Ahora difícilmente ves a un chavo con un libro”. Su pasión por la lectura jamás se ha marchitado. Confía: soy de los pocos que todavía compra el periódico y lo leo página tras página.
La ética ilumina su camino. “Fui educado por una mujer, que me enseñó valores. Nunca ofendería a una mujer, ni a las personas. Reconozco la diversidad de ideas, de opiniones”. Y se declaró admirador de Benito Juárez, Morelos, Zapata, Villa, y Cárdenas.
“Yo soy producto de la educación pública y ahora estoy como diputado federal”, resumió Sánchez Cervantes.
Ama convivir con la niñez. “Yo soy un convencido de que tenemos que lograr que las nuevas generaciones tengan mejores condiciones que las del pasado. Mi niñez fue en los 80s, los 90s, y no teníamos los derechos de ahora, como las becas Rita Cetina Gutiérrez para la educación básica. Veo la gran diferencia que se ha logrado con gobiernos progresistas como el de Claudia Sheinbaum Pardo.
¿La educación es fundamental como motor de movilidad social?
“Sí. Celebro que el gobierno de Claudia Sheinbaum siga construyendo escuelas, preparatorias y universidades, sobre todo en zonas rurales. Hacían falta, los estudiantes tenían que perder muchas horas para trasladarse desde su hogar hasta los planteles. Si hay más escuelas y deportivos habrá mejores generaciones”.
¿Cuál es su sueño para la niñez?
“Eliminar el analfabetismo. Que la niñez tenga un mejor nivel educativo. Si ahora es de secundaria, pues lograr avanzar hasta el rango de preparatoria y de la universidad. Alcanzar esta meta permitirá mayor cultura de la sociedad. Es el único camino para que niñas, niños y adolescentes no caigan en conductas antisociales”.
Desde la más tierna edad, Francisco Javier Sánchez Cervantes soñaba con la política. Valora intensamente el privilegio de ser uno de los 500 legisladores de la Cámara de Diputados. “Hay que dejar una huella, hacerlo bien, aportar algo a la posteridad. Dejar plasmada una idea, una lucha, un resultado. Soy diputado, gracias a la gente de Iztacalco. Aprovecharé al máximo la oportunidad que me han dado”.
Por lo anterior, llamó a alentar y respaldar los sueños de la niñez. Que la infancia tenga como objetivo en la vida trascender, ser alguien y aportar algo a la nación.
¿De dónde viene una persona, de qué materiales está hecha, de cuáles vivencias? El legislador Francisco Javier Sánchez Cervantes viene de la cultura del esfuerzo, no del privilegio.
El padre del diputado Francisco Javier murió joven, a los 33 años. Así que el legislador, a temprana edad, enfrentó el rigor de la vida y comenzó a construir su futuro. Nunca abandonó los estudios. Pero tuvo que trabajar. Sin descuidar la escuela, laboraba los fines de semana. La cultura del esfuerzo en todas sus expresiones: “Me gusta arreglar cosas de mi casa: desde un foco hasta pintar, cuidar y podar las plantas”.
Rainer María Rilke, considerado de los más grandes poetas de la literatura universal, dijo: la infancia es la verdadera patria del ser humano a la que siempre regresamos por las vivencias que atesora. Así es, dondequiera que vamos, llevamos su luz y olor, porque la niñez sigue jugando en esas playas oníricas donde viven los primeros sueños, la amistad, las alegrías, las pasiones y los partidos de futbol.
No se puede comprender nuestra historia sin el sustrato infantil en el que se asienta y se construye el futuro. Es sorprendente, todavía en la vida adulta sentimos fascinación por las maravillas de la infancia, son lugares canonizados, nuestras pequeñas memorias.
El diputado Francisco Javier Sánchez Cervantes rememora su niñez. Con el lápiz siempre cambiante del recuerdo, dibuja y vuelve a dibujar recuerdos de la infancia. Colorea e ilumina los rostros de las personas que lo acompañaron, la alegría, la camaradería. Va recreando el mapa de esas evocaciones. Construye y registra instantes de su vida, la pasión por el deporte (que atempera cualquier adversidad); especialmente recuerda el futbol.
Invitó a niños de las colonias Agrícola Oriental y Pantitlán a jugar un partido de futbol en la cancha deportiva del Palacio Legislativo de San Lázaro. Busca motivar, inspirar a la infancia a seguir adelante.
“En Iztacalco soy diputado federal por el distrito XIII, donde están las colonias Agrícola Oriental y Pantitlán, de las más grandes del país. Me gusta que los niños vengan a la Cámara de Diputados, que es la Casa del Pueblo, a disfrutar de estas instalaciones y que conozcan donde trabajan las y los legisladores, donde se hacen las leyes y donde se va a elevar a rango constitucional la beca Rita Cetina Gutiérrez.
La cancha de futbol del Palacio de San Lázaro es el epicentro de la alegría. El día va contando el suceso deportivo: el encuentro amistoso de futbol entre dos equipos infantiles de futuras leyendas del futbol.
Eclosión de fresca algarabía. Los niños (y una niña) como mariposas que revolotean alegres, vienen y van. Corren tras el balón. Las escenas recrean el juego, la amistad, las estrategias deportivas.
Una cancha de futbol. Dos equipos, un balón, las porterías. Quien está jugando, disfruta la vida, aprovecha los pases, los tiros de esquina, clavar un gol. El portero, sonriente, sujeta el balón y queda preparado para la siguiente ocasión. El alma colectiva se desfoga.
Es uno de los deportes más populares e incluyentes. Se juega en un estadio, en el patio de una casa, en la playa, en la calle, en la cancha de San Lázaro, en todos lados se juega con el alma. Se tiene la misma entrega en una Copa del Mundo que en la polvosa calle de una colonia popular. En el momento del tiro al arco la pasión se enciende.
Tarde calurosa en la cancha de futbol de San Lázaro. En el cielo el sol, inmensa llama (describe Rubén Darío). O si pensamos en Alfonso Reyes podríamos decir que nos sigue el sol. Anda detrás de nosotros como perrito faldero; despeinado y dulce, claro y amarillo: ese sol con sueño que sigue a los niños.
El deporte es su compañero de vida, especialmente el atletismo y el futbol. En mi distrito (XIII, Iztacalco) realizo con la comunidad carreras de cinco kilómetros.
Sueña que la niñez se aparte de amenazas, vía el deporte.