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La ciudadanía premia o castiga al legislador con la reelección: diputado Carlos Valenzuela


Juventina Bahena

Por primera vez en México estamos teniendo esta experiencia que nos permite una mejor curva de aprendizaje, ahorrar tiempos en los procesos legislativos, en la capacitación y, aunque seguimos una tendencia global donde la gran mayoría de los países democráticos cuentan con el sistema de reelección, a final de cuentas representamos a la ciudadanía y son ellos quienes premian o castigan al legislador con el derecho de la reelección, señala el diputado Carlos Alberto Valenzuela González (PAN), quien vive su primera reelección desde 2021 con la posibilidad de hacerlo de manera consecutiva dos veces más hasta 2030.

Valenzuela González explica que México es uno de los pocos países en Latinoamérica que no consideraban esta figura de representación.

—Al emplear esta figura por primera vez, podemos observar resultados en cuanto a productividad legislativa, hay mayor cooperación y colaboración entre los legisladores que hemos sido reelectos, mayor conocimiento tanto de los mismos compañeros como de los tipos de negociaciones que se pueden tener, sobre todo en comisiones, que a la larga se traducen en una ventaja para los ciudadanos, quienes padecen o se benefician con la eficiencia de los procesos.

“Hemos visto que en anteriores legislaturas lamentablemente ha habido parálisis debido a la falta de acuerdos y de consensos y en esta legislatura, independientemente de las coyunturas que se han presentado entre partidos, hemos tratado de empujar que no haya un impasse en comisiones; los resultados han mejorado”.

Carlos Alberto Valenzuela es licenciado en Derecho y en Administración Pública y Ciencias Políticas, con maestría en Gestión Pública Municipal, y otras dos en curso: Historia y Comunicación Política y Asuntos de Gobierno, y despliega sus conocimientos como secretario de la Comisión de Hacienda y Crédito Público e integrante de las comisiones de Pesca y la de Pueblos Indígenas y Afromexicanos.

Expone que el legislador realiza un trabajo constante, cercano a la ciudadanía y también a la ideología partidista. En el caso de la reelección, tuvieron que someterse a un proceso interno en el partido y posteriormente al tamiz de la elección ante el electorado.

—En el caso de que no hubiese buenos resultados o que no existiese un buen trabajo de los legisladores, la manera de castigar al legislador que no está cumpliendo es quitándole la posibilidad de reelegirse; por el contrario, quien hubiese presentado un trabajo legislativo destacado, que han estado cercanos a la ciudadanía y han sido disciplinados en su ideología partidista, tienen la valoración positiva de una reelección.

Cuando estaba a discusión el tema de la reelección, entre las desventajas que se anotaron es que no abonaba a la renovación de la clase política; sin embargo, el diputado panista señala que la renovación de cuadros se da de manera natural.

 —Tengo 40 años y fui diputado por primera vez a los 35; como yo, hay muchos diputados de relección que tenemos la misma edad; somos cuadros relativamente jóvenes y eso permite mayor competencia, que las personas se profesionalicen y que los resultados beneficien al electorado.

¿La reelección favorece el diálogo, el acuerdo entre grupos que pudieran ser hasta antagónicos?

—El tener mayor tiempo nos permite conocer más a los compañeros legisladores de todos los partidos y conducirnos con respeto porque sabemos que vamos a coexistir más tiempo; no es lo mismo que un diputado que sabe que solo va estar tres años a uno que podría aspirar a estar 12. Se van abriendo canales de comunicación, va uno teniendo mayor trato y conocimiento de los actores de los distintos partidos. También hay casos donde, independientemente del tiempo, hay canales que no funcionan ni en tres ni en 12 años. Pero puedo decir que permite mayor conocimiento del resto de los legisladores y saber quiénes cumplen con su palabra, quiénes son los que trabajan más que otros o son más confiables y eso nos permite conocer la mejor manera de trabajar con mejores procesos legislativos.

La posibilidad de que un diputado se reelija hasta por cuatro ocasiones y un senador, dos ¿es mucho o es poco tiempo para que se profesionalicen?

—Creo que la reelección legislativa debería ser ilimitada, como sucede en Estados Unidos, donde los legisladores pueden relegirse las veces que su partido y la ciudadanía lo consideren conveniente. Desde luego, eso genera profesionalización y mayor compromiso al saber que se puede desarrollar una carrera política legislativa, lo que evita que se esté saltando a otras posiciones. En lo personal creo, como se da en las grandes democracias de EU y países de Europa donde la reelección es indefinida, que siempre que se pase por el tamiz o el filtro de la elección popular, la ciudadanía es la que decide si sigue con un legislador con el que se siente representado o si opta por cambiar de opción. Ésa es una opinión y no la que pueda tener mi grupo parlamentario, pero estoy convencido que la reelección tiene que ser indefinida.

“Pongo un ejemplo claro del proceso electoral de 2021, cuando un grupo importante de legisladores salió a competir por la reelección y no obtuvieron el voto popular; el caso más sonado fue el de Sergio Mayer, un compañero diputado que no logró la reelección. Otro caso fue el del diputado Javier Hidalgo, que perdió contra Margarita Zavala y así podría enumerar muchos candidatos que en su momento buscaron la reelección y no tuvieron el respaldo popular, y es lo que finalmente importa porque nosotros como diputados representamos a la ciudadanía y ellos son quienes debe tener la oportunidad de premiar o castigar al legislador con el derecho de la reelección”.

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