Necesario, escalonar los beneficios al mercado laboral: diputado Manuel Herrera

El salario mínimo subió 20 por ciento, y a partir del 1 de enero pasará a 375 pesos diarios en la frontera norte y 248.93 en el resto del país, sin embargo, se prevé que haya un efecto dominó en la revisión de los contratos colectivos, incluso en los salarios que están más allá de ese nivel y, de manera negativa, particularmente en las pequeñas empresas.

El diputado Manuel Jesús Herrera Vega, de Movimiento Ciudadano, de perfil empresarial, nos plantea el tema desde el punto de vista que el incremento de los salarios debería estar de la mano de la productividad laboral.

—México es uno de los países con menos productividad laboral y para incrementarla se requiere de factores como la formación, el acceso al sistema de salud y a los servicios que el gobierno está obligado legalmente a ofrecer a los ciudadanos, porque un trabajador que no tiene un acceso adecuado a un buen sistema de salud, por ejemplo, no va a rendir lo mismo en el trabajo por las preocupaciones o el estrés de no tener sus necesidades básicas cubiertas. Todo esto interviene en el tema del salario mínimo, porque estamos convencidos que ese piso de trabajadores tiene que ganar más para subsistir. Otro punto son las vacaciones y logramos que se ampliaran a fin de que tuvieran más tiempo para descansar, despejarse y que regresen a laborar con más optimismo.

El diputado Herrera es licenciado en Administración de Empresas y maestro en Política y Gestión Pública, además de diseñador de joyería. Presidió la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) de 2015 a 2018 y, en su momento, participó en varios debates sobre el salario mínimo desde la óptica del sector privado, a través de las organizaciones empresariales que forman parte de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami); actualmente, en su carácter de legislador, atiende la preocupación de los empresarios.

—En el tema laboral se han venido una serie de iniciativas de ley que, sin duda, pueden impactar al sector productivo conformado por los pequeños negocios, las micro, pequeñas y medianas empresas que son las que representan la mayor generación de empleos en México. Las empresas no están en contra de una modificación que beneficie más al trabajador sino en el impacto negativo que podría haber en su viabilidad financiera. Todos sabemos que una regla básica de economía es que cuando se incrementa el ingreso automáticamente puede haber una repercusión directa, porque cuando se incrementa el consumo se incrementa la demanda y automáticamente se incrementan los precios.

“Siempre se ha visto la posibilidad del impacto inflacionario en el aumento al salario mínimo, que también puede impactar el escalonamiento de los salarios a nivel general y eso sí podría tener una repercución inflacionaria porque hay que recordar que venimos saliendo de una crisis económica derivada de una crisis sanitaria, y apenas estamos logrando llegar a los niveles que México tenía antes de la pandemia, lo cual también se refleja en la recuperación de los trabajos que se perdieron y en la viabilidad financiera de las empresas, es decir, cómo pueden alcanzar los niveles de ingreso que pretendían tener.

“En todo ello es muy importante que el gobierno federal tome la responsabilidad que le corresponde en garantizar los servicios sociales para que toda persona tenga acceso al sistema de salud, a la educación de sus hijos, a los servicios básicos, porque de nada va a servir que el salario de los trabajadores que menos ganan se incremente si tienen que gastar su dinero en pagar medicinas, por ejemplo, o las guarderías que deberían de estar garantizadas por el Estado, y los empresarios deben tener cuidado para que el escalonamiento no les afecte.

“Hay empresas que por su estructura tienen un impacto automático hasta cierto nivel; pero hay otras que se les complica porque el incremento del 20, por ciento el salario puede alcanzar en el organigrama a otro que tiene una función de mayor responsabilidad y va a querer escalar; tenemos que cuidar que esta situación no sea inflacionaria.

“Tenemos que exigirle al Estado que cumpla con los servicios básicos para los trabajadores y que el sector privado sigan trabajando al interior de las empresas para incrementar la productividad y ayudar a sus trabajadores a incrementar la productividad laboral. Esos son los grandes retos del sector laboral”.

El diputado emecista es secretario de las comisiones de Energía; Economía, Comercio y Competitividad e integrante de la de Hacienda y Crédito Público. A lo largo de sus más de 20 años de experiencia en el sector empresarial resalta valores de responsabilidad social empresarial; ha propuesto políticas que apoyen el fortalecimiento de las Pymes, su acceso a las cadenas productivas y al financiamiento. Es firme en su postura de que “ese estrato de la población no podía seguir en las mismas condiciones”.

—Los trabajadores de ingreso bajo no podían seguir en las mismas condiciones. Hubo un incremento a los precios del acero a nivel mundial, del cemento. Eso significa que no pueden adquirir una vivienda o un vehículo porque va a requerir de un 30 por ciento más. La inflación es una realidad, su impacto ha sido muy fuerte a nivel nacional y de manera global. Hay un grupo de ciudadanos, mujeres y hombres, que están dentro de la fuerza laboral que perciben salario mínimo y no pueden vivir con ese ingreso, ni ellos ni sus familias. Estamos conscientes de que simplemente no les alcanza.”

¿Cuál es el papel de los sindicatos en este asunto?

—Creo que van muchos años donde la relación entre los trabajadores representados por los sindicatos y el sector patronal, representado por las organizaciones empresariales, ha sido, me atrevería a decir, no solamente muy cordial, sino de mucha responsabilidad; creo que ha habido un diálogo muy respetuoso entre trabajadores y empresarios que ha permitido que tengamos muy pocas o casi ninguna huelga. Cuando hay alguna iniciativa de ley que impacta el mercado laboral han mostrado una gran preocupación por el impacto que podrían recibir las empresas si no se hace de la manera correcta, porque todos estamos de acuerdo en que tenemos que avanzar hacia allá, el asunto es cómo.

“Venimos saliendo de una pandemia; ya incrementamos el periodo vacacional, subimos a dos veces el salario y luego se propone reducir la jornada laboral. No puede hacerse todo de golpe porque entonces el resultado es negativo para las empresas y ellos están muy conscientes; también pueden perderse fuentes de empleo si quiebran las empresas y ellos saben la cantidad de empleos que se perdieron en la pandemia.

“También estamos en una etapa en la que el nearshoring es una realidad y creo que los ajustes van llegando al momento final. México está en los ojos del mundo y nosotros estamos convencidos que tenemos una oportunidad histórica que nos va a durar mínimo 30 años, en los que nuestro país puede tener las condiciones óptimas para crecer como nunca en su historia, por factores que no dependen de nosotros, los empresarios, o el gobierno, ni de nadie, sino de una situación geopolítica económica que acomodó las cartas. No lo habríamos logrado ni contratando a los mejores del mundo. Fue algo mágico.

rovechar como país para atraer inversiones, pero un factor fundamental es la certeza jurídica que acompañe el mercado laboral porque un empresario no quiere que cada seis meses le cambien los salarios, pues no va a poder hacer sus proyecciones de inversión a largo plazo, además necesitamos personal capacitado. Hoy vamos alcanzando los niveles donde ya una persona que gane 10 mil pesos mensuales, en las condiciones actuales va a poder estar dentro del nivel mínimo de bienestar que queremos para todas y todos los mexicanos”.

¿Cómo es la relación entre empresarios y gobierno? ¿Hay sinergia? ¿Están trabajando en la misma dirección para que este país mejore sus condiciones?

—En Movimiento Ciudadano tenemos una tesis ideológica en función de la intervención del Estado en la economía. Nosotros somos una fuerza política socialdemócrata. Creo que la socialdemocracia es el camino ideal. Soy diputado federal por el distrito 6 de Zapopan, donde se encuentran las zonas más ricas del país, pero también las más pobres, es decir, es uno de los municipios más desiguales y se ha hecho un trabajo focalizado desde hace unos años para revertir esa tendencia, es decir, abatir la pobreza y la desigualdad, pero conscientes de que se podía alcanzar solamente si las empresas logran desarrollarse y crecer en un ambiente laboral justo, respetando el medio ambiente y generando riqueza responsablemente compartida.

“Para eso es importante la intervención del Estado en ciertos temas, porque en MC estamos a favor de la libre empresa y del libre mercado. En este contexto, creo que hoy la relación entre el gobierno y los empresarios todavía deja mucho que desear; me parece que es necesario tomar mucho más en cuenta al sector productivo, por supuesto que también a los sindicatos y a las universidades en las decisiones del gobierno.

Este gobierno se ha caracterizado por aislarse un poco. Han fallado en materia económica. Pudiéramos estar mucho mejor y tiene que ver con la falta de comunicación con el empresario. Hay cosas muy loables, como por ejemplo que los empresarios, el gobierno y los sindicatos se hayan puesto de acuerdo en subir el piso salarial de los trabajadores, pero las políticas públicas que se deben diseñar en función de lo que más requiere el empresariado y los trabajadores, no necesariamente han existido.

“Ese diálogo se ha estado impulsando mucho en una política industrial. La Secretaría de Economía habla con mucho entusiasmo de la importancia de retomar la política industrial, que además va acompañada de una dinámica muy diferente porque el desarrollo tecnológico avanza aceleradamente; sin embargo, cuando discutimos el presupuesto, vemos que a esa secretaría no le asignaron recursos y que el gobierno enfoca su política económica más en el asistencialismo social que en las políticas públicas de desarrollo productivo. Sería mucho más benéfico. Hace falta diálogo”.

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