Trabajo Legislativo / Entrevista


news

No concibo a mujeres y hombres libres sin lectura: Fernández Noroña


Aída Espinosa Torres

El Consejo Editorial de la Cámara de Diputados publicó, durante la anterior legislatura, alrededor de 50 títulos. A estas publicaciones se sumarán los próximos ejemplares que se imprimirán en la LXV Legislatura y que tendrán una característica en común: gran calidad editorial, aseguró el diputado Gerardo Fernández Noroña, quien ha sido presidente de este consejo, y actualmente sigue en el cargo.

El diputado define para la revista Cámara la labor que desempeña este organismo, no sólo como editor, sino también como promotor de la lectura. Cita cuáles han sido los libros que han puesto al alcance de los lectores y los proyectos que vienen; la importancia que tiene la lectura en una sociedad democrática y el entusiasta proyecto del trueque de libros, un espacio para recomendar e intercambiar publicaciones.

¿Cuál es la temática que prevalece en las publicaciones del Consejo Editorial?

Desde la legislatura pasada hemos hecho un gran esfuerzo para recuperar el prestigio de las obras que se publican, recopilar libros que ayuden a la tarea legislativa, como es el rescate de la historia de nuestro país, documentos, inclusive, inéditos. Un ejemplo es el libro Precursores de la Revolución Mexicana, que se trabajó durante la presidencia de Hirepan Maya y la mía, a finales del año pasado. Son textos de mujeres y hombres que aportaron enormemente a la Revolución Mexicana, y que en el mejor de los casos han sido olvidados, y en otros francamente desconocidos. Su rescate es importante, son testimonios muy valiosos de los propios actores del proceso revolucionario, a excepción del texto de José C. Valadés, un historiador muy reconocido, pero todos los demás son testimonios directos de los revolucionarios.

Está por publicarse en breve un facsimilar, de tamaño real, del periódico Regeneración. No se había sacado nunca un texto de la etapa más revolucionaria de México, cuando se convocó a los tres levantamientos armados, incluidos el de noviembre de 1910. Muchos no saben, por ejemplo, que Ricardo Flores Magón convocó a ese levantamiento. También hemos publicado escritos sobre ciencia y tecnología, biografías sobre la destrucción de Tenochtitlan; hay una variedad enorme.

Además de la publicación de libros, ¿cuáles son las actividades que tienen programadas?

Estamos por realizar una exposición en el vestíbulo de la Cámara de Diputados, de todo lo que se publicó el último año, son alrededor de 50 títulos, y ponerlos a disposición de la gente. Se tiene la limitante de quienes están lejos de la capital del país, que no puedan asistir, entonces, se deberá construir un mecanismo para enviar los textos a los estados, ver cómo se puede hacer el envío más ágil a la gente, sobre todo a espacios colectivos que sean promotores de la lectura.

Además, todos los libros están en el catálogo digital. El Consejo Editorial está cumpliendo una función nada menor: hacer accesible los libros a la gente, que de otra manera no podrían tener, ya sea por raros o porque son muy caros. Es el caso del libro de Felipe Ángeles, de la autoría de Adolfo Gilly, libro muy bueno, actual, yo creo que todas las diputadas y diputados deberían de leerlo.

La lectura, el gran problema

¿Qué hará para consolidar el sello editorial del consejo?

Como tenemos un presupuesto, lo único que debemos hacer es ajustarnos a él. Los libros se obsequian, no se venden. Con nuestro presupuesto estamos tratando de publicar obra valiosa y nos sentimos muy orgullosos de lo que se está haciendo. Ojalá se mantenga la calidad de lo que se está editando, pero yo creo que va a llegar un momento en que digan que lo publicado en esta época fue muy notable por su calidad.

El problema es que la gente no está leyendo. Ves por todos lados librerías que están cerrando, ¿cómo volver a promover la lectura? Además, desde la escuela lo hacen como un castigo. Nadie te plantea que es un disfrute, que es un gozo, que es un viaje, que es una experiencia y una maravilla. Al principio te implica un esfuerzo, no hay duda, pero de verdad, en lo personal no concibo a mujeres y hombres libres sin la lectura. Me parece que la lectura es una herramienta fundamental, pero insisto, de disfrute.

¿Es importante también para una sociedad democrática?

Sí. Necesitamos hacer una intensa promoción de la lectura, desde las escuelas, que deje de haber maestros que la pongan como un castigo y que se tome como una parte fundamental del desarrollo del ser humano. Es también fundamental en una sociedad democrática. Es muy lamentable que, si acaso, se lea un mensaje de twitter o la cabeza de una nota. Ver un video de un minuto, porque dos se les hace demasiado tiempo, y eso no hará que tu cabeza funcione. La lectura requiere de paciencia, de tiempo, de inversión, de dedicación y esfuerzo. Se requiere disciplina y constancia, pero una vez que has tomado el hábito de la lectura no concibes la vida sin ella.

¿Cuáles son los temas que se privilegian para publicar?

Me gustaría que hubiera títulos de literatura. Hay un texto que no he podido publicar y que he estado empeñado en hacerlo, que es la biografía de un poeta griego revolucionario —Alekos Panagoulis—, que se llama Un hombre, de la autoría de Oriana Fallaci. Está escrito con tinta de sangre. Me gustaría que se tomaran en cuenta libros de esa naturaleza, hasta ahora hemos publicado biografías, historia, ensayos, pero me parece que de literatura como tal deberíamos incluirlos.

Los proyectos

¿Van a seguir las alianzas con editoriales?

Sí. Una de las razones es que la imprenta de la Cámara siempre ha estado rebasada de trabajo. Asimismo, con la emergencia sanitaria se complicaron más las cosas. Tienen una sobrecarga de pendientes, pero el acuerdo con las casas editoriales ha sido bastante virtuoso porque se les ha ayudado en un momento muy difícil. Por modesto que sea, el monto sí les ayuda. Por otro lado, el Consejo Editorial se prestigia también al estar acompañado de sellos que ya tienen reconocimiento en el mercado.

¿Volveremos a tener trueque de libros?

Sí, por supuesto. El espacio es una idea mía y he insistido en ella porque de repente tienes libros que ya no vas a releer o que ya no tienes interés en ellos, pero que son buenos y deben circular. Entonces, es brindar la posibilidad de que te acerques a otros autores que quizá no hubieras conocido si alguien no te los hubiera recomendado. Pienso que es de utilidad que esté ahí el espacio para que se lleve a cabo ese trueque, pero por la pandemia el rincón de trueque quedó olvidado. Hay que retomar ese tema; ahora que volvamos a hacer una feria del libro o tal vez en la exposición que hagamos se podría reinaugurar ese espacio.


¿Cuáles son los títulos a publicar por el Consejo Editorial?

Estoy pensando en publicar algún texto de Raúl Álvarez Garín, uno de los dirigentes más importantes del movimiento del 68, que ya en una edad muy madura repensó el 68 e hizo un libro llamado Estela de Tlatelolco, que es un volumen notable sobre ese proceso tan fuerte que marcó a nuestro pueblo. Rubén Moreira me planteaba algunos escritos del general Lázaro Cárdenas. También se podría pensar en los ejemplares de los Constituyentes de 1824, 1857, el de la Reforma a la Constitución de 1917, el del Congreso de Aguascalientes, el de Apatzingán, eso sería un esfuerzo grande. La Cámara debería de tener esas obras; que yo sepa, no se han reeditado. Nos deberíamos plantear ese reto.



Notas relacionadas