El Día Internacional de la Juventud se celebra cada 12 de agosto. Reconoce el esfuerzo de los jóvenes en la mejora de la sociedad global. Coloca los reflectores sobre la adversa situación que enfrentan, porque más del 50 por ciento no sabe leer o escribir, lo que amenaza los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.
La efeméride abandera un lema cada año. Este 2022 es “Solidaridad intergeneracional: creando un mundo para todas las edades” (“Intergenerational solidarity: creating a world for all ages”). Busca amplificar el mensaje de que se necesita acción en todas las generaciones para lograr los ODS y no dejar a nadie atrás.
También pone el acento en crear conciencia sobre las barreras a la solidaridad intergeneracional, en particular la discriminación por edad, que afecta a personas jóvenes y mayores, al tiempo que tiene efectos perjudiciales en la sociedad.
La Organización de las Naciones Unidas advierte: para alcanzar los ODS de la Agenda 2030, el mundo necesita aprovechar el potencial de todas las generaciones. Por eso, la solidaridad entre ellas es clave para el desarrollo sostenible.
Los nuevos desafíos, como la pandemia del COVID-19 y el cambio climático, requieren una acción concertada de los más jóvenes, porque, además, son los más afectados por estas situaciones porque provoca desempleo, pobreza y los margina.
¿Cómo mejorar la representación y participación de los jóvenes en la política, en un momento en el que las instituciones públicas se están erosionando? La participación de la juventud aumenta la equidad democrática, propicia la elaboración de estrategias más sostenibles y restablece su confianza en las instituciones públicas.
Tienen varios años en espera de que se expida la Ley General de Juventudes. La LXV Legislatura, pronto, concluirá el marco jurídico que beneficiará a 31 millones de personas jóvenes entre 15 y 29 años.
El antecedente: en 2020 la Cámara de Diputados aprobó la reforma a los artículos 4º y 73 de la Constitución, a fin de establecer que el Estado promoverá el desarrollo integral de las personas jóvenes a través de políticas públicas con enfoque multidisciplinario que propicien su inclusión en el ámbito político, social, económico y cultural.
Esta reforma constitucional faculta al Congreso de la Unión a legislar en materia de la juventud y tener una normatividad, de aplicación general, que otorgue protección efectiva a sus derechos fundamentales.
La expedición de la Ley General de Juventudes se aprobará en el Segundo Año Legislativo. Garantizará su acceso efectivo a educación, empleo digno, salario remunerador, servicios de salud adecuados, seguridad, previsión social y oportunidades de esparcimiento.
Los jóvenes menores de 18 años ya cuentan con la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. Cuando se expida la Ley General de Juventudes se aplicará aquella ley que procure un mayor beneficio a la persona joven menor de 18 años.