Luz María Mondragón
El Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil se celebra el 2 de abril. Coincide con el natalicio del escritor danés Hans Christian Andersen. El objetivo: despertar el interés y amor por los libros y la lectura de los niños y jóvenes; que sea un hábito de vida.
Cada año se selecciona un escritor representativo y un ilustrador para que elaboren el mensaje dirigido a la niñez del mundo, y diseñen el cartel que promueve esta celebración en bibliotecas y colegios del planeta.
Este 2025, el Día Internacional del Libro Infantil está patrocinado por Países Bajos. El tema del cartel es: La libertad de la imaginación. Esta idea proviene de la última línea del poema El lenguaje de la imagen ("Haz imágenes para mi poema, pero siéntete libre: estas palabras son tuyas, aunque vengan de mí").
¿Quién fue Hans Christian Andersen? Escribió algunos de los cuentos clásicos infantiles más leídos en todo el mundo, traducidos a más de 80 idiomas: El Patito Feo, Pulgarcita, El Soldadito de Plomo, La Sirenita.
Como si hubieran sido magos, ¿de qué chistera sacaron Octavio Paz, Gabriel García Márquez, otros escritores, artistas, los políticos, deportistas…tantas ideas y creaciones?
Me pregunto: ¿De dónde viene una persona; de qué materiales está hecho el nutriente lúdico del talento, la inteligencia de un ser humano (sean ideólogos, políticos, escritores, genios, artistas, economistas…); de cuáles vivencias cuaja y da frutos la cultura del esfuerzo…?
Sin duda, son los libros los que nutren y vitaminan la cultura. La lectura es una aliada para educar a la infancia (en los derechos humanos, la no discriminación, la inclusión, el respeto a los demás). Permite volar la imaginación. Además de conocimiento, ofrece otros beneficios: mejorar la ortografía, la escritura, la sintaxis, el vocabulario y la creatividad; también estimula la reflexión, la concentración y ejercita la memoria.
El artículo 3º de la Constitución mandata que toda persona tiene derecho a la educación (inicial, preescolar, primaria, secundaria, media superior y superior), la cual tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano.
Sí, sabemos que las lecturas y los libros son elementos esenciales para alcanzar el conocimiento. Los libros que hemos leído van dejando una huella, un rastro sugestivo en nuestro camino cultural.
Por eso se dice que una manera de conocer a una persona es ver su biblioteca. Porque aportan datos sobre sus propietarios. Nos platican sus secretos, cuentan, hablan de sus intereses, de los temas que les interesa conocer, de sus autores favoritos y hasta de sus caprichos. La famosa escritora Margarita Yourcenar, creadora de la inolvidable novela Memorias de Adriano, comentó: no sé hasta qué punto los libros hablan de sus propietarios y los definen.
Cuentan que más de cuatro mil libros formaban la excepcional biblioteca personal del gran escritor argentino Julio Cortázar. Sin duda, queda claro que esta librería pertenecía a un lector voraz.
Como un detective con su lupa, quien conozca esa biblioteca se dará cuenta que la mayoría de los libros, leídos y releídos, están llenos de comentarios, notas y papelitos utilizados como señaladores, a fin de corregir erratas, anotar en los márgenes, subrayar, utilizar apostillas de todo tipo.
Así, esto permite que a través de sus libros se conozcan muchos rasgos de su personalidad y sus opiniones
Es fundamental sembrar y cultivar el gusto, la afición a la lectura desde la niñez. Desarrollarla a edad temprana. Permitir que la infancia descubra este placer estético. Que sientan que, gracias a la lectura, a los libros, pueden viajar a otros universos, al infinito y más allá. Porque esta afición enriquece la vida, aumenta nuestras experiencias, y que las armas que hacen posible este enriquecimiento son la imaginación y las palabras.
¿Quién no recuerda la emoción irrepetible de aquel primer libro leído en la infancia? Quizá fue un regalo, quizá un préstamo en la biblioteca, quizá fue abierto al azar en algún lugar. La antigua amistad con los libros. La fascinación de las lecturas infantiles y de adolescente. El deslumbramiento de los cuentos e historias.
El Principito: (Antoine de Saint-Exupéry) Relato inspirador de amistad y amor de un pequeño niño y una rosa.
Alicia en el país de las maravillas (Lewis Carroll) Cuento que narra la historia de una niña y sus aventuras con un conejo.
La vuelta al mundo en 80 días. Julio Verne quería mostrar en sus obras los avances científicos de finales del siglo XIX. El adinerado Phineas Fogg se compromete por una apuesta a hacer este recorrido, del que volverá con su vida cambiada para siempre.
Mujercitas (Louisa May Alcott). Parece ser un relato dulzón y romanticón de mujeres que se enamoran y se casan. Pero ilustra sobre estereotipos femeninos de la época. Es una oda a los derechos de la mujer de decidir su destino con su propio talento.
Cuento de Navidad (Charles Dickens). En el título se adelanta el tema central de esta obra cuya lectura se volvió infaltable durante el último mes del año.
Colmillo blanco (Jack London) La historia de un perro-lobo que pasa de la naturaleza salvaje a la civilización. El aprendizaje es duro. ¿Cómo enfrentas la vida, cómo la fidelidad es un valor básico?
La isla del tesoro (Robert Louis Stevenson). Divertido relato de piratas que buscan tesoros. Pero en esencia se centra en el difícil proceso de crecimiento personal, la importancia de la amistad, hasta dónde puede llegar el ser humano por culpa de la codicia y la maldad.
Rebelión en la granja (George Orwell). No es un cuento extraño de cerdos y otros animales que se pelean por ver quién manda en una granja. Es una profunda metáfora.
Platero y yo. Esta obra de Juan Ramón Jiménez ahonda en temas como el paso del tiempo, la vejez, la muerte, el dolor, las desigualdades sociales, el respeto a los animales...