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Contenidos televisivos y audiencias activas en México 2019


Por Carlos Omar Sánchez López*

La estrategia educativa derivada de la pandemia por COVID-19 en México puso de manifiesto las falencias del sistema educativo. Aprende en casa se implementó como una estrategia para transmitir contenidos de educación preescolar, primaria, secundaria y bachillerato en medios de comunicación masiva e internet. Todo lo anterior basado en programas de estudios de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

ublicado en el Diario Oficial de la Federación, se comunicaba la suspensión de clases sin ningún tipo de recomendación pedagógica, tecnológica ni formativa para alumnos y profesores. Hasta el 20 de abril se desplegó el programa Aprende en casa para educación básica.

 Esta estrategia ha sido criticada a pesar de los esfuerzos de la SEP para disponer de múltiples espacios en radio, televisión e internet –este último con gran presencia en plataformas institucionales y YouTube--.

Sumado a las condiciones materiales que van desde los espacios de la vivienda hasta la disponibilidad de herramientas tecnológicas, conexión a internet y las habilidades para su manejo, la estrategia impulsada no ha empatado con las necesidades, formatos y aprendizajes de manera integral.

¿Qué tan habitual era encontrar contenido educativo en las diferentes emisoras de televisión abierta en México antes de la pandemia? ¿Qué contenidos consumían los niños en estos dispositivos de comunicación?

Según los resultados de la Encuesta Nacional de Consumo de Contenidos Audiovisuales 2018, realizada por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la televisión se mantiene como el medio preferido de los mexicanos, pues 93 por ciento de los entrevistados reportó tener, al menos, un televisor en casa.

Es importante destacar que cinco de cada diez entrevistados señaló contar únicamente con TV abierta. Por otro lado, se apunta que los datos ofrecidos por el IFT antes de la pandemia colocaron a las caricaturas, películas, series, telenovelas y deportes como los cinco géneros que más vieron las audiencias infantiles durante 2018.

Respecto de las diferentes infancias que considera el IFT, al evaluar el consumo de audiencias por niveles socioeconómicos(1), se observa una tendencia similar, lo cual indicaría que la disposición de estos géneros son los que las televisoras incluían en su programación y, en consecuencia, son los programas que los niños y niñas tienen a su alcance.

También se relaciona con la existencia de canales que tienen horarios de programación para niños y pocos canales que estén dedicados a este sector en su totalidad. Para todos los niveles socioeconómicos el género predilecto es el dramatizado y después las telenovelas. Para los de mayores ingresos (A B C+ y C) el tercer género favorito son los reality shows, mientras que para los niveles medios y bajos (D+ y D E) son las caricaturas.

 Otros estudios del IFT indican que el tiempo dedicado a la programación infantil en TV abierta durante 2017 fue de 4 mil 518 horas (8.7 por ciento del total de horas programadas en TV). Para 2018, 74 por ciento de las niñas y niños con televisor dijeron ver canales de televisión abierta. El canal más visto por esta población es el Canal 5 (58 por ciento), el canal 2 (39 por ciento) y en quinto sitio ubica al canal Once (8 por ciento), sumado al 4 por ciento de la barra Once niñas y niños.

 61 por ciento suelen ver caricaturas y programas infantiles, el horario en que ven la televisión es más común por la tarde con 69 por ciento de los niños encuestados. Sólo para contrastar, los niños que ven exclusivamente canales en TV de paga son el 23 por ciento a nivel nacional.

Ello quiere decir que la audiencia infantil de la TV abierta duplica la audiencia de la TV de paga (IFT, 2018). Estos datos son reveladores, ya que, al encontrarse frente a la televisión, son ellos quienes deciden qué ver, lo cual refuerza su postura autónoma frente a sus consumos culturales y su capacidad de reflexión.

Como se puede inferir con los datos mencionados, en México la televisión aún tiene gran peso frente a otros medios como los escritos, radio e internet. Las audiencias infantiles pasan varias horas a la semana frente a la pantalla y con horarios muy específicos, además de consumir contenidos diseñados para su edad; también consumen otros géneros y programas no considerados para ellos.

En la actualidad existe gran diversidad de contenidos y amplia gama de medios y canales de comunicación, las audiencias infantiles reciben y procesan los mensajes y contenidos; en ese sentido, debería considerarse a niños y niñas sujetos reflexivos y audiencias activas.

 Sin embargo, para la incorporación de programas educativos en un contexto de aislamiento social en el que el proceso de enseñanza–aprendizaje se ha desplazado de las aulas a los hogares con apoyo de los medios de comunicación mencionados. La falta de programas con contenido educativo en la TV abierta, tiene su origen en no haber conectado previo a la pandemia con las audiencias infantiles y el camino para colocar nuevos contenidos dirigidos desde la SEP hubiera resultado más relevante para niñas y niños.

Los contenidos propuestos son concordantes con los libros de texto, con los aprendizajes esperados por la SEP y constituyen un refuerzo a lo que cada niño y niña en las aulas, ahora virtuales, ha revisado con su profesor o profesora titular. Como indican, estos contenidos fueron extraídos de los libros de texto y puestos en la TV, internet y radio de formas poco atractivas, sin interacción con los alumnos y cargados de nuevos recursos en YouTube o ligas de plataformas institucionales que doblan la información proporcionada. Al tener una modalidad más bien de apoyo sugerido, el programa Aprende en Casa constituye una responsabilidad del docente y de los padres de familia. En este sentido, la figura docente posee una doble tarea, ya que se convoca al cumplimiento programático entre los libros de texto y ahora la incorporación de los contenidos de internet y televisión.

  Como ha reiterado Gabriela de la Cruz (2020, p. 45) el sistema educativo mexicano conserva una estructura jerárquica y vertical que ha instrumentado una serie de programas y planes que en ocasiones no llega a fomentar una autonomía y desarrollo de habilidades de los estudiantes para aprender.

Esta tendencia se reproduce con los contenidos televisivos propuestos en la estrategia Aprende en Casa y revela la nula integración –previo a la pandemia– de la educación formal en las aulas y otros ámbitos en los que niñas y niños se encuentran actualmente expuestos, como los medios de comunicación masiva, que complejizó el éxito del sistema híbrido (aula virtual-aprende en casa).

Es un hecho que la pandemia condujo a un aprendizaje en todos los niveles, puso de manifiesto las fallas del sistema educativo y también acrecentó las desigualdades en el acceso a una educación de calidad, debido principalmente a las condiciones diversas en las que la población mexicana ha recibido los efectos de una crisis sanitaria, económica y social.

* Maestrante en Comunicación para la Acción Social y Política

1  La Asociación Mexicana de Inteligencia de Mercado y Opinión utiliza el índice de Niveles Socio Económicos para agrupar y clasificar a los hogares mexicanos de acuerdo con la satisfacción y capacidades en términos de vivienda, salud, energía, tecnología, prevención y desarrollo intelectual. Se presenta de esta manera; ABC+: Esta población tiene cubiertas las necesidades de bienestar y cuentan con recursos para invertir y planear el futuro. C. se caracterizan por haber alcanzado un nivel con ciertas comodidades. Cuentan con una infraestructura básica en entretenimiento y tecnología. D+: Este segmento tiene las mínimas condiciones de infraestructura sanitaria y finalmente DE. son segmentos con menor calidad de vida y carecen de bienes y servicios satisfactores (IFT, 2017).

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