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Día Mundial de la Población. Saturación del planeta y envejecimiento, los dilemas


Juventina Bahena

Los gobiernos se enfrentan a dos dilemas: el crecimiento de la población mundial que para 2100 podría alcanzar un máximo sostenible y sustentable de 10 mil 900 millones de habitantes, y el aumento de la longevidad y reducción de las tasas de concepción.

Por ahora, las estimaciones demográficas prevén que las interrupciones en el suministro de anticonceptivos, provocadas por la pandemia, ocasionen un notable aumento de los embarazos no planificados entre las personas más vulnerables.

El Fondo de Población de las Naciones Unidas estimaba que 12 millones de mujeres sufrieron interrupciones en los servicios de planificación familiar en marzo de 2021.

Respecto de la tendencia en el crecimiento demográfico, en 2011 la población mundial alcanzó los 7 mil millones de personas; se calcula que aumente a 8 mil 500 millones en 2030, 9 mil 700 millones en 2050 y 10 mil 900 millones en 2100.

En la población mundial inciden dos factores importantes: cambios en las tasas de fecundidad y la esperanza de vida.

A comienzos de la década de 1970, las mujeres tenían una media de 4.5 hijos cada una; en 2015, la fecundidad total mundial había caído hasta 2.5 hijos por mujer. Mientras tanto, la vida media de una persona ha aumentado de 64.6 años, a comienzos de la década de 1990, hasta 72.6 años, en 2019.

Estas tendencias afectan al desarrollo económico, al empleo, a la distribución de la renta, a la pobreza y a la protección social, es decir, repercuten en el acceso universal a la atención médica, la educación, la vivienda, el saneamiento, el agua, los alimentos y la energía.

Los gobiernos pueden reaccionar con alarma ante las tasas de fecundidad dando lugar a afectaciones en los derechos humanos. Incluso, en lugares con poblaciones en aumento, han dado respuestas políticas coercitivas en cuando a planificación familiar y esterilización. En otros casos, el acceso a la anticoncepción podría restringirse.

Las recomendaciones del Fondo de Población sugieren que no se ofrezcan respuestas políticas reaccionarias, que podrían ser extremadamente perjudiciales si violan derechos, la salud y las opciones.

En cambio, el organismo pide dar prioridad a la salud reproductiva y a los derechos mediante el acceso a información y a los servicios de cara a los cambios demográficos y de fecundidad.

La planeación, establece el organismo de la ONU, significa que se puedan planificar las familias, su vida, vencer la pobreza, mejorar la salud de las madres e hijos, lograr una mayor equidad de género, disminuir la mortalidad materna y sostener a la juventud.

También se prevé una reducción de la fertilidad, a fin de impedir el crecimiento poblacional mundial, lo que, al mismo tiempo, traerá como consecuencia el envejecimiento de la población adulta y un impacto negativo en la economía, los sistemas de salud y de asistencia social de manera globalizada.


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