Harumi Moreno Flores
Cada 12 de noviembre México conmemora el Día Nacional del Libro, fecha que promueve la lectura y recuerda siglos de trayectoria literaria, cultural y educativa en el país. Esta celebración rinde homenaje a Sor Juana Inés de la Cruz (1648‑1695), cuyo legado trasciende como símbolo de intelecto, creatividad y libertad de pensamiento.
Orígenes históricos de la celebración
La fecha fue institucionalizada en 1979 mediante decreto presidencial, en coincidencia con el natalicio de Sor Juana Inés de la Cruz, figura emblemática del periodo virreinal. Considerada una de las primeras mujeres latinoamericanas en alzar la voz por la educación femenina y la libertad intelectual, su obra, que abarca poesía lírica, redondillas satíricas y ensayos filosóficos, continúa siendo referencia hasta hoy.
En un contexto más amplio, la llegada de la imprenta a la Nueva España, en 1539, marcó un hito: apenas 18 años después de la fundación de la Ciudad de México se imprimió el primer libro en el territorio novohispano, “Breve y más compendiosa doctrina Christiana en lengua mexicana y Castellana”, lo que abrió el camino para la difusión de la palabra escrita, la cultura y el pensamiento crítico.
Estado actual de lectura en México
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), a través del Módulo sobre Lectura (MOLEC 2024), se identifican las siguientes tendencias:
En 2024, 69.6 % de la población alfabetizada de 18 años o más declaró haber leído al menos un material de lectura (libro, revista, periódico, páginas de internet/foros/blogs).
Esta cifra representa una disminución de 14.6 puntos porcentuales respecto de 2015, cuando el porcentaje era de 84.2 %.
Del total de lectores, casi 40 % reporta haber leído, al menos, un libro en el año.
El promedio de libros leídos por persona es de 3.2 libros al año, mientras que el tiempo promedio dedicado a la lectura por sesión es de 41 minutos.
Estos datos muestran que, aunque la mayoría de la población alfabetizada en México participa de algún modo en la lectura, este hábito y la frecuencia sostenida están disminuyendo.
Factores y dinámicas que afectan el hábito lector
Nivel educativo: Las personas con estudios superiores presentan tasas de lectura significativamente mayores que aquellas con educación básica incompleta.
Edad: La caída en hábitos de lectura es más marcada entre personas de 45 a 54 años.
Tipo de material: El consumo de periódicos impresos ha disminuido mientras que la lectura digital crece de forma moderada.
Motivación y entorno: La falta de hábito o de contacto con libros en la infancia son factores que limitan el interés por la lectura. (INEGI, MOLEC 2024).
La lectura como patrimonio cultural
La lectura ha sido siempre un puente de generaciones, entre pasado y presente. Hoy, el Día Nacional del Libro sirve para reconocer no solo la obra de Sor Juana, sino la labor de escritores, editoriales, librerías, bibliotecas y colectivos culturales que sostienen el tejido literario del país.
Actividades como ferias del libro, talleres literarios, lecturas públicas y presentaciones digitales multiplican las formas en que el público se encuentra con el libro, ya sea en papel o en línea.
No obstante, este patrimonio enfrenta desafíos evidentes: la transformación tecnológica, los cambios en los hábitos de consumo cultural y la disminución del hábito lector entre la población adulta.
Hacia dónde mirar: bibliotecas, educación y mercado editorial
Bibliotecas y acceso físico: A pesar del auge digital, el acceso a libros físicos sigue siendo fundamental. A pesar del avance digital, el acceso a libros físicos sigue siendo fundamental. Espacios como la Biblioteca Vasconcelos en la Ciudad de México, con su arquitectura monumental y acervo de más de 600 000 volúmenes, se ha convertido en un punto de encuentro para lectores de todas las edades.
Otras instituciones destacadas son la Biblioteca Central de la UNAM, reconocida por su icónico mural de Juan O’Gorman, y la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, que cuenta con más de 7 000 sedes en todo el país.
En los estados, destacan espacios como la Biblioteca Pública Central Estatal Fray Servando Teresa de Mier en Monterrey, la Biblioteca Central Estatal Wigberto Jiménez Moreno en León, y la Biblioteca Carlos Monsiváis en Tijuana, que ofrecen actividades gratuitas, clubes de lectura y talleres de fomento cultural.
Educación y formación lectora
La promoción de la lectura desde la infancia y en la escuela es clave para generar nuevos lectores. Iniciativas como los Talleres de Lectura del Fondo de Cultura Económica y los círculos de lectura del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) son ejemplo de ello.
Mercado editorial y tecnología
La producción de libros, el auge de los ebooks y audiolibros, así como las ferias literarias representan oportunidades para revitalizar la lectura, como la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil o la Feria del Libro del Zócalo.
Un llamado histórico a la lectura
El Día Nacional del Libro, más que una celebración, es el recordatorio de la importancia de los libros como herramientas de conocimiento, pensamiento crítico y preservación de la memoria histórica. Desde la llegada de la imprenta y la obra de Sor Juana hasta los retos del siglo XXI, la lectura ha sido un acto de libertad, descubrimiento y resistencia intelectual.
Cada libro leído, cada minuto dedicado a la palabra escrita, reafirma la identidad cultural mexicana y fortalece la conexión con la historia, la imaginación y la sociedad.