Juan Carlos Carrillo Cal y Mayor
Escribía León Tolstoi al inicio de la novela Ana Karenina: "Todas las familias felices se parecen, pero cada familia infeliz lo es a su manera". Las novelas, películas y series que tratan sobre la familia terminan siendo las más exitosas, especialmente si son familias conflictivas, porque de alguna manera todos nos vemos reflejados. Ahí están Los Simpsons, Los Soprano, Modern Family, Padre de familia, y de alguna manera también Breaking Bad, Juego de Tronos o Stranger Things. Y es que toda historia trata de cierto modo sobre la familia, y también es cierto que no existe una familia perfecta, y si existiera sería muy aburrido verla.
Eso es sin duda parte del arrollador éxito de El Oso (The Bear), serie producida por la cadena FX (en México puede verse en Disney Plus) que estrenó su primera temporada en 2022. La cuarta temporada se estrenó el 25 de junio de 2025 y la quinta está anunciada para 2026. Ha roto varios récords de premiaciones, con 21 premios Emmys (los Oscars de la televisión), 5 Globos de Oro (incluyendo Mejor show de comedia) y contando: este año tiene 13 nominaciones a los Emmys, que se entregarán en septiembre próximo. La serie no tiene nada que ver con ningún oso real sino que cuenta la historia de Carmy Berzatto (Jeremy Allen White), un joven chef que, tras haber trabajado en los mejores restaurantes del mundo, vuelve a su natal Chicago tras el suicidio de su hermano para hacerse cargo del restaurante familiar de sándwiches.
Así, hay tres grandes temáticas en El Oso. La primera es, por supuesto, el mundo y el negocio de la cocina. La serie refleja admirablemente desde la exquisitez de preparar todo tipo de platos, más o menos sofisticados, hasta el increíble estrés que puede haber dentro de una cocina en hora pico… o en la oficina cuando hay que sobrevivir económicamente. Con el poder que tiene la inmersión de ver un capítulo tras otro, el espectador se siente uno más en ese mundo intenso, y se vuelve un experto en los procedimientos del día a día en la cocina de un restaurante, como gritar “detrás” cuando se pasa tras el compañero para evitar accidentes, o llamarse todos “chef” como señal de compañerismo y de respeto.
El otro gran tema es el de la familia. El nombre de Oso, que después pondrán al restaurante, es como apodan al protagonista a partir del apellido italiano Berzatto (ese “Ber” inicial suena idéntico a “Bear”, oso en inglés). Los Berzatto son una de las familias más viscerales y enérgicas que ha visto la televisión. Se gritan, se pelean, se gritan, se reconcilian, se gritan, se divierten, lloran, se vuelven a gritar… A la ausencia del padre y la inestabilidad de la madre (interpretada magistralmente por Jamie Lee Curtis) se añadió el suicidio de uno de los hermanos, dejando heridas en la familia difíciles de borrar. Aunque no sólo los lazos de sangre definen a esta familia. La serie cuenta con personajes que, a través del restaurante, se volvieron parte del grupo familiar —como el “primo” Richie (Ebon Moss-Bachrach) quien tiene un fabuloso arco de personaje, de la vulgaridad a la profesionalidad; o la latina y madre luchona Tina (Liza Colón-Zayas)— y otros que se integran a ese amoroso e intenso caos, como Sydney (Ayo Edebiri), quien llega con la ilusión de ser la mejor chef y se encuentra un ambiente lleno de retos.
Muchos critican que El Oso sea catalogada como comedia al clasificarse para los premios cuando hay mucho drama de por medio. Y en efecto, a pesar de que hay momentos y personajes muy divertidos, la serie nunca abandona su tono profundo. El estilo que imprime Christopher Storer, creador de la serie, que no tiene miedo a los planos muy cercanos de los rostros de los personajes, contribuye a esa intensidad emocional. Así, su tercer gran temática es la de la mejora personal. El saber que siempre se puede perdonar, que siempre se puede cambiar, pero sobre todo, que uno puede contar con los otros, especialmente si son tu familia, que no se define por la sangre sino por ser el lugar donde a uno lo quieren por ser quien es.