Secuela de la película de Pixar que de modo inteligente y entrañable mostró a las emociones de una niña como personajes, esta entrega es una digna sucesora aportando lo que era esperable: la descripción del siguiente paso de madurez de esa niña. Así, con la entrada de Riley a la pubertad, sus emociones básicas (Alegría, Tristeza, Ira, Miedo y Desagrado) ven la llegada de nuevas emociones. Con una narración similar, la aventura es de nuevo muy entretenida y muy útil para entendernos a nosotros mismos, un gran favor para la salud mental. La genialidad de la primera parte no podía más que repetirse, pero justamente esta segunda funciona como un díptico que la complementa bien.
Destaca, pues, la investigación detrás de este guion (solamente repite como escritora Meg LeFauve, pues el co-guionista y director de la primera parte, Pete Docter, esta vez es sólo productor ejecutivo) que acierta de lleno (no soy experto) con la forma de mostrar cómo funcionan algunos procesos emocionales. No por nada, las nuevas emociones son «cognitivas«, es decir, que a diferencia de las emociones básicas con las que reaccionamos al mundo sensible, éstas implican un conocimiento del mundo y de uno mismo: la Ansiedad que quiere prever el futuro y lograr nuestras metas, por lo que toma un lugar protagónico; la Envidia (qué chiquita es aquí, ya crecerá) que nos hace evaluar a otros y a nosotros respecto a ellos; la Vergüenza que es consciente de cómo nos perciben los demás; y la francesa Ennui (Aburrimiento sería la traducción) que hace una valoración existencial de lo concreto, reaccionando con apatía y desinterés.
Pero no se piense que la película es un aburrido pero didáctico tratado de psicología. Es una aventura divertida, llena de peripecias para los personajes, tanto dentro como fuera de la mente de Riley (quien se va a un campamento de hockey). Con todo tipo de referencias cómicas alude a emociones reprimidas, tormentas de ideas, flujos de conciencia, ataques de ansiedad, el uso del sarcasmo y demás asociaciones inteligentes. Por supuesto, hay un mensaje, y éste es bastante positivo y útil. Los personajes, nuevos y viejos, son divertidos y muestran la creatividad que implica representar el mundo interior en personajes de animación. Espérense a que Riley le llegue Enamoramiento, Libido, Depresión, Estrés…
(2024) EE.UU.
DIRECCIÓN Kelsey Mann
GUION Meg LeFauve, Dave Holstein y Kelsey Mann
MÚSICA Andrea Datzman
REPARTO Amy Poehler, Maya Hawke, Kensington Tallman, Phyllis Smith, Tony Hale, Lewis Black, Liza Lapira, Ayo Edebiri, Adèle Exarchopoulos, Lilimar, Diane Lane, Kyle MacLachlan