Jaque Mate al crimen organizado

Jaque Mate al crimen organizado. Coahuila: una estrategia multidimensional para la paz (2022), de editorial Planeta, desmenuza la historia de éxito contra el crimen organizado implementada en esa entidad, entre 2012 y 2017, cuando fue gobernador el priista Rubén Moreira. Aquí se explica cómo y por qué se logró una reducción de la violencia, la cual se ha mantenido hasta la fecha.

La autoría está a cargo del propio Rubén Moreira Valdez y del periodista Rubén Aguilar. Hacen un recuento del logro del estado de Coahuila al tener una significativa reducción de violencia en los últimos seis años, a pesar de que la violencia derivada del narcotráfico ha continuado desde la fallida guerra contra el crimen organizado impulsada por Felipe Calderón, en el 2006, continuó en el sexenio de Peña Nieto y en la actual administración de Andrés Manuel López Obrador, plantean.

En el prólogo, Jorge G. Castañeda, exsecretario de Relaciones Exteriores, menciona en el espectro nacional a Coahuila, como una de las pocas historias de éxito y a La laguna, como un modelo aparte de gestión policial. Asegura que los autores hablan con una mirada documentada y autocrítica de este caso de éxito y que a la fecha se ha mantenido. Lo define como un libro interesante y aleccionador.

A partir de una serie de conversaciones entre Rubén Moreira y Rubén Aguilar, que comenzaron en 2012, los autores decidieron escribir sobre el problema más grande que enfrenta México desde hace 15 años: la falta de seguridad, situación que no se ha podido resolver y sigue creciendo. El objetivo principal es dar a conocer la estrategia que se desarrolló en Coahuila entre 2012 y el 2017, así como generar una reflexión en torno a la efectividad de esas medidas y de qué manera impactan en la vida cotidiana de las personas.

Señalan convencidos que la estrategia para enfrentar la violencia y el crimen organizado durante las tres últimas administraciones, incluyendo la actual, no ha funcionado. “Desde el inicio, la estrategia fue la equivocada y, a pesar de la evidencia de su fracaso, se insiste en mantenerla”, apuntan.

Su tesis: Con base en la experiencia de Coahuila (2011-2017), el problema solo se puede resolver si los estados, a través de una estrategia, deciden enfrentarlo con sus propias fuerzas de seguridad. Aun cuando el Ejército y la Marina ofrecen una contribución valiosa, sobre ellos no debe de recaer la responsabilidad de devolverle la paz a la ciudadanía. Se requiere, afirman, la acción concertada de los tres órdenes de gobierno.

Relatan cómo se redujo el número de elementos policiacos, compensándolo con mejoras en preparación y calidad de efectivos. El papel que jugó la sociedad civil fue trascendente para atender junto con las autoridades el problema de la falta de seguridad. Además, la manera en cómo se brindó atención a las víctimas y la reparación del daño.

No soslayan los casos más emblemáticos de desapariciones y violencia inaudita, en el estado, como la masacre de Allende, la fuga del penal y las ejecuciones de Piedras Negras. Se habla del trabajo efectuado para esclarecer los hechos, atender a víctimas, a familiares y reparar el daño.

Relatan como antecedente que hubo una estrategia previa (2008-2010) para combatir el crimen organizado liderada por Isabel Arvide, entre otros especialistas. Este plan estuvo a cargo de militares en retiro, el cual llegó a su término y no tuvo los frutos esperados. De acuerdo con el texto, hubo un sinfín de motivos, por los cuales el modelo no prosiguió: “se hizo evidente que los militares no estaban preparados para realizar tareas policiales. Nunca funcionó bien la línea de mando entre militares y policías, entre otras cosas”, aclaran los autores.

En el diagnóstico, que se presenta posterior a la administración de Humberto Moreira y Jorge Torres López, se explica cuáles eran los cárteles que tenían el 90 por ciento del control del territorio y sus ramificaciones, sus rivalidades y disputas con otros grupos criminales y cómo afectaron la región. Se enlistan las actividades asociadas al narcotráfico que, en ocasiones, generan más ganancias que las drogas.

En el libro se enfatiza que una de las acciones fundamentales es separar del cargo a cualquier policía que tuviera relación con el narco. Sin embargo, esta tarea no es tan sencilla en tanto que, en la mayoría de los casos, los gobiernos no tienen los recursos para las indemnizaciones correspondientes.

Para su estrategia multidimensional, Rubén Moreira Valdez, en 2011, da a conocer el diagnóstico de la situación que vivía el estado: las bandas que operaban, la participación de las autoridades en todos los niveles, las actividades donde se había entendido el narco, la debilidad de las policías locales: bajos salarios, falta de preparación, equipo, de coordinación entre los órdenes de gobierno, de cifras, estadísticas e información confiable.

Es cuando se decide realizar una planeación eficaz y congruente con el tamaño de la emergencia. Se elabora un mapa de los problemas y las situaciones relacionadas con la actividad del crimen, así como un listado de 15 posibles soluciones: acciones de prevención, prohibición de actividades relacionadas con el crimen, que es el caso de casinos, peleas de gallos, table dance, formación de una policía capacitada, entablar coordinación con las instancias de seguridad del estado, contar con estadísticas sólidas.

Así es como se podrá conocer el desarrollo de las 15 respuestas al conflicto en Coahuila y cómo se le dio puntual seguimiento. Obviamente, se impulsaron importantes reformas legales para proteger a las personas y enfrentar al crimen.

¿Cuál fue el resultado de la estrategia? En seis años se redujeron los asesinatos por rivalidad delincuencial 92.14 por ciento, los homicidios dolosos, 87 por ciento. En el libro se expone cómo se logró este resultado ¿cuál fue la estrategia?, ¿cómo se desarrolló?, etcétera. En Jaque Mate al crimen organizado nos regalan una anatomía de la violencia, la forma en la que operan las mafias del crimen y sus fuentes de financiamiento.

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